martes, 28 de enero de 2014

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?




(Capítulo IX)

                                               “EL OLFATO “

                Hemos respirado profundamente y estamos frente a la ventana. Nuestra pareja sentirá una sensación diferente, que algo está sucediendo, pero en todo caso seguramente será un sentimiento agradable. ¡Recuerden que la palabra hablada está prohibida en este tipo de ejemplo! ¡Hablaremos sin necesidad de utilizar verbos y metáforas! Desde este momento, los sentidos se pondrán en alerta y establecerán inconscientemente un contacto coordinado entre ellos. Nuestro ejemplo frente a la ventana es la mejor vía para invitar a nuestra pareja a tomar y sentir el aire plenamente, como lo haríamos en cualquier otra ocasión.
                 Posiblemente intentará hablar, y saber hasta dónde llegará esta situación, pero se lo impediremos con un gesto de, no te impacientes, que lo mejor está por llegar. Pondremos nuestro dedo índice sobre sus labios, con delicadeza, pero seguros o seguras de nuestros actos, y ciertamente su boca vacilará, entrará en la duda de besar, absorber, sentir, o apartar hasta otras zonas de su cuerpo el dedo provocador que le ha despejado sus dudas y abierto cada uno de los sentidos. Una negación con la cabeza, una complicidad con la mirada, o una completa inhalación sobre la base de su cuello, valdrá, para olvidar por un instante la palabra y entregarnos simplemente al espacio que nos invita a pecar.
                El olfato actuará de lleno como un sentimiento reminiscente y todo será diferente, entraremos en otra dimensión más allá de la acción de comparar olores y aromas. ¡Esto únicamente se logra con una entrega sin límites ni condiciones!
                Todo lo demás está controlado y nos encontramos ante la ventana. ¿Qué podemos hacer después?


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