lunes, 20 de agosto de 2012

¡LA EXCITACIÓN!




PARTE 16
                 La temperatura del sol  junto con la corporal aumentó violentamente en los últimos minutos. Del cielo nos llegaron rayos difusos y penetrantes que golpearon en nuestros cuerpos. Sobre el agua Flavia inventaba miles de artimañas para comunicarse por medio de sus ojos con la transparencia de los cristales de luz en el río para que llegaran hasta mí. ¡No tengo la noción ni la idea, pero si el paraíso existiera, seguramente esta estampa viva sería su confirmación total! Cada uno de los elementos naturales se presentó esta mañana junto a Flavia y Tatiana, para hacer de mi vida un remolino ancho y profundo sin esperanza de una solución. ¡Estaría más de una vida junto a las dos para perderme río abajo y no regresar jamás!


                La imaginación se desbocó y mis instintos dejaron de ser precisos para perderme en un gesto o en una simple caricia. Tatiana elevó mis pantalones y mis calzoncillos por encima de los árboles, y quedé desnudo pero poderoso. Los frotamientos de Tatiana no me dejaron impasibles. Quedé sobre la arena del río con el pene elevado y las vergüenzas mutiladas. ¡No podía dar un paso en falso, si ellas eran mayoría, yo poseía la contención de los deseos que guardé por años! Me incorporé y busqué la mirada de Flavia. Con un gesto me invitó a entrar en el agua.


                 ¡Fue el momento decisivo! Junto a mí estaba Tatiana que contempló la escena sin decir nada. ¿Cuál sería el próximo paso? Antes de terminar de ordenar las ideas, Tatiana comenzó a desnudarse. ¡Este instante lo esperé desde que ella decidió que no se bañaba más desnuda porque comenzaron a salirle las téticas! ¡Ahora era una mujer hermosa, y al parecer sin ataduras! En un descuido de mis párpados, dejó sus pechos al viento; pero mostrándome únicamente su espalda. Termino quitándoselo todo. Con una habilidad insospechada, las ropas fueron directamente a mis pies, y Tatiana al agua. Cuando levanté la mirada del suelo su cuerpo se sumergía junto al de Flavia en el río. ¡Creo recordar unas redondas nalgas en mi retina, pero nada más! ¡En realidad sucedió como un relámpago!


                 Mi presencia en la margen del río era conmovedora. Estaba con una camisa azul a medio desabotonar. Desnudo de la cintura hacia abajo. Mi prima y su amiga disfrutaban sin límites de mi figura plantada entre la vegetación salvaje. ¡Estaba seriamente en apuros! Los temores se apoderaron de mi virilidad y comenzaron a debilitar mi apariencia. ¡Debía reaccionar cuanto antes! No lo pensé y me lancé al río. Comencé a nadar sin dirección fija. La camisa estaba de más, pero debía continuar para romper con la quietud que me dominaba.

Continuará.............................
Fotos: ARA y Mandy.