domingo, 29 de julio de 2012

“LA MEJOR HORA PARA PROPORCIONARNOS UNA AUTO-SATISFACCIÓN “





  (CAPÍTULO X)

                El espejo frente a nosotros. En la habitación y de pie, él o ella. Del otro lado, dentro del espejo, la imagen que hasta ahora no hemos encontrado. Posiblemente lo que vemos en el espejo no sea la esencia real de nosotros mismos pero con la continua observación diaria la hemos aceptado por válida. ¡El espejo nos muestra lo que deseamos ver y nuestro reflejo se hace por fuerza realidad! Esto sucede porque estamos entrenados para crearnos perfiles preconcebidos en lo que vemos de antemano. Quiero decir, que antes de mirarnos en el espejo tenemos proyectada y seleccionada la idea en el cerebro.
                 Es necesario empezar de cero. Tenemos que descubrirnos. Somos niños curiosos ante una imagen que nos imita en todo y que nos parece entrañablemente familiar. La idea es jugar. Seguir las líneas del movimiento de nuestro cuerpo en su máxima expresión. Nosotros proponemos una pauta y la imagen en el espejo la repite. Dibujamos, creamos figuras, examinamos cada parte de nuestro cuerpo como si fuera observado por primera vez. Podemos concentrarnos en la piel, en los órganos sexuales, en cada articulación, en los orificios esparcidos por todo el cuerpo, y en las expresiones faciales. ¿Quién es el ser que tenemos ante nosotros y se mofa de nosotros? ¡Es lo que tenemos que descubrir con la minuciosa observación!
                                  Este descubrimiento tiene que ser sin miramientos y auto-complacencia. Si descubrimos errores, defectos, irregularidades, y partes nada armoniosas, mucho mejor, estamos por buen camino. ¡Es la mejor vía para descubrir al ser que llevamos dentro y conquistarlo! ¡Es el principio para encontrar la verdadera belleza!


 (CAPÍTULO XI)


                ¡Estamos frente al espejo! Con las ropas que antes mencionamos. ¡Si no es necesario no se desnuden! Pero el no desnudarse  significa que la imagen opuesta no ha sido muy exigente y se conforma con un falso reflejo. ¿No deben delimitar nada? De un lado estamos nosotros, del otro, en el espejo, lo que somos o intentamos ser. ¡El conocimiento llega por una observación profunda de cada detalle y la aceptación de lo desconocido!
                 ¡Nos miramos a los ojos! Vemos posiblemente arrugas, ceño fruncido, admiración o extrañeza. Un rostro que antes no habíamos observado. ¿Es posible que yo tenga esta expresión? ¡Pensándolo mejor, no me reconozco! ¡Esto sucede cuando comenzamos a ver! ¡Mirar, lo hacemos todos los días! Es muy complicado convivir con un extraño durante largos años. ¡El conocimiento molesta y duele, pero mucho!
                 Les decía que siempre se observa lo externo. Es en lo primero que nos fijamos ante el espejo. ¡Demos un paso más! Todos estos pliegues en la cara. ¿Por qué tengo estos gestos y esta actitud? Veo un rostro que no es el mío. ¿Pude cambiar tanto en tan poco tiempo? ¿Ese recuerdo que tengo de la infancia dónde está? ¡Si todos los días salgo a la calle con esta cara desencajada y amargada, es posible que las cosas no me salgan bien! ¡El entre cejo está arrugado! ¡Por mucho masaje, se frunce de la manera más humillante! ¡Mi boca! No tiene una línea armoniosa. ¡Está contraída!
                 Esto es una superficial observación de los surcos del rostro. Marcas que hemos alimentado por vivir encerrados en una imagen falsa. Puede ser que todos estos gestos y acciones no sean auténticos; sino, que fueron tomados de otros comportamientos cercanos. De familiares, amigos, patrones seguidos por revistas, o imágenes difundidas. ¡Lo peligroso de todo esto es que siempre se imita lo negativo! ¡Falsificaciones dañinas y mal orientadas!
                 Ahora estamos a tiempo de encontrar la verdad en nuestro interior. De sacar lo positivo y lo mejorable. De ver más allá de los demás, y de comenzar a caminar por primera vez. Para todo hay tiempo, y no dejar que las preocupaciones, los agobios, y frustraciones dominen nuestra vida. Ante todo tenemos que sentir que somos libres, y que cada día que comienza es una nueva oportunidad, que si no la aprovechamos, no se volverá a repetir. Una hora que perdemos no regresa, no solamente por el espacio tiempo, también, porque cada minuto es único. ¡Nada es repetible! Tenemos que aprender a sacar los secretos ocultos, y de mirar el instante como lo que es. ¡Un corto espacio de tiempo que jamás se repetirá en nuestras vidas!



(CAPÍTULO XII)

Imitaciones Interpretadas:

                Uno de los objetivo de encontrar la imagen opuesta frente al espejo no es otro que el descubrimiento de los diferentes personajes ocultos en una sola forma. Es la posibilidad de un desdoblamiento simple y puro. ¡Llegar al reconocimiento! ¡La sorpresa! ¡Lo que no esperamos! ¡Los matices insignificantes! ¡Los diferentes yo! Esto sería a través de lo que proyectamos ante el espejo.
                Por todo esto la preparación anterior es fundamental. ¡Nos hemos quitado las ropas haciendo muchas pruebas antes! ¡Sin limitaciones y auto censuras! Si pensamos que no lo estamos haciendo bien, probemos nuevamente hasta encontrar el camino correcto. No piensen que estamos ante un espejo haciendo un Striptease, una locura sin sentido, una tomadura de pelo, hedonismo, o cualquier pensamiento que se cruce por la cabeza. ¡Si así fuera, utilícenlo! ¡Es el momento de aprovechar la oportunidad, y explotar la improvisación para alimentar la imaginación! Las vías para llegar a un resultado pueden ser cuestionadas, dependen de las personas como seres independientes. ¡Lo importante realmente es el resultado, y si al final nos valió para nuestro propósito! La metodología es complicada y variada, y cada maestro, como se afirma, lleva su libro bajo el brazo. Por todo esto les digo que vosotros sois los únicos que pueden negar al maestro con sus conocimientos y experiencia continuada. ¡Eso no lo olviden nunca!
                ¡Vamos a las “imitaciones interpretadas”! Antes nos miramos con lujo de detalle. Por delante, por detrás, de un lado, del otro, de espalda, inclinados hacia ambos lados. Con la cabeza entre las piernas y de espaldas nos miramos nuestro ano, cada pliegue, cada rincón, las sombras y los reflejos, el rose de los años, y sus deformaciones por su uso y desuso. ¡Soltamos y relajamos el esfínter para disfrutar de las variaciones expresivas de nuestro orificio tabú! Posiblemente sea una posición complicada y comprometedora, pero es lo que estamos buscando para llegar a la sinceridad con nosotros mismos. ¡¡Importante, sumamente importante no engallarnos poniendo trabas para no continuar!! ¡El conocimiento trae sufrimiento y dolores de cabeza, pero cuando se cruza la meta, es un placer incomparado! ¡Si no somos capaces de enfrentarnos en la intimidad a instantes comprometedores, qué nos puede quedar para la vida pública! ¡En la sociedad seríamos un cero, un reflejo que va y viene pero que no llega nunca a materializarse! ¡El fantasma que vemos ante el espejo cuando nos miramos por casualidad!
                Interpretar nuestra versión y muchas más, nos refuerza la existencia. ¡Nada está hecho en vano! ¡Hay que encontrar la posible verdad! El ano es un ejemplo más, pero utilizado para llevar el ejercicio al máximo de sus posibilidades. ¡Y si es necesario  recurriremos a otras vías, posibilidades, o variaciones para encontrar la imagen opuesta! ¡Sigan ensayando con su ano, sin términos de ideas y de espacio!¡Los límites están únicamente en las mentes!

(CAPÍTULO XIII)

Imitaciones interpretadas:

                La primera pregunta que nos tenemos que hacer cuando nos ponemos ante el espejo es, si nos encontramos verdaderamente a gusto en la vida. Preguntar por la felicidad es muy abstracto, debemos ir a una cosa concreta, que podamos observar y palpar. ¡Si vemos lo que no deseamos en el espejo, nada ha funcionado y debemos empezar! Todos los ejemplos están encaminados para lograr una satisfacción plena de nuestra existencia. La vía, el método, o la forma en que llegamos ha un resultado es lo menos importante. Mis experiencias están fundamentadas en lo visual (el cuerpo) para inducir la actividad (el intelecto), un complemento imposible de llevar por separado.
                ¡Un ejemplo! Estoy desnudo frente al espejo. Veo mi imagen y dejo que el cuerpo se manifieste sin imposiciones. Libremente, sin premeditar nada comienzo un movimiento, y lo continúo siguiendo la lógica del cuerpo. ¡Esto sería la lógica del movimiento, dejar que la mano, el antebrazo, el brazo, ondulen hasta llegar al hombro! Esto es un ejemplo, se puede seguir esta línea por todas las articulaciones de nuestra anatomía sin censura. ¡Simple trabajo corporal! Un pie comienza a dibujar un círculo en el espacio, se le suma la pierna con la rodilla hasta llegar a la pelvis. ¡La línea del movimiento es infinita y su creatividad portentosa! ¡No debemos ponernos fronteras, las fronteras si están se derriban! ¡El camino comienza únicamente cuando los pies  están en marcha, antes imposible! ¡No se queden en lo más fácil, busquen lo complicado, lo rebuscado, el imposible; porque al final, encontraremos la recompensa auténtica en lo oculto!
                Después de disfrutar y reconocer un cuerpo al que no estábamos familiarizados visualmente, debemos seguir un poco más en el ejercicio. Hasta aquí, esto nos tiene que producir un placer al menos insólito o infrecuente. ¡Ahora intentaremos hacer una imitación basada en estos movimientos, pero con un sentido pragmático! Siempre hago hincapié en los órganos sexuales, o en las partes más púdicas de nuestra morfología porque es la escala que mide los complejos e inhibiciones que nos impide dar el siguiente paso. ¡Si tratáramos al clítoris, el pene, la vagina, el ano, los pezones, y lo que he dejado por nombrar de la misma forma que nuestros ojos, la boca, el pelo, la espalda, los dientes, los pies, etc., la sexualidad sería una prolongación más de las acciones diarias, y nuestra presencia estaría iluminada  para nuestra prosperidad.   



 (CAPÍTULO XIV)

                 La imagen que nos muestra el espejo debe ser consecuente con nuestros ideales y en ningún momento engañarnos con una ilusión óptica. ¡Veremos en el espejo lo que únicamente deseamos apreciar! Anhelamos ver a un hombre dotado con todas las cualidades y medidas necesarias para sentirnos bien, pues posiblemente lo veremos, pero no es la esencia de lo que andamos buscando; estamos inmersos en una condición algo más particular. Ante el espejo una hermosa mujer se pavonea con los pechos armoniosos y tersos que hacen perder el sentido, puede ser, pero deseamos algo sumamente significativo. ¡El espejo es el reflejo de nuestros deseos no alcanzados!
                Un ejemplo concreto. Si estamos entre los dieciocho y los veinte años y nuestro objetivo es la interpretación de un hombre con experiencia y maduro ante decisiones variadas, comenzaremos por sentir en el cuerpo la caída de los años. En la escena, el teatro, la mayoría de los actores que interpretan a un anciano, se quedan en el factor externo simplemente, asiendo del personaje un cliché de un ser torpe y achacoso por los años. Para interpretar a un anciano hay que partir de nuestra situación actual para llegar a él! ¿Cómo seríamos nosotros con cincuenta o sesenta años más? ¡Si actualmente caminamos de esta forma, nos movemos de la otra, o hablamos con gestos amplios, seguramente lo continuaremos haciendo con matices mayores, sin tener que llegar a una imitación burda de un ser no real! ¡No podemos comenzar por crear a un anciano partiendo de su estado físico, primeramente hay que pensar, cómo nosotros lo haríamos con cincuenta o sesenta años más! Es llevar nuestra postura al comienzo de las experiencias vividas.
                ¡El observar nuestro comportamiento desde ahora, nos llevará a un futuro mejor!


(CAPÍTULO XV)

 Se supone que a estas alturas cada uno de los ejercicios expuestos ha sido experimentado de una forma amplia e imaginativa, llegando hasta el límite impuesto por nosotros mismos. Partimos de unas pautas, las examinamos, y si deseamos las modificamos a nuestra necesitad y placer; y al final, descubrimos que dentro de nosotros mismos hay muchos entes dispuestos a manifestarse.
                La imagen opuesta, la meditación, el espejo, las imitaciones interpretadas, el análisis detallado de cada elemento corporal, el disfrute pleno de nuestro espacio más íntimo y privado, las reflexiones, y el entrenamiento psíquico, nos conducirán a una auto-satisfacción nunca antes experimentada. ¡La vida y su entorno la debemos asumir de la manera más relajada posible, para que nuestra existencia perdure por un tiempo dilatado; pero el disfrute y complacencia de nuestra sexualidad, debe ser tomada con una perspectiva compleja para que el instante sea sublime! ¡Comenzamos auto-satisfaciéndonos por convicción y para demostrar fuera de nuestra intimidad, que somos seguros y que la imaginación y la improvisación son parte del día a día!
                Con el tiempo el espejo fue mi sabedor, y lo provoqué incluyendo cuerpos desnudos que encontraba en encuentros fortuitos y concebidos. ¡Siempre protegí mi intimidad cuando la creí necesaria, y mi hora privada siguió siendo únicamente mía! ¡Tengo una intimidad compartida! ¡Para nada es motivo de preocupación! ¡Somos partícipes de algunos secretos, y llegado el momento, mostramos lo aprendido a los demás, y todos degustaremos el manjar suculento del sexo!
                Por encima de todas las prácticas, entrenamientos, o experiencias, nunca soy el mismo, porque en mi cabeza siempre las ideas están transitando. ¡Les invito sinceramente a que la imaginación permanezca por siempre en ustedes, y en cada encuentro mantenido, si estamos solos o en compañía, dejarla libre, pero sin permitir que deserte!  


Continuará..............      

Fotos: ARA y MANDY.