domingo, 15 de julio de 2012

¡LA EXCITACIÓN!





PARTE 9.
                Después de verlos no fue un propósito. Deseaba tener en mis manos los pechos de Flavia que se mantenían inmóviles por mucho que se balanceara la hamaca. Por mi cabeza pasaron incontables momentos y deseos que únicamente he vivido en sueños. ¡Poseer la posibilidad de alcanzar con alguna parte de mi cuerpo la armonía y la destreza de lo prohibido, me produjo sensaciones mundanas! ¡Llegar a tocar los senos de Flavia estaba muy cerca de la realidad! Todo esto que les cuento lo hago con la visión de los años y la experiencia vivida. Ahora las cosas toman un matiz más amplio.
                Tatiana se perdía en mi pecho con sus palpamientos inconfesables, y yo no encontraba la ocasión para llegar con mi boca a los pezones de Flavia. ¡Estaba perdido en el interminable escote de la blusa que me consumía la glucosa! Ella sabía que la deseaba y no dejaba de provocarme con su inclinación hacia mi cara. Se apoyaba con lo que se encontraba a su paso; en mi cuerpo, en la cuerda de la red, sobre la espalda de Tatiana, en cualquier cosa para no caer al suelo. ¡En ningún instante dejó de moverse con los pechos al viento.
                Las dos llegaron a mi espacio como una sorpresa anhelada en las fantasías de un adolescente. Llegaron con su juventud desbordada de hormonas y sensualismo, que expandió mi ardor por límites hasta entonces no conocido por mí. Fueron provocadoras de la intimidad y violentaron mi fibra carnal contra todo pronóstico. Sabía que los conceptos se mezclaban, pero no estaba dispuesto a detenerme para reflexionar sobre una situación extrañamente placentera, y que el simple conocimiento de las intensiones no conducía a la calma o a un porque. ¡Decidí entregarme a las dos con miedo pero sin mesura, hasta alcanzar el conocimiento que la teoría no aportaba! ¡Este será realmente mi primer verano!
                Mientras mi pensamiento viajaba sin medida, las tetas de Flavia invadieron mi frente. En horcajadas sobre mi torso se sostuvo en la cuerda principal y comenzó a balancear la hamaca de un lado a otro. Todavía no las podía ver a mi gusto; la blusa de Flavia impedía por momentos la visualización desde todos los ángulos posibles. Pero observé que el pezón izquierdo siempre permanecía erecto y con un volumen nada despreciable para mi fragmentada visión. ¡En mi cara ondeaban dos pechos llanamente indescriptibles! ¡Mi primer encuentro cercano con lo imposible!
                No tenía claro si las quería tocar, besar, o lamer hasta desgastarlas con toda intención. Las tetas de Flavia permanecían columpiándose frente a mi cara, y las manos de Tatiana llegaron por descuido a la cremallera de mi pantalón, y amenazaban con la intervención de mi privacidad. ¿Esto no me puede estar pasando? ¡Es uno de los largos sueños bajo el frescor de los naranjos y el aroma de los jazmines en flor! ¡No quiero despertar porque  me gusta perderme en los finales!
                Siento uno de los dedos de Tatiana en mi interior. ¡No es un sueño! Intento incorporarme, pero Flavia con el pretexto de sostener con firmeza la cuerda me planta uno de sus pechos en toda la boca. ¡La teta del pezón profundo!     
                       
               
Continuará...............................
FOTOS: ARA Y MANDY.