PARTE 5
El primer segundo fue una
sorpresa, el siguiente sentí una excitación fuera del alcance de mi vida
ordinaria. Mi mente se puso en marcha dejando el pensamiento en vuelo para buscar
escenarios comprometedores en los que estuvieran mi prima y yo; pero al abrir
los ojos unos labios delicados y purpúreos obstruían mi visión. Flavia, la
amiga de mi prima me besó con tanta intensidad, que experimente sensaciones paradójicas
que dejaron mis terminaciones nerviosas en anarquía total. Hasta este espacio
de tiempo en la hamaca, mi corta vida amorosa no incluyó besos firmes y
compactos, los besos que me daban caían por su propio peso sobre mi boca, y se
quedaban inanimados esperando algún acontecimiento que los hiciera reaccionar.
Este beso fue seguro, dispuesto
hacer daño más allá de la piel y de los órganos, y los que otras bocas me
dieron, eran muy parecidos a los de las películas de los años veinte; solamente
superposiciones labiales y mudas. --¿Puede ser esto un beso?—Me cuestionaba y comparaba,
sin dejar de mirar a mi prima y a Flavia, desde mi posición estancada en la
hamaca que entre las dos dominaban.
__ ¡Yo me llamo Flavia! –Y
me tendió la mano-- ¿Tú te llamas..........?
__ ¡Soy........! ¡El
primo de Tatiana! –Las dos se rieron ampliamente. Fueron palabras estúpidas.
__ ¡Sabemos que eres el
primo de Tatiana! ¡Me refiero a tu nombre!
__ ¡Claro, es una broma,
pero no la cogieron! –Esta vez las dos solamente se miraron-- ¡Tatiana sabe
como me llamo! –No atraparon mi sentido del humor.-- ¡Me llamo Abiam!
__ ¡Abiam, me gusta tu
nombre! –dijo sorprendida Flavia.
__ ¿No te dije que te
gustaría? –Le contestó mi prima-- ¡Como sabía que te gustaría, no te lo dije para
que mi primo tuviera el premio!
__ ¡Hiciste bien
Tatiana! –y sin esperar nada más, se lanzo como un ave de presa sobre mi boca.
PARTE 6
Mi prima se rió a gusto al ver
a Flavia atracando mis labios, pero no se mantuvo en espera, fue en busca de un
mínimo espacio e irrumpió entre los dos. Flavia estaba sobre mi pecho bien posesionada
y Tatiana llegó reclamando a su primo por simple antigüedad. ¡Yo no comprendía
nada, pero todo lo que me estaba sucediendo se escapaba de mi razonamiento,
aunque mi cuerpo comenzó una excitación en evolución! ¡En este instante sería
imposible detener al más pequeño de mis músculos, que se dilataba con pasmosa
elasticidad!
Mi prima llegó a mi boca, y sin
pedir permiso, puso sus labios entre los míos y los de Flavia. --¿Qué es todo
esto?—Me preguntaba sin encontrar respuesta. Las ideas se disparaban al igual
que mis sentidos y nada en mí era racional. Dentro de mi boca la lengua de
Flavia exploraba cada rincón, y Tatiana dejaba constancia con su saliva que se
escapaba por la comisura de mi boca. --¡Nos estábamos besando los tres! ¡No
puedo explicar la sensación que siento, pero si el paraíso existe, creo que
estoy en él!—Los conceptos daban vueltas en mi mente, y en mi boca los labios mezclados
de dos sorpresas que no esperada que irrumpieran de esta forma sobre mi hamaca.
__ ¿Te gusta? –Me preguntó
Flavia.
__ ¡..............!
__ ¿No te gusta? –Inquirió
Tatiana.
__ ¡..............!
__ ¡Tatiana, creo que no
le gusta! –Dijo Flavia.
__ ¡Despacio! ¡Más que
gustarme, no encuentro el rumbo! –Les dije mirándola a una, y a la otra.-- ¡No
sé si todo esto estaba planeado o no, pero ha sido una sorpresa que no olvidaré
aunque vuelva a nacer! ¡Las palabras se han perdido y mis intuiciones alteradas!
__ ¿Pero te ha gustado? –Insistió
Flavia.
__ ¡Es que.......!
__ ¡No digas nada más si
no quieres! –Habló mi prima-- ¡No volverá a suceder!
__ ¡No! ¡Es la sensación..........más.......como
la pudiera llamar.........! ¡Cuando uno se encuentra satisfecho, y cree que es
el final de una comida deliciosa, le dicen que falta el punto más jugoso, el
postre! ¡Las dos son la suma perfecta! ¡Soy un buen degustador de sabores!
No pude decir nada más, porque
Flavia con sus manos tomó mi cara y la llenó de besos dispersos y sin orden,
pero con todos los accesorios posibles. ¡Me besaba sin pausa, para que Tatiana
no fuera más que una simple espectadora! No fue así, mi prima irrumpió sobre
los espacios vacíos de mi cara, y sus besos aumentaron en sonoridad. ¡Después
de todo, quedarme paralizado sobre la hamaca no era la mejor opción para mis
ideas dudosas!
Con una de mis manos tomé a mi
prima por la parte de atrás de la cabeza, y con la otra a Flavia, y los tres
nos unimos en un mismo punto. ¡Las miradas confluyeron, y nuestras bocas se devoraron!
Continuará...............................