PARTE 15
Los elementos
salvajes del paisaje hicieron de mí su prisionero. Sin darme cuenta me hundí
con la mirada en la vegetación intensa que colmó el hechizo de Flavia. Ella
permanecía sobre el manto de arena y sus nalgas se desbordaban con la presión
del cuerpo sobre el suelo. ¡Tenía ante mí la mejor pintura agreste enlazada con
el desvarío de los apetitos!
Mis funciones
vitales se centraron en el largo recorrido del río para terminar donde las aguas
rompían provocadas por la belleza de Flavia. Sabía que si me dejaba, la devoraría con
firmeza a pesar de mi poca experiencia en estos temas. Dentro de mí brotaba un
caudal inmenso que se hacía latente en las manos, en los arrebatos de locura, y
en mis apetencias. ¡En este espacio de tiempo ya no deseaba hacer el amor con
Flavia, únicamente la quería morder y aparearme con ella hasta la extenuación,
utilizando todas las técnicas posibles del universo, sin dejar fuera ninguna
referencia o país!
Flavia se metió en profundidad
en mis sentidos, y sin pedir permiso violentó las horas del día hasta dejar los
momentos ocultos al descubierto. ¡Llegó para provocar mis escasos años! Nada de esto
significó para mí una molestia, deseaba vivir con prisa el instante. ¡Si ella
se mostraba ante mis ojos con desparpajo, yo no podía ser menos, y estaba en la
obligación de seguirla en su locura hasta probar sus esencias!
Sobre la arena su cuerpo se
mueve sin vergüenza, esperando con ansiedad que tome una decisión y me hunda en
el agua para disfrutarla desde todos sus confines. No dejo de mirarla, pero su
pelvis no deja de provocarme, y con insinuaciones nada veladas me invita a recorrerla
sin pudor. ¡Creo que me voy a lanzar no solamente al agua! El calor está con intensidad
sobre la piel, y siento que me ahogo.
__
¡Está muy dura! –Me dijo Tatiana, y entonces regresé a la realidad.
Tatiana había comenzado a
desabotonar mis pantalones con el pretexto de liberar mis energías. No sé si su
mano o algo más, hicieron posible la concentración de riego sanguíneo sobre mi pene,
pero más que sonrojado estaba pletórico. ¡Flavia y Tatiana me incitaron a la
perdición!
Continuará.............................
Fotos:
ARA y Mandy.