martes, 31 de diciembre de 2013

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO'



(Capítulo IV)

                 En el capítulo anterior, hice referencia a los sitios incómodo respecto a la incomodidad corporal. Fueron solamente algunos ejemplos. Ahora quiero hacer referencia a los sitios incómodos donde la psiquis juega un papel fundamental. La utilización de la mente a favor de nuestros propósitos, pero con todas las consecuencias posibles. Primeramente pensando en las emociones que no hacen posible la liberación de los traumas, los complejos, las limitaciones, y todo lo que no estamos dispuestos a dejar fuera de nuestro objetivo. Estos sitios los debemos encontrar primeramente en lo más interno de nuestro ser, después llevarlos a la realidad. ¡Y entonces hablaremos primeramente desde adentro!
__ Las emociones:
¡Hay que ser consciente en todo momento de nuestras emociones! ¡Tener un control sobre ellas, pero en ningún momento reprimirlas! ¡Dejarlas que afloren con todas las consecuencias posibles!
Un ejemplo: Nuestras zonas erógenas deben estar dispuestas para concentrar la fuerza de las emociones. Debemos sentir en la punta del pene, de la vulva, de los pezones, o entre otros extremos del ano, la rabia de nuestras emociones más dispares y contenidas, y no dejar que se escapen por una vía errónea. ¡Hay que gritar con cada parte de nuestros órganos! Es la liberación de la energía, tanto positiva como negativa, a través de los sentidos y de la piel. ¡Cuánto algo emocionalmente no nos funciona, o nos conduce a la depresión, es cuando debemos desnudarnos literalmente; pero de cuerpo y alma! Abrir al máximo todos los orificios de nuestro cuerpo y dejar que penetre por ellos, los dolores del alma.
                  Uno de estos ejercicios es sacudir el cuerpo completamente desnudo por nuestro entorno. Implicando cada parte, desde la cara hasta la planta de los pies. El cuerpo irá desplazándose por la pared, sintiendo que la piel juega con cada elemento que nos encontramos en el camino. Sentir las manos abiertas sobre una tela delicada, a la vez que los pechos dibujan figuras abstractas por toda la pared, no es más que la entrega a los sentidos.
                     Entre las piernas el viento y el agua que nos sorprende sin avisar. El entorno debe ser nuestro aliado, y los traumas y complejos nuestros cómplices. Las imperfecciones están en los ojos que aún se empeñan en mantener la venda que les impide ver la luz y la oscuridad, porque si es importante la luz, más importante es la entrega desde la sombra. Tengamos sexo con los traumas y los complejos, pero sobre todo, primeramente con nosotros mismos. Las relaciones sexuales implican todo el entorno y sus imperfecciones. El sitio más complejo, pero orgásmico para practicar el amor, es el universo. 


martes, 24 de diciembre de 2013

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?



(Capítulo III)


                 Antes de seguir con el entrenamiento de nuestra persona en su conjunto, físico y mental para llegar a nuestro objetivo final, quiero daros una lista de los posibles sitios incómodos que llegaremos a utilizar en algún momento. Esto es simplemente algunos ejemplos de una cantidad muy amplia. Después, poco a poco, iremos desarrollando cada uno de ellos, hasta llegar a dominaros a la perfección.


Ejemplos:

<< Sitios incómodos corporalmente >>

1-- En una ventana que dé al exterior. Los cuerpos visibles de cintura hacia arriba. Lo más importante, el control y desarrollo de los gestos faciales.

2-- Luchando contra la corriente, en desembocaduras de ríos o saltos de agua. Se practica completamente desnudo.

3-- Con el cuerpo del revés. En un espacio pequeño, apoyando los pies contra el techo y las manos al suelo. Esta opción, tiene muchas variantes respecto al tamaño de cada participante.

4-- En una verja colonial. Utilizando el frío metal como intermediario entre cuerpo y cuerpo. Importante las posiciones utilizadas.

5-- En las alturas. Las ramas de un frondoso y seguro árbol es el sitio ideal. Lo importante es sentir la sensación de que todo nuestro cuerpo cuelga. Hay que interactuar con la naturaleza.

6-- Seguir la línea de la traslación en suelos irregulares. Este sitio es más complicado de encontrar, pero lo ideal sería, sobre diferentes rampas que van provocando el cuerpo en cada inclinación, y seguir una lógica del movimiento.

7-- Encontrar o crear un espacio completamente viscoso u/o resbaladizo que provoque la inercia del cuerpo. La correcta selección del líquido espeso o cualquier otro elemento es fundamental. Un buen aceite vegetal (en abundancia), tonificaría los rincones más íntimos de nuestro cuerpo. ¡Lo importante! ¡Cada uno de nuestros órganos sexuales debe estar siempre en movimiento!

*Como verán, el cuerpo debe estar bien entrenado y lubricado.



¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?





(Capítulo II)
                 

                 En el capítulo anterior vimos cómo disponer el cuerpo para intentar  moldearlo con la intención de practicar el sexo en sitios incómodos. Este entrenamiento que mencioné en el capítulo anterior debe mantenerse por siempre; un día perdido, influye mucho para alcanzar el objetivo deseado. Esto es importante, para quien desee sentirlo verdaderamente un objetivo prioritario en su vida sexual, para los conformistas no. Solamente nos sentiremos satisfechos cuando hallamos logramos las metas que nos hemos propuesto en la vida, lo demás es migaja que se queda en el camino.
                 Si en el sexo solamente estamos dispuestos a observar a cierta distancia  y no nos involucrarnos completamente en la acción, lo demás sobra, y viceversa. La acción, no es únicamente penetración y corrimientos. La tierra se corre y no por ello ha tenido un orgasmo. Esto que les propongo es entrega auténtica y genuina. La misma que necesitaría un perseverante instrumentista para llegar al virtuosismo. Si estamos dispuestos a todo, el sitio incómodo dejaría de ser incómodo.

                 El otro eslabón importante en esta cadena es la mente.  ¡Mens sana in corpore sano! Aunque yo les propongo como primer objetivo, olvidarnos por completo de los patrones y las consignas que han lastrado nuestra mente desde el comienzo mismo de la vida.

                 Es muy difícil entregarnos en profundidad, porque en cada etapa de nuestro desarrollo personal, hay una regla que no podemos transgredir, y que nos mantiene atados, hasta la llegada de la próxima regla que sustituya la anterior. Son los dañinos e impuestos prejuicios que inundan nuestra mente para que siempre llevemos un pensamiento lineal.

                 Aquí por supuesto entran las doctrinas, los credos, las apariencias, y la fuerza de la repetición de las cosas; la mayoría de ellas mal hechas, que con los años se transforman en tradiciones. --¡Estoy muy apegado a las tradiciones!-- ¡Gran, error! No hay nada peor que repetir una acción por voluntad ajena, por el hecho de que así se hizo desde siempre. Una acción repetida a nuestra voluntad, con un sentido pragmático nos beneficia porque nosotros lo hemos decidido así, lo demás no son más que abalorios en determinadas fechas. El sexo no puede ser tradición, y el sitio incómodo menos, porque la tradición es bien cómoda. La tradición es la repetición de lo que se ha venido haciendo desde siempre. El sexo es todo lo contrario.

                 Experimentar sobre lo que tenemos a mano, aunque sea repetitivo y llegar en cada situación a un descubrimiento de nuestro contrario y de nosotros mismos, es positivo. Para esto se han creado los sitios incómodos.

¡Ahora, dejen sus mentes limpias de tradiciones y entréguense al sexo sin ningún recuerdo patentado!

En el próximo encuentro estaremos más conectados.


“¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?”

      



(Capítulo I)

                
                 Para enfrentarnos a cualquier contratiempo o dificultad, hay que estar dispuesto o dispuesta a romper con cada una de las barreras estructurales y mentales. Con esto quiero expresar, que los sentidos estén prestos a ser dúctiles cuando llegue la menor oportunidad, y que el espacio, sea una fuente de inspiración y no un obstáculo.
                 Dejar que los impulsos nos sorprendan en cualquier momento, lugar, y hora es un buen síntoma.
                  También es de mucha ayuda la forma física con la que podamos contar. Si nos entrenamos con anterioridad, tendremos más capacidad para enfrentar cualquier espacio por muy incómodo que pueda parecer. En la dificultad está el mayor placer. La resistencia nos da una mayor continuidad, y la elasticidad, variedad en las posiciones a la hora de improvisar. La persona que ha trabajado su cuerpo con mayor constancia podrá sacar el máximo partido al instante del mismo, y hablo de manera general. Al referirme a entrenamiento, deseo describir fundamentalmente el acto sexual. El pene, como la vagina, son músculos, y los músculos que se entrenan no languidecen.
                 El hombre, que pruebe un entrenamiento diario de su miembro, un masaje mañanero que lo mantenga activo y en forma. ¡Que la sangre fluya! Así su tamaño y grosor nunca mermaran. Cada mañana al despertar, mientras con una mano nos cepillamos los dientes, con la otra ponemos en acción al miembro flácido y soñoliento. ¡Ojo, nunca llegar a una masturbación con consecuencias finales, no, el objetivo es entrenar, no desgastar!
                 Cuando esté erecto, tomarlo por la base con dos dedos y hacerlo que gire en círculo en ambas direcciones. Esto repetirlo cada vez que nos cepillemos los dientes. Teniendo en cuenta que son cuatro veces al día las veces que debemos cepillarnos los dientes, el resultado sin lugar a dudas será óptimo. Los que no tienen esta costumbre, ponerla en práctica, para su salud sexual y bucal.
Las mujeres deben fortalecer igualmente los músculos vaginales. En el caso de las féminas, lo mejor es hacerlo mientras se maquillan, por el tiempo que emplean en este menester. Buscar un objeto fálico de goma blanda. Aquí es importante la capacidad vaginal de cada una, a mayor capacidad, menor grosor del objeto, para que el músculo poco a poco se tonifique y marche al encuentro del objeto de goma-blanda. Un buen comienzo sería introducir sólo la punta para contraer los músculos vaginales y poder relajaros después; contraer y relajar, esa es la cuestión. Repetir hasta que terminen de maquillarse. Más adelante, incorporar el ano y el abdomen, pero más adelante. Es como si se tomase una pelota de goma en la mano y la comprimiéramos al máximo, para después soltarla y repetir el movimiento una y otra vez. El ejercicio final es lograr que un delgado lápiz no se escape por su peso de la vagina en su máximo esplendor. Entonces ha funcionado nuestro entrenamiento.
                  ¡Ahora sí estamos listos para hacer el amor en un sitio incómodo! Solamente nos faltaría el entrenamiento mental, pero esto lo dejo para el próximo capítulo.


lunes, 23 de diciembre de 2013

-- NOTA ACLARATORIA --

                                       
                 
                 Por una extraña razón, que más que extraña sospecho que es por mi culpa. Las entradas del tema ¿Cómo hacer el amor en un sitio incómodo? no aparecen en su totalidad. El más antiguo es el capítulo LXVII, y esto es un error imperdonable. Creo que mi desliz se produjo cuando cambie la sección a este blog. Cual fuese el error pido disculpas. Es un poco tarde, pero nunca es tarde si vosotros estáis en disposición de continuar leyendo los mismos. ¡Nuevamente perdón y gracias!

                 Iré incluyendo a partir de hoy los capítulos que faltan, para que conozcan la historia desde su comienzo. Un saludo a todos los amigos y enemigos.
                                                                                
                                                                                                        EL EDITOR.


martes, 17 de diciembre de 2013

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?




CAPÍTULO LXXXI.


                 Las palabras se quedaron flotando en el viento pero no las intenciones, porque los seres violáceos, además del horizonte, desde hacía un buen espacio de tiempo se mantenían contemplando las partes blandas de la anatomía de la pareja sobre la arena; la desnudez del joven y la de su amada, que la vergüenza le estaba comiendo los órganos internos.

                 ¿Es posible que el deseo sexual pueda ser más poderoso que el mismo amor? ¿Es posible que un sentimiento egoísta destruye una relación que el tiempo ha sabido consolidar? ¿Quién sabe? ¿Sí o no?

                 El joven deseaba nuevas experiencias, nuevos sentires, junto a nuevas emociones que golpeasen su pecho y rebotasen hasta su sexo y lo inundase de frescor y paciencia: Pero ella, su joven amada, no sabía muy bien lo que deseaba. Posiblemente deseaba lo mismo que su amado, pero enfrentarse a sus propias inhibiciones no es un plan fácil de acometer; así que esta bella mujer, de cuerpo extendido sobre las diminutas partículas de arena de la nada solitarias cala, se quedó pensando por un momento para no arrepentirse después. Cerró sus expresivos ojos, y pensó.

                 Se dijo a ella misma que solamente pensaría; pero no pudo, no pudo porque repentinamente del mar un viento cálido y ligero vino a rozar sus entrepiernas, y un agradable soplo penetró de golpe en su interior, dejando su intimidad en una delicada apariencia. Abrió sus ojos, respiró profundamente hasta poner sus pechos en una posición comprometedora, y dijo.

__ ¿Dios mío, qué ha sido esto?
__ ¡Una ráfaga de viento! --le contestó su amado.
__ ¡No, no ha sido el viendo, sentí una mano en mi vulva!
__ ¡Te prometo que yo no he sido! –le contesto su amado mirándola con cierta lascivia.
__ ¡Es igual, pero sí, quiero! –afirmó la joven con seguridad.
__ ¿Qué es lo que quieres? –le preguntó el joven.
__ ¡Quiero entregarme, entregarme completamente a la vida, para que la vida haga de mí lo que mejor anhele! ¡Sí mi amor, continuar poniendo trabas no va hacer de mí una persona más perfecta, como tampoco podría decir que aceptar todo lo que se avecine de dicha vida un ser pleno y satisfecho! ¡Voy a probar! ¡Claro, si te parece bien a ti!
__ ¡Lo que consideremos los dos mi amor!

                 Le expresó el joven besándola profundamente en los labios. Y no se dijo nada más, porque ahora, desde este instante se hablaría con el cuerpo. Si necesitaban revelarse alguna cosa mutuamente, lo harían con una mirada, con la complicidad de su piel, con una profunda caricia que llegase a las hondonadas de sus existencias y continuase más allá.

                 ¡Los violáceos seres vieron las puertas abiertas, y disponiendo sus ansias, condicionaron cada una de sus armónicas partes sensibles para el culto del amor!
           
               
Continuará.....................  

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lunes, 16 de diciembre de 2013

LA VIDA SECRETA E ÍNTIMA DE AGAPITO MORALES

                                          


                                                             --35--


                  ¡Con que atrevimiento muchas mujeres se desnudan ante otras mujeres u hombres y se disponen a realizar acciones que jamás pensaron hacer!
                 Sé que una previa selección es necesaria en este tipo de trabajo que pretende abrir mi madre. ¡Lo sé, pero ya se sabe, hay que ver y conocer las condiciones físicas de las aspirantes, pero mi asombro continúa a pesar de lo antes dicho.
                 El hecho es que llegaron, se desnudaron, he hicieron lo que mi madre les pidió. Puede ser que mi forma de pensar sea un poco chapada a la antigua como dice la señora Adolfina, pero me sorprende irremediablemente esta manera de enfrentarse a una situación tan, tan, tan, como la puedo nombrar para no herir la sensibilidad profesional de mi madre, tan poco convencional. Uno no va por ahí a entrevistas de trabajo desnudándose y exhibiendo su cuerpo en todo su esplendor, como también sé que esta es una oferta laboral fuera de toda normalidad y que son necesarios estos detalles; pero ya lo he dicho, no acaba de entrar en mi cabeza.
                 Me pregunto si estas mujeres asumen esto como un trabajo cualquiera, o en el fondo, muy en el fondo, sin que nadie lo sepa, disfrutan con esta situación, tan, tan, tan, tan, como lo llamaría, tan poco común.
                 ¡Sí, me he dado cuenta de una cosa! O al menos ha sido la sensación que he tenido del otro lado, del lado de los que no se desnudan. Estas mujeres no todas se quitan sus ropas rápidamente y sin ningún impedimento, la mayoría de ellas ponen sus trabas, y hay que convencerlas con mucho tacto, y de manera profesional como lo hace mi madre. Pero, aquí vienen los peros. Cuando se han despojado de la última prenda y accesorios, se sienten libres pero al mismo tiempo vulnerables. ¡A partir de este instante son capaces de hacer lo que les pida la persona que tienen delante! ¡Y es donde yo veo el peligro!
                 Las situaciones en las que nos vemos involucrados, muchas veces con consciencia de ello, y otras, por pura casualidad o engañosamente, no siempre se ven desde un único prisma. Es complicado pero, es así. Entregar nuestro cuerpo en una audición, de este género, que aún no sé claramente lo que se propone en el fondo mi madre, puede llegar a ser humillante, y lo digo sinceramente con “dudas”, porque estoy seguro que muchas mujeres hacen cosas como diría, cosas, cosas, no del todo de su agrado; cosas que se les pide y son incoherentes. Pero como todo lo que rodea al sexo para nada es racional, puede ser que una vez más yo esté equivocado, y que esta situación que para mi punto de vista es totalmente estrafalaria, no sea nada del otro mundo, como bien dice la señora Adolfina cuando contempla a las chicas de un lado a otro con sus carnes y encantos aireándose.
                 Crecí y fui criado en un entorno lascivo las veinticuatro horas del día, y para donde quiera que mirase, el sexo penetraba en el más sutil de los rincones de La pequeña Bumel.


Continuará........................
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domingo, 8 de diciembre de 2013

VICENTE Y LA ADOLESCENCIA




VEINTISÉIS.


                 Es increíble cómo la vida se nos puede transformar, en un breve suspiro, en un parpadear, o en un inadvertido giro de nuestro cuello, en una realidad totalmente inesperada y nueva. Y este impredecible cambio es capaz de transportarnos a un amanecer, o a un siniestro e interminable túnel. Y lo revelador de este hecho es que nada, pero nada, podemos hacer para evitarlo. ¡Estamos en manos de lo que vendrá, y lo mejor es entregarnos sin escatimar recursos y emociones!
                 Y esto fue lo que hizo nuestro amigo Vicente cuando aquella determinada noche conoció a la mujer de su vida, a la pródiga Dolores. A la mujer de sus lamentos y sus vicisitudes.
                 La historia amatoria entre Vicente y Dolores no terminó, todo lo contrario, continuó con mayor intensidad. Hasta el punto en que, reunirnos cualquier fin de semana con Vicente, entraba en el término de lo paranormal. Dolores lo absorbió, lo secuestró, se lo bebió de punta a rabo, sin dejar nada para su familia o los amigos. Cuando veíamos a Vicente por la calle, era porque Dolores estaba enferma. Y esto ocurría una vez al término de cada milenio. Si Dolores enfermaba, la práctica del sexo no entraba en sus funciones cotidianas porque decía que sus capacidades genitales no rendían al máximo. Así era Dolores, exigente con su cuerpo y con el del remilgado Vicente que lo tenía entrenado como un trapecista de circo en quiebra.
                 Y en este espacio atemporal, era cuando Vicente se podía mover con determinada libertad; pero como la “enfermedad” de Dolores casi siempre era un resfriado o enfriamiento por airear demasiado tiempo sus carnes a la luz, el agotado Vicente solamente contaba con el tiempo justo para recuperarse y volver a la carga cuando su amada lo ordenase. Esto es lo que sucede en una relación entre un joven recién salido de la adolescencia, y una mujer madura con una carrera distendida en estos menesteres. Pero aun así, todos, todos, pero todos, envidiábamos al afortunado Vicente que podía contemplar y palpar  una vagina o unas tetas, en primer plano y a cualquier hora del día o de la noche. ¡Dichoso Vicente que hurga en la realidad sin que nadie se la cuente o le venga con historias inventadas! Desde este momento todos le comenzamos a llamar el joven especialista en órganos femeninos, y nuestro amigo, se enorgullecía de ello; expandía el pecho, y su andar se hacía lento y seguro.
                 En el barrio la historia de Vicente se convirtió en leyenda, y el adolescente Vicente en un hombre deseado, apetecido, y suspirado por las mujeres. Y respetado, envidiado, y reverenciado por los hombres, que perdían la compostura cuando Vicente paseaba por la plaza del barrio con Dolores de la mano.
__ ¡¡Dios mío, qué buena está, es una mujer para comérsela de un bocado y no eructar ni las costuras de las ropas que lleva encima!!
                 Murmuraba el grupo de jóvenes que se encontraba en el parque cuando por la esquina surgía Vicente y Dolores.
__ ¡Paco, Paco, creo que se me está parando, se me para el, el…….corazón! ¡Qué mujer Paco, qué mujer…………!
                 Le decía un anciano a otro.
__ ¡No me había fijado en Vicente, pero, está bueno! ¡Es un hombre muy interesante!
                 Una amiga le confesaba a la otra.

                 Esta relación ha revolucionado el vecindario. Si sus habitantes supiesen la mitad de los detalles que nosotros, por ser amigos de Vicente sabemos, la libido estaría por las nubes en diez kilómetro a la redonda como mínimo, sin caer en exceso o falsa fantasía; pero, este privilegio es nuestro, y pensamos disfrutarlo hasta alcanzar un sideral orgasmo.     
               

Continuará....................................................  
DISEÑO GRÁFICO: ARA Y MANDY.



lunes, 25 de noviembre de 2013

CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?




CAPITULO LXXX.

                 Los presentes: los unos, los otros, aquellos y aquellas, el todo; habían comenzado a presentar síntomas de una pésima circulación sanguínea. Sus cuerpos desnudos encabezaron el violáceo grupo de los impacientes. Los excitados seres que necesitan pasar a otra etapa para comprobar que aún se mantienen sexualmente activos. ¡Y no estaba equivocado este subgrupo! Cuando nuestros órganos, no sólo los sexuales, cambian repentinamente de tonalidad hacia el amoratado, primero indica que continuamos con vida, y esto es positivo, porque muchos piensan que por el simple hecho de respirar están vivos.
¡Pero no es así, se equivocan radicalmente! ¡Puedes respirar y estar orgánicamente muerto, cadáver!
                 Y lo segundo, es que el violáceo, es el color del sexo, de la pasión. Entonces si nuestro prepucio, mejillas, lengua, vulva, dedos y manos, bordes y costuras del ano, labios vaginales (menores y mayores), y labios carnosos ubicados al comienzo de nuestra boca, presentan una tonalidad de este estilo, significa que podemos gritar porque tenemos vida más allá de un mecánico bombeo del corazón.
                 Y como este grupo de hombres y mujeres después de un largo proceso de tocamientos y auto-complacencia en esta paradisíaca cala, no deseaban otra cosa que liberar la tensión sanguínea acumulada en estos definidos puntos antes mencionados, por su bien no podían continuar con las manos cruzadas. Hay que permitir que la sangre continúe su curso y llegue donde sea justo y necesario. Lo mismo sangre como fluidos.
                 La pareja sobre la arena, o sobre la arena ¿una pareja? A su alrededor el subgrupo de personas con sus órganos intensamente amoratados de pasión. Unos miran a los otros, y los otros se olvidad que los unos les miran. Suplican, piden intensamente que los posean, que ellos también desean ser parte de la cala, pero de una parte viva, de una parte extremadamente sensual y provocadora, de una activa parte que interactiva con la otra. De una parte dispuesta a perder algo más que la cabeza por disfrutar de un pletórico orgasmo.
__ ¡Queremos ser poseídos por ellos y por ellas, por cualquier ser que pueda profesar emoción! –dijo una parte significativa del subgrupo de seres violáceos.
__ ¡Nos están mirando con fuego en los ojos! –le dijo la joven a su amado.
__ ¡Desde hace un buen rato mi amor! –le contestó el joven.
__ ¿Qué vamos hacer? –preguntó la chica intentando ocultar la excitación de sus pezones.
__ ¡Creo que nada, es demasiado tarde! --habló el joven cubriendo con su cuerpo parte del pecho de la joven-- ¡Podemos hacer tres cosas! ¡La primera, nos levantamos y nos vamos! ¡La segunda, olvidamos que existen y continuamos disfrutando el uno de la otra! ¡Y la tercera, invitarlos a participar en nuestra particular fiesta salina!
__ ¡No! –gritó la joven.
__ ¿No qué? –preguntó el chico.
__ ¡No podemos invitarles! –afirmó la chica.
__ ¿Por qué? –preguntó el chico.
__ ¡Porque,………..nunca lo he hecho, me da vergüenza………...! –titubeó la chica.
__ ¡Con la vergüenza no se come, pero si os parece bien nos comeríamos hasta las ilusiones vuestras! –afirmó la otra parte del subgrupo de los seres violáceos.
__ ¡Nuestro amor está por encima de lo material! ¡Siempre nos amaremos mi amor! ¡Y cuando dos seres se aman, no deben ser egoístas, porque intentar retener el uno al otro, es irreparable una contradicción!
Mientras el sonido de las palabras del joven se derramaba por la cala junto con las profusas intenciones; los demás, los otros, ella (su pareja), y los hombres y mujeres del subgrupo de seres violáceos, quedaron mirando el horizonte, en silencio, esperando un poco más; porque aparte del sexo, no hay nada más excitante para un humano que una señal, una frase que nos anuncie que como mismo amamos, nos pueden amar.
El eco de una voz, no importa la hora, el lugar, o el espacio, es un bien que escasea, y que debemos cuidar para que nuestros oídos no sientan celos de nuestro pelo, de nuestras piernas, de nuestro pecho, o del mismo sexo; porque en muchas oportunidades, en las más, lo que deseamos es sentirnos arrullados por una profunda palabra, una palabra para abandonar este cuerpo y entregarnos al ardor de los sentidos.
Te amo………….
               

Continuará.....................  

DISEÑO GRÁFICO: MANDY BLUEE.    

viernes, 1 de noviembre de 2013

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?





CAPÍTULO LXXIX.


                 Es curioso que desde la soledad de nuestra propia mente, dentro de los pensamientos más pecaminosos y lascivos que no llegamos a contarle a nadie, necesitemos al final de todos los caminos la complacencia de los demás. La complicidad de un ser amigo o desconocido que cumpla con nuestras más ansiadas fantasías y se sume a nosotros para disfrutar de un esperado amanecer mientras degustamos los jugos sagrados del cuerpo. Esto no es otra cosa que la vida, el sentir que las articulaciones tienen una función más allá de una vulgar movilidad y de que no somos nadie sin el otro, sin la otra, sin los demás; o lo que es lo mismo, sin el aglutinador “todo”, que por algún intencionado motivo no se nos ha incluido en nuestro sexo a la hora de nacer.
                 ¡Sí, necesitamos la connivencia de los otros! ¡De los demás! ¡La complicidad que es necesaria para comparar el presente, para activar las neuronas sensibles que nos pueden conducir al éxtasis, al imposible que tanto añoramos pero que tenemos miedo asumir! En ese pozo guardamos los recuerdos no materializados para que no dejen de serlo, las provocaciones, y la desnudez sin la piel; porque la luz del día es poderosa y añoramos en alguna medida la oscuridad. ¡Es así, y no podemos negarlo, la humanidad tiene alma de topo!
                 Con estas conjeturas. Con estas dudas aglutinadas, se encontraron frente a frente los demás integrantes de la cala con nuestra pareja, que desde hacía una perpetuidad, disfrutaba el uno de la otra, y la otra del uno, sin importarle la turbia consciencia de los demás. Ellos sencillamente se entregaban, se ofrecían el cuerpo mutuamente para que fuese tomado sin retórica ni aspavientos por su igual, como un acto de fe ancestral; posiblemente la deuda que no pagó el primero de los topos.
 __ ¿Qué podemos hacer ahora? ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Estaremos haciendo lo correcto?
                 Se preguntaban una y otra vez el colectivo, los hombres y mujeres que desde hacía algún tiempo permanecían desnudos sobre la playa con la oculta intención de fornicar, pero naturalmente, sin llegar a comprometer sus principios y su cristiana moral. Entre ellos ya se habían producido actitudes beligerantes respecto a las carnes del contrario; pero como es de suponer, el acto de la penetración no se había consumado, y sin penetración no hay pecado. Los pensamientos deliberados y viciosos con un par de oraciones los subsanamos por muy sátiros y fecundos que estos fuesen; lo otro, lo que sabemos, y no quiero repetir la palabra y las intenciones para no ser “propinador” de malas influencias, es difícil borrarlo del cuerpo después de haberlo probado.
__ ¿Sí o no?
                 La eterna pregunta. ¿Está bien o mal?
                 El tiempo, como es sabido, transcurre sin autorización de nada y de nadie, y en ese transcurrir de leves instantes, el heterogéneo colectivo comenzó a mostrar síntomas de pésima circulación sanguínea; porque de los rostros, y de los visibles órganos y componentes externos, un color violáceo e intenso comenzó a concentrarse alrededor de las puntas, los salientes, y los bordes altamente sensibles.  
               

Continuará.....................  

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viernes, 18 de octubre de 2013

LA SOLEDAD

                                             
    

                                                             -- 10 --  
(capítulo final) 
                 He buscado la forma o manera de quedarme completamente a solas y aún no he encontrado la vía para alcanzar mi objetivo. ¡Siempre estoy acompañado! Aunque no lo parezca es complicado el hecho de permanecer en soledad, porque abandonar la realidad me provoca cargo de consciencia difícil de superar. Me refiero al hecho de persistir dentro de la realidad, sin abstracciones; pero también en solitario, lejos de todo lo que nos rodea, sin llegar a escuchar la incansable voz interior que siempre nos conduce por el camino más trillado. Es que esta maldita voz se mantiene día a día, y segundo a segundo, con su persistente letanía dentro de nuestra cabeza para recordarnos que no estamos solos, que siempre nos acompañará por más que intentemos quedarnos a solas con “nosotros mismos”.
                 Se dice que si escuchamos voces, y hablamos con “nosotros mismos” es que hemos llegado a rosar la locura; puede ser, sobre todo para algunas personas poco perseverantes. ¡Yo no estoy de acuerdo con esta postura! La vapuleada locura es un estado superior, que no se logra solamente cuando las cosas no marchan bien, también cuando la buscamos y deseamos de cuerpo y corazón saborear el delirio; lo demás, lo que se entiende por locura es incertidumbre mal diagnosticada por especialistas de medio pelo. La locura es un escalón superior, y se debe estar alerta  para darnos cuenta que hemos llegado a este estado supremo, y que muy pocos son capaces de obtener y merecer. Me estoy refiriendo al punto en el que nada se escucha, nada nos perturba, y nada nos pregunta, porque estamos completamente a solas, y se está completamente a solas cuando logramos conscientemente este estado superior, cuando rosamos la “locura”.
                  ¿Entonces es buena la soledad? ¿Está bien permanecer siempre acompañados? ¡Es igual una cosa o la otra, porque todos los caminos conducen a Roma! Lo importante es ser dueño del momento. Ser un dominador radical. Un ente revolucionario. Un individuo capaz de escuchar la terca voz cuando no deseamos estar a solas, o de mandarla a freír espárragos cuando nos aburra con su cargante letanía.
                 Amigos solitarios, si es que en realidad lo son, déjense llevar hasta las máximas consecuencias, hasta que la cuerda se temple, hasta el mismísimo límite, y acto seguido, sin esperar respuestas u opiniones ajenas, ¡paf!, ¡paf!, y ¡paf!; rompan con todo, quiebren la cuerda y cuelguen por una de sus puntas a la vez que se balanceen en el aire de un lado a otro a punto de caer en la nada. No dejen resto del pasado y comiencen de nuevo, como si hubiesen llegado nuevamente a este mundo, desnudos de cuerpo y sentimientos. Posiblemente entonces encontraran un espacio, un diminuto fragmento de soledad para poder reintegrar cada pedazo esparcido al viento y conformar un alma pura que sea capaz de conquistar cualquier bullicio por muy estentóreo que este se considere; pero eso sí, para poder lograrlo hay que estar, se debe ser: ¡Un loco solitario!

 FIN.

Fotos: Ara y Mandy.

jueves, 17 de octubre de 2013

EN LA INTIMIDAD

                                   



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                 Algo más de un día llevaba observando la habitación, el cuarto de baño, y demás resquicios de la vivienda de mí querida vecina Asunción. La mujer de Mariano es sumamente discreta y para observarla en una postura desencajada o fuera de su cotidiana normalidad, es como soñar con un imposible; pero una de las cosas que he aprendido de esta vida es saber hacer un buen huso del tiempo, utilizarlo hasta obtener algún resultado favorable y no perderlo sin más. Naturalmente hablo de la paciencia, de mí paciencia. ¡Tener paciencia y esperar el momento justo! Plantado en mi escondrijo me hice el propósito de no moverme hasta conseguir alguna pista que me diese mi vecina Asunción y así poder ampliar mi estudio de “mirador unificador”.
                 Por el momento contaba con Mariano. En mi anterior encuentro con él en la calle le propuse que nos hiciese la visita el próximo sábado y nos diese su opinión profesional sobre el proyecto de…….. Bueno en realidad el proyecto, como el encuentro entre amigos fue el cebo para captarlo, y cayó; ahora debo darle forma para entrar aún más en su intimidad y adueñarme de ella; aunque aún sigo con la duda si incluir a su mujer Asunción en la fiesta del sábado, no lo sé, pero…….. ¡Ha salido del baño! Asunción con una toalla envuelta en su cabeza y otra alrededor de su cuerpo sale mojada y descalza, sin lugar a dudas ha terminado de darse un baño; continúa por el largo pasillo en dirección a su habitación. ¡Ya era hora, llevaba más de cuarenta y cinco minutos dentro del cuarto de baño sin dar señales de vida, y yo sin saber qué estaba haciendo en su interior! Con los años en que somos vecinos jamás ha dejado la ventana abierta cuando entra al baño; aunque para ser más exacto, desde que he tomado la decisión por motivos profesionales de observar las intimidades de esta familia tan peculiar. No puedo dar fe si en algún momento ha dejó abierta la ventana del baño, no lo puedo afirmar porque este seguimiento es bastante reciente…. ¡Asunción no se ha dado cuenta y la puerta del balcón está entreabierta!
                 ¡Abre la cómoda y rebusca entre los cajones……….busca alguna cosa entre sus ropas íntimas! Creo que en algunos segundos seré testigo presencial de la desnudez de mi vecina; por primera veré a Asunción como vino al mundo…….un momento…….., unas medias largas y negras……., y dentro………, ¿son papeles? En la última gaveta de la cómoda  Asunción ocultaba papeles dentro de unas medias. Mi posición de “mirador” se ha quedado congelada.
                  
               
Continuará...........................

fotos: ara.

viernes, 13 de septiembre de 2013

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?






CAPÍTULO LXXVIII.


                 Entre la espuma salada los amantes se regodearon sin escatimar esfuerzos y sudores. Se movían cual pez en el agua, y sus contorsionistas cuerpos cambiaban de posición una y otra vez. Él se enlazaba de cabeza, en diagonal, de un lado, y de otro, sin pensar que se podía despeñar en cualquier momento entre la piel de su amada y sus infinitas fantasías. Por su parte, ella, simplemente dejó que el timonel condujese su nave sin poner trabas a nada, y para saborear las mieles del peligro, no le preguntó hacia dónde se encaminaba el amante en cada embestida.
                 Él y ella, los dos, como únicos seres exaltados dentro de la apacible cala, lo olvidaron todo, absolutamente todo; sus pensamientos, sus dudas, sus inseguridades, sus fobias, y hasta la mal llamada decencia que tanto nos cuesta desprendernos de ella. Y con la poca, o nada de “decencia” que mantenían sobre sus consciencias, continuaron sin prejuicio su viaje por el fondo marino. Cada uno de ellos viajó libremente, y en pocos minutos el más despistado de sus poros, se expandió por todo el espacio marino abarcando cada uno de los apetecibles rincones, de él, y de ella.
                 Los demás, los otros, los que hasta ahora simplemente escuchaban y miraban, se sintieron de pronto excluidos, y pensaron que el mundo era demasiado detallista y diverso para que no contasen con ellos.
                 Primeramente se acercaron sigilosamente a la distanciada pareja que había emprendido su particular viaje a cada una de las profundidades habidas y por haber. Llegaron por todos los puntos los curiosos observadores, pero él y ella no estaban para perder el tiempo en asuntos sin importancia y continuaron con su interminable juego.
                 Para cualquiera que llegase de sorpresa a la cala, se encontraría a una singular pareja sobre la arena enroscándose de placer, y a su vez, a un grupo de lascivos mirones intentando intervenir en la apasionada contienda que se desarrollaba ante sus ojos; pero la solapada realidad, la que se oculta en el lado sensible de nuestras emociones y fantasía, era bien distinta, sencillamente otra, la de un emocionante viaje de veinte mil leguas de………….
          
                
Continuará.....................   
fOTOGRAFÍA: ara.

sábado, 24 de agosto de 2013

¡CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO!







CAPÍTULO LXXVII.


                 ¡Los dos, ambos, dejaron caer los párpados y se perdieron en la larga línea del infinito que se funde con el mar! Un relámpago de motivaciones intervino en sus pensamientos, y ella y él, o la fulgurante amante y su afiebrado compañero,  viajaron por un impredecible espacio hacia lo desconocido.
__ ¡Mi amor no los saques, deja tus dedos dentro de mí, me siento que voy planeando y mi cuerpo está cerca de rosar el agua! --dijo la joven mientras se mordía los labios de placer.
__ ¡No pienso hacerlo, pero te digo lo mismo, no dejes que tu mano se detenga, porque dentro del agua por la que estás planeando me encuentro yo, como un pez voy nadando y espero encontrarte! –le contestó él con cortos movimientos pélvicos.
__ ¡Sí, sí, pensaba que estos momentos no regresarían nuevamente, y no ha sido así, la ventana es pequeña para este inmenso mar que me colma las entrañas! ¡Mi amor, te juro por esta mano que acaricia tu verga que en cada encuentro que tengamos, pondré lo imposible y parte de mi vida para llevarte dentro de mí! ¡No soy nada sin ti, o más bien poca cosa sin tus besos y tu cuerpo! ¡No dejaré tu piel aunque me lo pidas……….., es igual porque esos dedos son milagrosos, y puedo afirmar que creo……………….., creo dios mío en……………, en este mar, en estas personas que se retuercen de placer en la arena, en el infinito, en el agua salada, en…………, un pez, ¡lo veo, veo un pez que pasa junto a mí……………!
                 Ella sin ninguna duda había penetrado en el agua y vio a su amado transfigurado en pez, estaba entre un mar de emociones y un sinfín de alucinaciones.
__ ¿Eres tú la que me rosas la cola? ¡Qué bien…….., me gusta………! ¡Neptuno está a nuestro lado…………! ¿Lo estás mirando mi amor? ¡Soy un pez de largas dimensiones……………!           
                
Continuará.....................   
fOTOGRAFÍA: ara.