lunes, 24 de septiembre de 2012

¿CÓMO PODEMOS TENER CONFIANZA EN NOSOTROS MISMOS?




                                         “LOS DEFECTOS FÍSICOS”

                                                        -- DOS --
                En el primer capítulo hice referencia a los libros de auto-ayuda, de cómo debemos estar alertas ante los conceptos deliberados que nos pueden perturbar. También hice referencia a la salud como centro de nuestro equilibrio emocional y físico. El tema de la salud es sumamente fundamental, y siempre debemos tenerlo en cuenta para que nuestro paso por la vida sea menos amargo. Esta referencia engloba fundamentalmente la salud mental para apoyar la física o corporal. Más adelante volveremos hacer referencia a estos temas que nunca dejan de estar relacionados con el pensamiento a tratar.
                En este segundo capítulo quiero hacer fundamental hincapié en los llamados “defectos físicos”. Hace más bien poco escuchaba una tertulia, y uno de los que participaba en ella mantenía una teoría respecto al aspecto físico de las personas. Este tertuliano se refería a una chica o chico de “aspecto sumamente feo o fea”, que por su alta desproporción en su cuerpo no podía tener una auto-estima elevada; para ser más preciso, este tipo de anomalías les condenaba al ostracismo total. Su argumento estaba encaminado al aspecto físico en general, porque seguidamente puso como ejemplo el peso, la estatura, y los demás semblantes que para la mayoría de la sociedad no entran en los “patrones estéticos establecidos”. ¡Una persona, sea hombre o mujer que se pase o quede por debajo de estos parámetros instaurados, le sería completamente imposible llevar una vida normal en la actual sociedad! Este era el planteamiento del tertuliano. ¡La sociedad presente actúa de manera cruel ante los seres que no son uniformes! ¡Todo aquel que al nacer se salga de unas reglas establecidas es despreciado! Los demás compañeros de mesa (un escritor, una cirujana plástica y una psicóloga) opinaban que los defectos físicos se pueden potenciar para sacar partido de los mismos, afirmando que ellos valen por sí mismo, y no por su aspecto corporal. ¡Este tertuliano (permaneció solo en sus opiniones) afirmó que las ideas de los demás eran simple eufemismo!
                 El citado tertuliano puede que sea cruel, pero en la sociedad en que vivimos “la imperfección” es desechada y obligada a ocultarse en la oscuridad. ¡Tristemente es así! ¿Qué podemos hacer? Soy de la opinión, y estoy completamente seguro de que no estoy errado, que el valor de una persona se mide por su capacidad psíquica ante el mundo que los rodea. ¡Todo ser que realice una acción positiva en bien de sí mismo y de los restantes moradores del universo, conforman una esencia superior, que está en camino a la perfección! ¡No importa si el aspecto físico no se afilie a los parámetros absurdos de la sociedad moderna, su misión será de mayor importancia que los simples factores ornamentales de las beldades y los adonis!
                 ¡Les comentaba sobre lo que podemos hacer! Cualquier cosa que hagamos, mejor será comenzar desde el primer instante. Las sesiones con psicólogos, las terapias, los mencionados libros de auto-ayuda, o los enfoques positivos ante el espejo, no son más que simples parches que de un momento a otro saltaran a los aires y nos dejaran en un estado peor al que estábamos antes de experimentarlos. ¡Si la sociedad nos pide una uniformidad en nuestro pensamiento y aspecto físico, qué podemos hacer! ¡Todo lo contrario!

Continuará……………….