viernes, 21 de septiembre de 2012

¡¡ LA EXCITACIÓN !!






PARTE 22.
                Flavia quedó con las ganas de ser penetrada una vez más. En sus espaldas y de rodillas, Tatiana engullía mi falo con una voracidad despampanante. Estábamos tan concentrados en nuestra labor que Tatiana llegó sin ser percibida.
                Sobre mis muslos se mantenía Flavia enroscada con sus piernas alrededor de mi cintura. Yo la sostenía y disfrutaba del múltiple placer que me proporcionaban las dos amigas. Tatiana en cada absorción  me tornaba a la gloria. Su boca actuaba con la sensibilidad de un especialista en la materia, y los componentes de la misma apoyaban con sólidos criterios sus acciones obscenas. La lengua bañaba la piel de mi prepucio de arriba a bajo para dejarla en posición de penetración bucal. Sus dientes mordisqueaban la cabeza, el tranco, y los dos eternos amigos inseparables mal llamados huevos. Con toda insistencia buscaba la piel de mi escroto para estirarla como una goma de mascar, pero le fue imposible, porque mi pasión la guardo desde tiempos muy cercanos al renacimiento, cuando el deseo carnal se instauró en mis testículos. Su protectora boca guardó mi polla sobre el cálido y húmedo manto de la inquieta lengua, y sin que nadie se lo pidiera, tomó la forma de canaleta para arropar al manifiesto visitante que no se mantenía sereno.
                Por un instante Flavia torció la cabeza para buscar a Tatiana con la mirada. Desde su posición la vio devorando mi polla, y esta imagen le produjo una erección en el conjunto de su anatomía, y yo fui el beneficiario en esta acalorada refriega de féminas pasiones. ¡Tomó con sus manos mi boca y literalmente se la comió en todos los sentidos! Me besaba  por los ojos y su lengua penetró en cada orificio de la morfología de mi cara. Al parecer su objetivo consistía en no dejar centímetro de piel sin ser conquistada. Su lengua violó el interior de mi nariz. Traspasó la espiral de mi oreja y continuó emigrando a lo desconocido. Cada uno de mis ojos recibió un baño de bienvenida por parte de su benévola lengua. Su saliva penetró en mi retina y las sensaciones se difuminaron con espasmos de colores intensos hasta sentir que el mundo alucinaba
                ¡No fue necesario dar explicaciones! ¡Sin ponernos de acuerdo los tres nos fundimos en un solo ser! Había comenzado a vivir y a experimentar la parte menos amarga de la existencia de la humanidad. ¡Con las palabras en mayúsculas y las sílabas partidas, puedo decir a los siete vientos de los siete mares que “HE-AL-CAN-ZA-DO-EL-NIR-VA-NA”!          
             
Continuará.............................
Fotos: ARA y Mandy.