martes, 31 de diciembre de 2013

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO'



(Capítulo IV)

                 En el capítulo anterior, hice referencia a los sitios incómodo respecto a la incomodidad corporal. Fueron solamente algunos ejemplos. Ahora quiero hacer referencia a los sitios incómodos donde la psiquis juega un papel fundamental. La utilización de la mente a favor de nuestros propósitos, pero con todas las consecuencias posibles. Primeramente pensando en las emociones que no hacen posible la liberación de los traumas, los complejos, las limitaciones, y todo lo que no estamos dispuestos a dejar fuera de nuestro objetivo. Estos sitios los debemos encontrar primeramente en lo más interno de nuestro ser, después llevarlos a la realidad. ¡Y entonces hablaremos primeramente desde adentro!
__ Las emociones:
¡Hay que ser consciente en todo momento de nuestras emociones! ¡Tener un control sobre ellas, pero en ningún momento reprimirlas! ¡Dejarlas que afloren con todas las consecuencias posibles!
Un ejemplo: Nuestras zonas erógenas deben estar dispuestas para concentrar la fuerza de las emociones. Debemos sentir en la punta del pene, de la vulva, de los pezones, o entre otros extremos del ano, la rabia de nuestras emociones más dispares y contenidas, y no dejar que se escapen por una vía errónea. ¡Hay que gritar con cada parte de nuestros órganos! Es la liberación de la energía, tanto positiva como negativa, a través de los sentidos y de la piel. ¡Cuánto algo emocionalmente no nos funciona, o nos conduce a la depresión, es cuando debemos desnudarnos literalmente; pero de cuerpo y alma! Abrir al máximo todos los orificios de nuestro cuerpo y dejar que penetre por ellos, los dolores del alma.
                  Uno de estos ejercicios es sacudir el cuerpo completamente desnudo por nuestro entorno. Implicando cada parte, desde la cara hasta la planta de los pies. El cuerpo irá desplazándose por la pared, sintiendo que la piel juega con cada elemento que nos encontramos en el camino. Sentir las manos abiertas sobre una tela delicada, a la vez que los pechos dibujan figuras abstractas por toda la pared, no es más que la entrega a los sentidos.
                     Entre las piernas el viento y el agua que nos sorprende sin avisar. El entorno debe ser nuestro aliado, y los traumas y complejos nuestros cómplices. Las imperfecciones están en los ojos que aún se empeñan en mantener la venda que les impide ver la luz y la oscuridad, porque si es importante la luz, más importante es la entrega desde la sombra. Tengamos sexo con los traumas y los complejos, pero sobre todo, primeramente con nosotros mismos. Las relaciones sexuales implican todo el entorno y sus imperfecciones. El sitio más complejo, pero orgásmico para practicar el amor, es el universo. 


martes, 24 de diciembre de 2013

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?



(Capítulo III)


                 Antes de seguir con el entrenamiento de nuestra persona en su conjunto, físico y mental para llegar a nuestro objetivo final, quiero daros una lista de los posibles sitios incómodos que llegaremos a utilizar en algún momento. Esto es simplemente algunos ejemplos de una cantidad muy amplia. Después, poco a poco, iremos desarrollando cada uno de ellos, hasta llegar a dominaros a la perfección.


Ejemplos:

<< Sitios incómodos corporalmente >>

1-- En una ventana que dé al exterior. Los cuerpos visibles de cintura hacia arriba. Lo más importante, el control y desarrollo de los gestos faciales.

2-- Luchando contra la corriente, en desembocaduras de ríos o saltos de agua. Se practica completamente desnudo.

3-- Con el cuerpo del revés. En un espacio pequeño, apoyando los pies contra el techo y las manos al suelo. Esta opción, tiene muchas variantes respecto al tamaño de cada participante.

4-- En una verja colonial. Utilizando el frío metal como intermediario entre cuerpo y cuerpo. Importante las posiciones utilizadas.

5-- En las alturas. Las ramas de un frondoso y seguro árbol es el sitio ideal. Lo importante es sentir la sensación de que todo nuestro cuerpo cuelga. Hay que interactuar con la naturaleza.

6-- Seguir la línea de la traslación en suelos irregulares. Este sitio es más complicado de encontrar, pero lo ideal sería, sobre diferentes rampas que van provocando el cuerpo en cada inclinación, y seguir una lógica del movimiento.

7-- Encontrar o crear un espacio completamente viscoso u/o resbaladizo que provoque la inercia del cuerpo. La correcta selección del líquido espeso o cualquier otro elemento es fundamental. Un buen aceite vegetal (en abundancia), tonificaría los rincones más íntimos de nuestro cuerpo. ¡Lo importante! ¡Cada uno de nuestros órganos sexuales debe estar siempre en movimiento!

*Como verán, el cuerpo debe estar bien entrenado y lubricado.



¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?





(Capítulo II)
                 

                 En el capítulo anterior vimos cómo disponer el cuerpo para intentar  moldearlo con la intención de practicar el sexo en sitios incómodos. Este entrenamiento que mencioné en el capítulo anterior debe mantenerse por siempre; un día perdido, influye mucho para alcanzar el objetivo deseado. Esto es importante, para quien desee sentirlo verdaderamente un objetivo prioritario en su vida sexual, para los conformistas no. Solamente nos sentiremos satisfechos cuando hallamos logramos las metas que nos hemos propuesto en la vida, lo demás es migaja que se queda en el camino.
                 Si en el sexo solamente estamos dispuestos a observar a cierta distancia  y no nos involucrarnos completamente en la acción, lo demás sobra, y viceversa. La acción, no es únicamente penetración y corrimientos. La tierra se corre y no por ello ha tenido un orgasmo. Esto que les propongo es entrega auténtica y genuina. La misma que necesitaría un perseverante instrumentista para llegar al virtuosismo. Si estamos dispuestos a todo, el sitio incómodo dejaría de ser incómodo.

                 El otro eslabón importante en esta cadena es la mente.  ¡Mens sana in corpore sano! Aunque yo les propongo como primer objetivo, olvidarnos por completo de los patrones y las consignas que han lastrado nuestra mente desde el comienzo mismo de la vida.

                 Es muy difícil entregarnos en profundidad, porque en cada etapa de nuestro desarrollo personal, hay una regla que no podemos transgredir, y que nos mantiene atados, hasta la llegada de la próxima regla que sustituya la anterior. Son los dañinos e impuestos prejuicios que inundan nuestra mente para que siempre llevemos un pensamiento lineal.

                 Aquí por supuesto entran las doctrinas, los credos, las apariencias, y la fuerza de la repetición de las cosas; la mayoría de ellas mal hechas, que con los años se transforman en tradiciones. --¡Estoy muy apegado a las tradiciones!-- ¡Gran, error! No hay nada peor que repetir una acción por voluntad ajena, por el hecho de que así se hizo desde siempre. Una acción repetida a nuestra voluntad, con un sentido pragmático nos beneficia porque nosotros lo hemos decidido así, lo demás no son más que abalorios en determinadas fechas. El sexo no puede ser tradición, y el sitio incómodo menos, porque la tradición es bien cómoda. La tradición es la repetición de lo que se ha venido haciendo desde siempre. El sexo es todo lo contrario.

                 Experimentar sobre lo que tenemos a mano, aunque sea repetitivo y llegar en cada situación a un descubrimiento de nuestro contrario y de nosotros mismos, es positivo. Para esto se han creado los sitios incómodos.

¡Ahora, dejen sus mentes limpias de tradiciones y entréguense al sexo sin ningún recuerdo patentado!

En el próximo encuentro estaremos más conectados.


“¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?”

      



(Capítulo I)

                
                 Para enfrentarnos a cualquier contratiempo o dificultad, hay que estar dispuesto o dispuesta a romper con cada una de las barreras estructurales y mentales. Con esto quiero expresar, que los sentidos estén prestos a ser dúctiles cuando llegue la menor oportunidad, y que el espacio, sea una fuente de inspiración y no un obstáculo.
                 Dejar que los impulsos nos sorprendan en cualquier momento, lugar, y hora es un buen síntoma.
                  También es de mucha ayuda la forma física con la que podamos contar. Si nos entrenamos con anterioridad, tendremos más capacidad para enfrentar cualquier espacio por muy incómodo que pueda parecer. En la dificultad está el mayor placer. La resistencia nos da una mayor continuidad, y la elasticidad, variedad en las posiciones a la hora de improvisar. La persona que ha trabajado su cuerpo con mayor constancia podrá sacar el máximo partido al instante del mismo, y hablo de manera general. Al referirme a entrenamiento, deseo describir fundamentalmente el acto sexual. El pene, como la vagina, son músculos, y los músculos que se entrenan no languidecen.
                 El hombre, que pruebe un entrenamiento diario de su miembro, un masaje mañanero que lo mantenga activo y en forma. ¡Que la sangre fluya! Así su tamaño y grosor nunca mermaran. Cada mañana al despertar, mientras con una mano nos cepillamos los dientes, con la otra ponemos en acción al miembro flácido y soñoliento. ¡Ojo, nunca llegar a una masturbación con consecuencias finales, no, el objetivo es entrenar, no desgastar!
                 Cuando esté erecto, tomarlo por la base con dos dedos y hacerlo que gire en círculo en ambas direcciones. Esto repetirlo cada vez que nos cepillemos los dientes. Teniendo en cuenta que son cuatro veces al día las veces que debemos cepillarnos los dientes, el resultado sin lugar a dudas será óptimo. Los que no tienen esta costumbre, ponerla en práctica, para su salud sexual y bucal.
Las mujeres deben fortalecer igualmente los músculos vaginales. En el caso de las féminas, lo mejor es hacerlo mientras se maquillan, por el tiempo que emplean en este menester. Buscar un objeto fálico de goma blanda. Aquí es importante la capacidad vaginal de cada una, a mayor capacidad, menor grosor del objeto, para que el músculo poco a poco se tonifique y marche al encuentro del objeto de goma-blanda. Un buen comienzo sería introducir sólo la punta para contraer los músculos vaginales y poder relajaros después; contraer y relajar, esa es la cuestión. Repetir hasta que terminen de maquillarse. Más adelante, incorporar el ano y el abdomen, pero más adelante. Es como si se tomase una pelota de goma en la mano y la comprimiéramos al máximo, para después soltarla y repetir el movimiento una y otra vez. El ejercicio final es lograr que un delgado lápiz no se escape por su peso de la vagina en su máximo esplendor. Entonces ha funcionado nuestro entrenamiento.
                  ¡Ahora sí estamos listos para hacer el amor en un sitio incómodo! Solamente nos faltaría el entrenamiento mental, pero esto lo dejo para el próximo capítulo.


lunes, 23 de diciembre de 2013

-- NOTA ACLARATORIA --

                                       
                 
                 Por una extraña razón, que más que extraña sospecho que es por mi culpa. Las entradas del tema ¿Cómo hacer el amor en un sitio incómodo? no aparecen en su totalidad. El más antiguo es el capítulo LXVII, y esto es un error imperdonable. Creo que mi desliz se produjo cuando cambie la sección a este blog. Cual fuese el error pido disculpas. Es un poco tarde, pero nunca es tarde si vosotros estáis en disposición de continuar leyendo los mismos. ¡Nuevamente perdón y gracias!

                 Iré incluyendo a partir de hoy los capítulos que faltan, para que conozcan la historia desde su comienzo. Un saludo a todos los amigos y enemigos.
                                                                                
                                                                                                        EL EDITOR.


martes, 17 de diciembre de 2013

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?




CAPÍTULO LXXXI.


                 Las palabras se quedaron flotando en el viento pero no las intenciones, porque los seres violáceos, además del horizonte, desde hacía un buen espacio de tiempo se mantenían contemplando las partes blandas de la anatomía de la pareja sobre la arena; la desnudez del joven y la de su amada, que la vergüenza le estaba comiendo los órganos internos.

                 ¿Es posible que el deseo sexual pueda ser más poderoso que el mismo amor? ¿Es posible que un sentimiento egoísta destruye una relación que el tiempo ha sabido consolidar? ¿Quién sabe? ¿Sí o no?

                 El joven deseaba nuevas experiencias, nuevos sentires, junto a nuevas emociones que golpeasen su pecho y rebotasen hasta su sexo y lo inundase de frescor y paciencia: Pero ella, su joven amada, no sabía muy bien lo que deseaba. Posiblemente deseaba lo mismo que su amado, pero enfrentarse a sus propias inhibiciones no es un plan fácil de acometer; así que esta bella mujer, de cuerpo extendido sobre las diminutas partículas de arena de la nada solitarias cala, se quedó pensando por un momento para no arrepentirse después. Cerró sus expresivos ojos, y pensó.

                 Se dijo a ella misma que solamente pensaría; pero no pudo, no pudo porque repentinamente del mar un viento cálido y ligero vino a rozar sus entrepiernas, y un agradable soplo penetró de golpe en su interior, dejando su intimidad en una delicada apariencia. Abrió sus ojos, respiró profundamente hasta poner sus pechos en una posición comprometedora, y dijo.

__ ¿Dios mío, qué ha sido esto?
__ ¡Una ráfaga de viento! --le contestó su amado.
__ ¡No, no ha sido el viendo, sentí una mano en mi vulva!
__ ¡Te prometo que yo no he sido! –le contesto su amado mirándola con cierta lascivia.
__ ¡Es igual, pero sí, quiero! –afirmó la joven con seguridad.
__ ¿Qué es lo que quieres? –le preguntó el joven.
__ ¡Quiero entregarme, entregarme completamente a la vida, para que la vida haga de mí lo que mejor anhele! ¡Sí mi amor, continuar poniendo trabas no va hacer de mí una persona más perfecta, como tampoco podría decir que aceptar todo lo que se avecine de dicha vida un ser pleno y satisfecho! ¡Voy a probar! ¡Claro, si te parece bien a ti!
__ ¡Lo que consideremos los dos mi amor!

                 Le expresó el joven besándola profundamente en los labios. Y no se dijo nada más, porque ahora, desde este instante se hablaría con el cuerpo. Si necesitaban revelarse alguna cosa mutuamente, lo harían con una mirada, con la complicidad de su piel, con una profunda caricia que llegase a las hondonadas de sus existencias y continuase más allá.

                 ¡Los violáceos seres vieron las puertas abiertas, y disponiendo sus ansias, condicionaron cada una de sus armónicas partes sensibles para el culto del amor!
           
               
Continuará.....................  

DISEÑO GRÁFICO: MANDY BLUEE.    

lunes, 16 de diciembre de 2013

LA VIDA SECRETA E ÍNTIMA DE AGAPITO MORALES

                                          


                                                             --35--


                  ¡Con que atrevimiento muchas mujeres se desnudan ante otras mujeres u hombres y se disponen a realizar acciones que jamás pensaron hacer!
                 Sé que una previa selección es necesaria en este tipo de trabajo que pretende abrir mi madre. ¡Lo sé, pero ya se sabe, hay que ver y conocer las condiciones físicas de las aspirantes, pero mi asombro continúa a pesar de lo antes dicho.
                 El hecho es que llegaron, se desnudaron, he hicieron lo que mi madre les pidió. Puede ser que mi forma de pensar sea un poco chapada a la antigua como dice la señora Adolfina, pero me sorprende irremediablemente esta manera de enfrentarse a una situación tan, tan, tan, como la puedo nombrar para no herir la sensibilidad profesional de mi madre, tan poco convencional. Uno no va por ahí a entrevistas de trabajo desnudándose y exhibiendo su cuerpo en todo su esplendor, como también sé que esta es una oferta laboral fuera de toda normalidad y que son necesarios estos detalles; pero ya lo he dicho, no acaba de entrar en mi cabeza.
                 Me pregunto si estas mujeres asumen esto como un trabajo cualquiera, o en el fondo, muy en el fondo, sin que nadie lo sepa, disfrutan con esta situación, tan, tan, tan, tan, como lo llamaría, tan poco común.
                 ¡Sí, me he dado cuenta de una cosa! O al menos ha sido la sensación que he tenido del otro lado, del lado de los que no se desnudan. Estas mujeres no todas se quitan sus ropas rápidamente y sin ningún impedimento, la mayoría de ellas ponen sus trabas, y hay que convencerlas con mucho tacto, y de manera profesional como lo hace mi madre. Pero, aquí vienen los peros. Cuando se han despojado de la última prenda y accesorios, se sienten libres pero al mismo tiempo vulnerables. ¡A partir de este instante son capaces de hacer lo que les pida la persona que tienen delante! ¡Y es donde yo veo el peligro!
                 Las situaciones en las que nos vemos involucrados, muchas veces con consciencia de ello, y otras, por pura casualidad o engañosamente, no siempre se ven desde un único prisma. Es complicado pero, es así. Entregar nuestro cuerpo en una audición, de este género, que aún no sé claramente lo que se propone en el fondo mi madre, puede llegar a ser humillante, y lo digo sinceramente con “dudas”, porque estoy seguro que muchas mujeres hacen cosas como diría, cosas, cosas, no del todo de su agrado; cosas que se les pide y son incoherentes. Pero como todo lo que rodea al sexo para nada es racional, puede ser que una vez más yo esté equivocado, y que esta situación que para mi punto de vista es totalmente estrafalaria, no sea nada del otro mundo, como bien dice la señora Adolfina cuando contempla a las chicas de un lado a otro con sus carnes y encantos aireándose.
                 Crecí y fui criado en un entorno lascivo las veinticuatro horas del día, y para donde quiera que mirase, el sexo penetraba en el más sutil de los rincones de La pequeña Bumel.


Continuará........................
DISEÑO GRÁFICO: MANDY BLUEE.

                  

domingo, 8 de diciembre de 2013

VICENTE Y LA ADOLESCENCIA




VEINTISÉIS.


                 Es increíble cómo la vida se nos puede transformar, en un breve suspiro, en un parpadear, o en un inadvertido giro de nuestro cuello, en una realidad totalmente inesperada y nueva. Y este impredecible cambio es capaz de transportarnos a un amanecer, o a un siniestro e interminable túnel. Y lo revelador de este hecho es que nada, pero nada, podemos hacer para evitarlo. ¡Estamos en manos de lo que vendrá, y lo mejor es entregarnos sin escatimar recursos y emociones!
                 Y esto fue lo que hizo nuestro amigo Vicente cuando aquella determinada noche conoció a la mujer de su vida, a la pródiga Dolores. A la mujer de sus lamentos y sus vicisitudes.
                 La historia amatoria entre Vicente y Dolores no terminó, todo lo contrario, continuó con mayor intensidad. Hasta el punto en que, reunirnos cualquier fin de semana con Vicente, entraba en el término de lo paranormal. Dolores lo absorbió, lo secuestró, se lo bebió de punta a rabo, sin dejar nada para su familia o los amigos. Cuando veíamos a Vicente por la calle, era porque Dolores estaba enferma. Y esto ocurría una vez al término de cada milenio. Si Dolores enfermaba, la práctica del sexo no entraba en sus funciones cotidianas porque decía que sus capacidades genitales no rendían al máximo. Así era Dolores, exigente con su cuerpo y con el del remilgado Vicente que lo tenía entrenado como un trapecista de circo en quiebra.
                 Y en este espacio atemporal, era cuando Vicente se podía mover con determinada libertad; pero como la “enfermedad” de Dolores casi siempre era un resfriado o enfriamiento por airear demasiado tiempo sus carnes a la luz, el agotado Vicente solamente contaba con el tiempo justo para recuperarse y volver a la carga cuando su amada lo ordenase. Esto es lo que sucede en una relación entre un joven recién salido de la adolescencia, y una mujer madura con una carrera distendida en estos menesteres. Pero aun así, todos, todos, pero todos, envidiábamos al afortunado Vicente que podía contemplar y palpar  una vagina o unas tetas, en primer plano y a cualquier hora del día o de la noche. ¡Dichoso Vicente que hurga en la realidad sin que nadie se la cuente o le venga con historias inventadas! Desde este momento todos le comenzamos a llamar el joven especialista en órganos femeninos, y nuestro amigo, se enorgullecía de ello; expandía el pecho, y su andar se hacía lento y seguro.
                 En el barrio la historia de Vicente se convirtió en leyenda, y el adolescente Vicente en un hombre deseado, apetecido, y suspirado por las mujeres. Y respetado, envidiado, y reverenciado por los hombres, que perdían la compostura cuando Vicente paseaba por la plaza del barrio con Dolores de la mano.
__ ¡¡Dios mío, qué buena está, es una mujer para comérsela de un bocado y no eructar ni las costuras de las ropas que lleva encima!!
                 Murmuraba el grupo de jóvenes que se encontraba en el parque cuando por la esquina surgía Vicente y Dolores.
__ ¡Paco, Paco, creo que se me está parando, se me para el, el…….corazón! ¡Qué mujer Paco, qué mujer…………!
                 Le decía un anciano a otro.
__ ¡No me había fijado en Vicente, pero, está bueno! ¡Es un hombre muy interesante!
                 Una amiga le confesaba a la otra.

                 Esta relación ha revolucionado el vecindario. Si sus habitantes supiesen la mitad de los detalles que nosotros, por ser amigos de Vicente sabemos, la libido estaría por las nubes en diez kilómetro a la redonda como mínimo, sin caer en exceso o falsa fantasía; pero, este privilegio es nuestro, y pensamos disfrutarlo hasta alcanzar un sideral orgasmo.     
               

Continuará....................................................  
DISEÑO GRÁFICO: ARA Y MANDY.