viernes, 30 de noviembre de 2012

“EL LÍMITE”


                                     

                --“¡Puede ser que el límite de mis posibilidades esté rebasado y no lo quiera reconocer! ¡De cualquier manera continuaré intentándolo!”—Constantemente me lo pregunto y no encuentro la respuesta aún. No me refiero a una cosa concreta no, hablo del mismo límite, el que me he impuesto para justificar mis acciones. ¡Siempre digo lo contrario pero lo que busco es el límite, el propio límite que me restringe mis más profundas decisiones!    
                Y lo más triste es que al final no sé cómo salir del atolladero en que yo mismo me he metido. ¡Si es lo que digo, es una cuestión de límite! Porque si no existiera un límite todo sería bien diferente. No tendría ningún reparo en confesarles que yo, el que les escribe, no es portador de ninguna especie de límite, pero siempre cuento con mis límites para moverme por la vida. 
                No les hablo de precaución, todo lo contrario, desentenderme de mis límites me pondría en el camino a lo que universalmente llamo “estado perenne de ser sin aledaños,” que es algo parecido al que encuentra lo que busca porque no tiene límites, pero me cuesta llegar a una ordinaria definición de este abstracto concepto. Atravesar de principio a fin una situación, o un espacio tiene sus límites, pero esta acción no la deberíamos considerar. ¡En fin llegar al límite es el comienzo de cualquier propósito que culminaremos si no mantenemos los límites!  

 Fotos:ARA.
      

Continuará.........................