viernes, 11 de mayo de 2012

“UN HOMBRE”





                     ¡Está de pie, cerca del banco! ¡La luz de la luna magnifica su cuerpo viril! ¡Es bello, muy bello para unos ojos imperfectos como los míos! ¿Estará casado? ¡Dichosa la mujer que cada noche se va a la cama con este ángel! ¡Sí supiera que solamente al contemplarlo mi piel se ruboriza! ¡De un lado a otro va por todo el banco, con su pecho desafiando lo imposible! ¡Todo en él es seguridad, fuerza, hombría! ¡Lo amo! ¿Si supiera su nombre? ¡Es igual, me conformo con mirarlo un instante cada día! ¡No quiero que se de cuenta que lo observo! ¡De cualquier forma, no se fijaría en una mujer como yo! ¡No estoy a su altura! ¡Sí! ¡Creo que se llama Marron! ¡Como su pelo, su culo, sus pantalones, sus ojos, sus zapatos, su infinita elegancia, como todo su ser!
                ¡Si supiera que estoy sola! ¡Qué lo deseo¡ ¡Solamente me conformo con estar a su lado un instante cada día! ¡Si él lo quisiera, haríamos el amor sin control, con la fuerza de sus brazos y con la experiencia de sus años! ¡Llegaría a los rincones más ocultos de su cuerpo y lo bañaría de besos intencionados y húmedos! ¡Si él lo quisiera, mi mundo sería otro, y el suyo inmortal! ¡Sobre este mismo banco mi cuerpo y el suyo cabalgarían sin rumbo por toda la ciudad, hasta que el amor se amontone! ¡Pero soy una mujer insignificante, y él es un hombre impresionante! ¡Creo que me marcho! ¡No pasaré más por aquí!  


“UNA MUJER”


                



                          ¡Está de pie, cerca de una farola! ¡La luz clara de la bombilla dibuja su contorno! ¡Es hermosa, extremadamente hermosa para unos ojos imperfectos como los míos! ¿Estaré soñando? ¡Por si a caso, no voy a pestañear! ¿Cómo les puedo describir este ángel vestido de blanco, que no deja de  cambiar el peso de sus caderas de una pierna a la otra? De un lado a otro se mueve, y yo, de un ojo al otro la describo. ¡En este instante puedo decir que la amo, que no podría estar sin verla, y que cada día haré lo imposible por contemplarla! ¿Cómo se llamará? ¡Es igual! Su nombre está grabado en todo su cuerpo. ¡No puedo dejar de contemplarla, pero sin que ella lo note! ¡Sí! ¡Su nombre es Blanca, como su vestido, sus ansías, sus zapatos, su aura, su pañuelo, su sonrisa, como todo su ser!
                ¡Si supiera que estoy solo, que la deseo! ¡Simplemente me conformaría con estar a su lado un instante cada día! ¡Si ella quisiera haríamos el amor sin tiempo ni distancia! ¡Solamente con la voluntad de los dos! Le entregaría los años que no he vivido, mi paciencia sin límites, los pensamientos ocultos, los que quedarían para la vejez y que ahora se me agolpan en la memoria. Las ilusiones, mis alegrías y sobre todo, mis ojos, para que no me reproche nada. ¡Y cada jornada, a la misma hora, mi sexo y el suyo danzarían bajo la luz de la farola componiendo sombras chinescas; pero no creo que ella me desee.  ¡Soy un ser insignificante, y ella es una mujer bella! ¡Creo que me marcho!