jueves, 18 de octubre de 2012

¡ LA EXCITACIÓN!




PARTE 25.
                 Un amasijo de órganos encabritados permanecían enredados entre la maleza del bosque. Tres cuerpos. La única intención, perderse para siempre por acción de los sistemáticos actos de afectos del uno con el otro. Una demostración de entrega sin precedente de ningún tipo. Sobre la hierba la piel de Tatiana, la de Flavia, y la mía, se dejaron llevar por el engaño de las palabras y por el latir de los sentidos. Sin ninguna intención maliciosa, los tres logramos abrazarnos con la ayuda de nuestras manos. Enlazamos los dedos para hacer posible la unión de los labios, los pechos, las caras, y cualquier miembro decidido a experimentar nuevas sensaciones. ¡No sabíamos lo que estábamos haciendo, pero teníamos una agradable sensación de complacencia!
                 Sin darnos apenas cuenta entramos en una sucesiva muestra de habilidades acrobáticas; pero siempre, sin dejarnos de seducir. Estos dos encantos de seres me llevaron de la forma más ingenua posible a su mundo de fantasía. Sin ser consciente penetré en un espacio irreal que me conmovió los sentidos, liberó mi mente y despejó cada una de mis articulaciones. Quedé listo para improvisar sin cuestionar los resultados. Me sentía que estaba vivo, que por primera vez respiraba con todos los poros de mi piel. De este mismo modo supe que el amor siempre está presente en cada cosa que nos rodea. El amor no se crea porque siempre habita en lo desconocido. Hay que tener ojo con su poder, porque es tan inmenso que nos puede destruir. ¡Estas sensaciones las fui experimentando con todas sus consecuencias, desde el día en que Tatiana y Flavia llegaron a casa de los abuelos! Ahora nuestros cuerpos enlazados junto al río no desean encontrar la lógica de sus actos.
                 No puedo decir que la boca de Tatiana cometiera pecado al besar los labios de Flavia, ni que sus manos se crucificaran al sostener mi sexo excitado con alevosía. No, seguramente que no, porque yo haría lo mismo ante una plasticidad tan comprometedora y auténtica. Mi prima y su amiga me han enseñado que primeramente nos debemos abrir en espera de algo positivo, y si llega, es porque nuestra naturaleza es similar al recorrido de las energías sexuales del universo. ¡Aún no he experimentado con todas mis posibilidades reales, pero ahora estoy dispuesto a una transferencia de mi piel, mis músculos, mis órganos y mi ser, al acto del placer continuo y sin pausa junto a mis ángeles salvadores! ¡Flavia, Tatiana! ¡Estoy aquí!    
                    
Continuará.............................
Fotos: ARA y Mandy.