martes, 31 de julio de 2012

¡VICENTE Y LA ADOLESCENCIA!





SEIS.

                Vicente estaba eufórico. Quedamos con él entre semana porque ahora sus noches le pertenecían a Dolores, la amiga que hizo de su pito un verdadero campeón. ¡Es curioso que en la primera cita Vicente sintiera los dolores a gusto y regusto! ¡El que no quiere caldo dos tazas! ¡El dolor le entró de lleno en su vida! Pero nada de esto fue significativo para el amigo Vicente, que se enfrentó al mundo por una mujer, la primera mujer de su vida que lo transformó de adolescente a hombre.
                Dolores era un encanto. Cuando la conocimos, después de varios meses de espera porque estuvieron de luna de miel hasta ahora, supimos que Vicente se llevó el premio gordo de la fiesta. Ella llevaba consigo un embrujo que nublaba el entendimiento. Fue cuando comprendimos que Dolores hizo la función de anestésico mágico para que Vicente aguantara casi toda la madrugada antes de correr al hospital. ¡No importaba que su pene estuviera en juego, si ante él un mundo nuevo y seductor se le mostraba de par en par!
                ¿Cómo pudiera describir a Dolores? Desde nuestra visión adolescente, los adjetivos no hacían honor a su presencia. Es verdad que cuando la vimos la primera vez después de la noche de la fiesta, quedamos impresionados por su edad. No porque pareciera mayor, no para nada, es que su cuerpo, y la manera de expresarse estaba por encima de nuestra edad. ¡Una atractiva mujer que hechizó a la pandilla! Cualquiera de nosotros hubiera dado algo más que el pito por una noche de lujuria con Dolores.
                No voy a dar un detalle que no estuviera en su persona. ¡Puede ser que piensen que no seré objetivo! Esto que les contaré es la opinión del resto del grupo y la mía, menos la de Vicente, que poseía la fuerza de los hechos, y mantenía en secreto los pormenores para soltárnoslo a cuenta gotas. De cualquier manera Vicente alcanzó el olimpo, y nosotros la complacencia con el mirar. Las historias de nuestro amigo se hicieron comunes cada semana, cuando las aguas regresaron a su cause. La noche del miércoles, Vicente dejaba a Dolores sola por un par de horas para encontrarse con nosotros. Lo esperábamos en el parque como agua de primavera.
                    

Continuará....................................................  

lunes, 30 de julio de 2012

¡LA EXCITACIÓN!





PARTE 12

                Este verano sabía que podía ser sumamente personal e intenso, sin incluir la sorpresa de Flavia. Desde el último encuentro en casa de los abuelos con mi prima Tatiana había pasado dos años. En dos largos años cambiamos mucho en todos los sentidos. Mi prima fue internada en una escuela privada por motivos familiares, y entonces los veranos dejaron de ser lo que eran. ¡Dos largos años sin mi prima! No la podía olvidar por mucho que intentara alejar las memorias. Fue la época en que los estudios se complicaron, y la cabeza dejó de estar sobre los hombros para viajar sin rumbo.
                En las familias si los problemas no se solucionan llegan los abuelos con la salvación. Me tomaron de la mano y le dijeron a mis padres que me llevarían a vivir con ellos durante todo el año. Posiblemente lo más acertado que me ha pasado hasta ahora. Un día recibí una carta de Tatiana, me decía que me extrañaba de más y que su vida en el internado no fue nada fácil. Muchas noches pensó en escapar del colegio y salir corriendo hasta llegar a casa de los abuelos. Por suerte al terminar la primavera los padres decidieron probar como última opción, la casa de campo de los queridos ancianos.
                ¡Y llegó el día esperado con sorpresas múltiples! Deseaba este encuentro para hablarle de la carta a Tatiana, y Tatiana llegó con Flavia y sus habilidades. En realidad después del encuentro en la hamaca, las palabras dejaron de ser el centro para discurrir en una tarde caliente de julio. ¡Pienso que será mejor  dejar pasar los motivos y centrarme en las realidades!
                ¡El río y Tatiana! ¡La última vez sintió vergüenza ante mí con su cuerpo semidesnudo! ¿Cuál será su reacción ahora? ¿No es posible lo que me está pasando? ¡Le he pedido al cielo, y a cada uno de los dioses poderosos del universo que volvamos a encontrarnos! Al parecer mis súplicas fueron oídas con firmeza, porque llegaron dos hermosas almas con sus respectivos cuerpos.
__ ¿Qué haces? –Di un salto al escuchar la voz de Tatiana.
__ ¡He........! ¡Estaba pensando en...........! –No sabía qué responderle.
__ ¡No importa, no tienes porque ponerte colorado! –Sus palabras se abrieron en mis oídos como agua fresca-- ¿Todo este tiempo has pensado en mí?
__ ¡....................! --Qué le podía responder cuando sabía que era cierto-- ¡Tatiana tengo que decirte........!
__ ¡Más tarde! ¿Nos bañamos en el río? –Se sentó a mi lado y con su mano comenzó alisar mi pelo-- ¡Has cambiado mucho, eres todo un hombre! –Y su mano se fue deslizando con dulzura por mi cara hasta llegar al cuello.
__ ¡Tú también has cambiado! ¡Estás más completa, quiero decir...........menudo desarrollo en dos años!
__ ¡Los dos hemos cambiado para bien! –Puso los dedos de su mano sobre mi cuello y comenzó a frotarlo de arriba a bajo-- ¡Tienes un cuello largo y grueso! ¡Me gustaría lamerlo!
__ ¿Dónde está Flavia? –Fue lo primero que me vino a la mente porque su voz me había excitado.
__ ¡Se está bañando!
__ ¿En la casa? –Le pregunté.
__ ¿No la vez como está nadando?
                Al igual que Tatiana, Flavia llegó silenciosamente al río. No lo noté porque estaba bajo el embrujo de su voz y sus manos. En el agua, el cuerpo desnudo de Flavia se sumergía y salía a la superficie como un delfín realizando sus rutinas. ¡Ante mis ojos las imágenes de mi vida, y a mis oídos las palabras melosas de Tatiana! ¡Glorioso día de verano!

Continuará.............................

Fotos: ARA y Mandy.

domingo, 29 de julio de 2012

“LA MEJOR HORA PARA PROPORCIONARNOS UNA AUTO-SATISFACCIÓN “





  (CAPÍTULO X)

                El espejo frente a nosotros. En la habitación y de pie, él o ella. Del otro lado, dentro del espejo, la imagen que hasta ahora no hemos encontrado. Posiblemente lo que vemos en el espejo no sea la esencia real de nosotros mismos pero con la continua observación diaria la hemos aceptado por válida. ¡El espejo nos muestra lo que deseamos ver y nuestro reflejo se hace por fuerza realidad! Esto sucede porque estamos entrenados para crearnos perfiles preconcebidos en lo que vemos de antemano. Quiero decir, que antes de mirarnos en el espejo tenemos proyectada y seleccionada la idea en el cerebro.
                 Es necesario empezar de cero. Tenemos que descubrirnos. Somos niños curiosos ante una imagen que nos imita en todo y que nos parece entrañablemente familiar. La idea es jugar. Seguir las líneas del movimiento de nuestro cuerpo en su máxima expresión. Nosotros proponemos una pauta y la imagen en el espejo la repite. Dibujamos, creamos figuras, examinamos cada parte de nuestro cuerpo como si fuera observado por primera vez. Podemos concentrarnos en la piel, en los órganos sexuales, en cada articulación, en los orificios esparcidos por todo el cuerpo, y en las expresiones faciales. ¿Quién es el ser que tenemos ante nosotros y se mofa de nosotros? ¡Es lo que tenemos que descubrir con la minuciosa observación!
                                  Este descubrimiento tiene que ser sin miramientos y auto-complacencia. Si descubrimos errores, defectos, irregularidades, y partes nada armoniosas, mucho mejor, estamos por buen camino. ¡Es la mejor vía para descubrir al ser que llevamos dentro y conquistarlo! ¡Es el principio para encontrar la verdadera belleza!


 (CAPÍTULO XI)


                ¡Estamos frente al espejo! Con las ropas que antes mencionamos. ¡Si no es necesario no se desnuden! Pero el no desnudarse  significa que la imagen opuesta no ha sido muy exigente y se conforma con un falso reflejo. ¿No deben delimitar nada? De un lado estamos nosotros, del otro, en el espejo, lo que somos o intentamos ser. ¡El conocimiento llega por una observación profunda de cada detalle y la aceptación de lo desconocido!
                 ¡Nos miramos a los ojos! Vemos posiblemente arrugas, ceño fruncido, admiración o extrañeza. Un rostro que antes no habíamos observado. ¿Es posible que yo tenga esta expresión? ¡Pensándolo mejor, no me reconozco! ¡Esto sucede cuando comenzamos a ver! ¡Mirar, lo hacemos todos los días! Es muy complicado convivir con un extraño durante largos años. ¡El conocimiento molesta y duele, pero mucho!
                 Les decía que siempre se observa lo externo. Es en lo primero que nos fijamos ante el espejo. ¡Demos un paso más! Todos estos pliegues en la cara. ¿Por qué tengo estos gestos y esta actitud? Veo un rostro que no es el mío. ¿Pude cambiar tanto en tan poco tiempo? ¿Ese recuerdo que tengo de la infancia dónde está? ¡Si todos los días salgo a la calle con esta cara desencajada y amargada, es posible que las cosas no me salgan bien! ¡El entre cejo está arrugado! ¡Por mucho masaje, se frunce de la manera más humillante! ¡Mi boca! No tiene una línea armoniosa. ¡Está contraída!
                 Esto es una superficial observación de los surcos del rostro. Marcas que hemos alimentado por vivir encerrados en una imagen falsa. Puede ser que todos estos gestos y acciones no sean auténticos; sino, que fueron tomados de otros comportamientos cercanos. De familiares, amigos, patrones seguidos por revistas, o imágenes difundidas. ¡Lo peligroso de todo esto es que siempre se imita lo negativo! ¡Falsificaciones dañinas y mal orientadas!
                 Ahora estamos a tiempo de encontrar la verdad en nuestro interior. De sacar lo positivo y lo mejorable. De ver más allá de los demás, y de comenzar a caminar por primera vez. Para todo hay tiempo, y no dejar que las preocupaciones, los agobios, y frustraciones dominen nuestra vida. Ante todo tenemos que sentir que somos libres, y que cada día que comienza es una nueva oportunidad, que si no la aprovechamos, no se volverá a repetir. Una hora que perdemos no regresa, no solamente por el espacio tiempo, también, porque cada minuto es único. ¡Nada es repetible! Tenemos que aprender a sacar los secretos ocultos, y de mirar el instante como lo que es. ¡Un corto espacio de tiempo que jamás se repetirá en nuestras vidas!



(CAPÍTULO XII)

Imitaciones Interpretadas:

                Uno de los objetivo de encontrar la imagen opuesta frente al espejo no es otro que el descubrimiento de los diferentes personajes ocultos en una sola forma. Es la posibilidad de un desdoblamiento simple y puro. ¡Llegar al reconocimiento! ¡La sorpresa! ¡Lo que no esperamos! ¡Los matices insignificantes! ¡Los diferentes yo! Esto sería a través de lo que proyectamos ante el espejo.
                Por todo esto la preparación anterior es fundamental. ¡Nos hemos quitado las ropas haciendo muchas pruebas antes! ¡Sin limitaciones y auto censuras! Si pensamos que no lo estamos haciendo bien, probemos nuevamente hasta encontrar el camino correcto. No piensen que estamos ante un espejo haciendo un Striptease, una locura sin sentido, una tomadura de pelo, hedonismo, o cualquier pensamiento que se cruce por la cabeza. ¡Si así fuera, utilícenlo! ¡Es el momento de aprovechar la oportunidad, y explotar la improvisación para alimentar la imaginación! Las vías para llegar a un resultado pueden ser cuestionadas, dependen de las personas como seres independientes. ¡Lo importante realmente es el resultado, y si al final nos valió para nuestro propósito! La metodología es complicada y variada, y cada maestro, como se afirma, lleva su libro bajo el brazo. Por todo esto les digo que vosotros sois los únicos que pueden negar al maestro con sus conocimientos y experiencia continuada. ¡Eso no lo olviden nunca!
                ¡Vamos a las “imitaciones interpretadas”! Antes nos miramos con lujo de detalle. Por delante, por detrás, de un lado, del otro, de espalda, inclinados hacia ambos lados. Con la cabeza entre las piernas y de espaldas nos miramos nuestro ano, cada pliegue, cada rincón, las sombras y los reflejos, el rose de los años, y sus deformaciones por su uso y desuso. ¡Soltamos y relajamos el esfínter para disfrutar de las variaciones expresivas de nuestro orificio tabú! Posiblemente sea una posición complicada y comprometedora, pero es lo que estamos buscando para llegar a la sinceridad con nosotros mismos. ¡¡Importante, sumamente importante no engallarnos poniendo trabas para no continuar!! ¡El conocimiento trae sufrimiento y dolores de cabeza, pero cuando se cruza la meta, es un placer incomparado! ¡Si no somos capaces de enfrentarnos en la intimidad a instantes comprometedores, qué nos puede quedar para la vida pública! ¡En la sociedad seríamos un cero, un reflejo que va y viene pero que no llega nunca a materializarse! ¡El fantasma que vemos ante el espejo cuando nos miramos por casualidad!
                Interpretar nuestra versión y muchas más, nos refuerza la existencia. ¡Nada está hecho en vano! ¡Hay que encontrar la posible verdad! El ano es un ejemplo más, pero utilizado para llevar el ejercicio al máximo de sus posibilidades. ¡Y si es necesario  recurriremos a otras vías, posibilidades, o variaciones para encontrar la imagen opuesta! ¡Sigan ensayando con su ano, sin términos de ideas y de espacio!¡Los límites están únicamente en las mentes!

(CAPÍTULO XIII)

Imitaciones interpretadas:

                La primera pregunta que nos tenemos que hacer cuando nos ponemos ante el espejo es, si nos encontramos verdaderamente a gusto en la vida. Preguntar por la felicidad es muy abstracto, debemos ir a una cosa concreta, que podamos observar y palpar. ¡Si vemos lo que no deseamos en el espejo, nada ha funcionado y debemos empezar! Todos los ejemplos están encaminados para lograr una satisfacción plena de nuestra existencia. La vía, el método, o la forma en que llegamos ha un resultado es lo menos importante. Mis experiencias están fundamentadas en lo visual (el cuerpo) para inducir la actividad (el intelecto), un complemento imposible de llevar por separado.
                ¡Un ejemplo! Estoy desnudo frente al espejo. Veo mi imagen y dejo que el cuerpo se manifieste sin imposiciones. Libremente, sin premeditar nada comienzo un movimiento, y lo continúo siguiendo la lógica del cuerpo. ¡Esto sería la lógica del movimiento, dejar que la mano, el antebrazo, el brazo, ondulen hasta llegar al hombro! Esto es un ejemplo, se puede seguir esta línea por todas las articulaciones de nuestra anatomía sin censura. ¡Simple trabajo corporal! Un pie comienza a dibujar un círculo en el espacio, se le suma la pierna con la rodilla hasta llegar a la pelvis. ¡La línea del movimiento es infinita y su creatividad portentosa! ¡No debemos ponernos fronteras, las fronteras si están se derriban! ¡El camino comienza únicamente cuando los pies  están en marcha, antes imposible! ¡No se queden en lo más fácil, busquen lo complicado, lo rebuscado, el imposible; porque al final, encontraremos la recompensa auténtica en lo oculto!
                Después de disfrutar y reconocer un cuerpo al que no estábamos familiarizados visualmente, debemos seguir un poco más en el ejercicio. Hasta aquí, esto nos tiene que producir un placer al menos insólito o infrecuente. ¡Ahora intentaremos hacer una imitación basada en estos movimientos, pero con un sentido pragmático! Siempre hago hincapié en los órganos sexuales, o en las partes más púdicas de nuestra morfología porque es la escala que mide los complejos e inhibiciones que nos impide dar el siguiente paso. ¡Si tratáramos al clítoris, el pene, la vagina, el ano, los pezones, y lo que he dejado por nombrar de la misma forma que nuestros ojos, la boca, el pelo, la espalda, los dientes, los pies, etc., la sexualidad sería una prolongación más de las acciones diarias, y nuestra presencia estaría iluminada  para nuestra prosperidad.   



 (CAPÍTULO XIV)

                 La imagen que nos muestra el espejo debe ser consecuente con nuestros ideales y en ningún momento engañarnos con una ilusión óptica. ¡Veremos en el espejo lo que únicamente deseamos apreciar! Anhelamos ver a un hombre dotado con todas las cualidades y medidas necesarias para sentirnos bien, pues posiblemente lo veremos, pero no es la esencia de lo que andamos buscando; estamos inmersos en una condición algo más particular. Ante el espejo una hermosa mujer se pavonea con los pechos armoniosos y tersos que hacen perder el sentido, puede ser, pero deseamos algo sumamente significativo. ¡El espejo es el reflejo de nuestros deseos no alcanzados!
                Un ejemplo concreto. Si estamos entre los dieciocho y los veinte años y nuestro objetivo es la interpretación de un hombre con experiencia y maduro ante decisiones variadas, comenzaremos por sentir en el cuerpo la caída de los años. En la escena, el teatro, la mayoría de los actores que interpretan a un anciano, se quedan en el factor externo simplemente, asiendo del personaje un cliché de un ser torpe y achacoso por los años. Para interpretar a un anciano hay que partir de nuestra situación actual para llegar a él! ¿Cómo seríamos nosotros con cincuenta o sesenta años más? ¡Si actualmente caminamos de esta forma, nos movemos de la otra, o hablamos con gestos amplios, seguramente lo continuaremos haciendo con matices mayores, sin tener que llegar a una imitación burda de un ser no real! ¡No podemos comenzar por crear a un anciano partiendo de su estado físico, primeramente hay que pensar, cómo nosotros lo haríamos con cincuenta o sesenta años más! Es llevar nuestra postura al comienzo de las experiencias vividas.
                ¡El observar nuestro comportamiento desde ahora, nos llevará a un futuro mejor!


(CAPÍTULO XV)

 Se supone que a estas alturas cada uno de los ejercicios expuestos ha sido experimentado de una forma amplia e imaginativa, llegando hasta el límite impuesto por nosotros mismos. Partimos de unas pautas, las examinamos, y si deseamos las modificamos a nuestra necesitad y placer; y al final, descubrimos que dentro de nosotros mismos hay muchos entes dispuestos a manifestarse.
                La imagen opuesta, la meditación, el espejo, las imitaciones interpretadas, el análisis detallado de cada elemento corporal, el disfrute pleno de nuestro espacio más íntimo y privado, las reflexiones, y el entrenamiento psíquico, nos conducirán a una auto-satisfacción nunca antes experimentada. ¡La vida y su entorno la debemos asumir de la manera más relajada posible, para que nuestra existencia perdure por un tiempo dilatado; pero el disfrute y complacencia de nuestra sexualidad, debe ser tomada con una perspectiva compleja para que el instante sea sublime! ¡Comenzamos auto-satisfaciéndonos por convicción y para demostrar fuera de nuestra intimidad, que somos seguros y que la imaginación y la improvisación son parte del día a día!
                Con el tiempo el espejo fue mi sabedor, y lo provoqué incluyendo cuerpos desnudos que encontraba en encuentros fortuitos y concebidos. ¡Siempre protegí mi intimidad cuando la creí necesaria, y mi hora privada siguió siendo únicamente mía! ¡Tengo una intimidad compartida! ¡Para nada es motivo de preocupación! ¡Somos partícipes de algunos secretos, y llegado el momento, mostramos lo aprendido a los demás, y todos degustaremos el manjar suculento del sexo!
                Por encima de todas las prácticas, entrenamientos, o experiencias, nunca soy el mismo, porque en mi cabeza siempre las ideas están transitando. ¡Les invito sinceramente a que la imaginación permanezca por siempre en ustedes, y en cada encuentro mantenido, si estamos solos o en compañía, dejarla libre, pero sin permitir que deserte!  


Continuará..............      

Fotos: ARA y MANDY.

sábado, 28 de julio de 2012

¡VICENTE Y LA ADOLESCENCIA!




CINCO.
__ ¡Hola! ¡Soy Vicente!
                De esta forma se presentó nuestro amigo Vicente a la joven que permanecía apartada en una de las esquinas del salón con un baso de bebida en la mano. Sinceramente después de percatarnos de su presencia no dejamos de observarla en ningún momento. Se mantuvo apartada y sola hasta que llegó el galán de la camiseta negra. Como saben, Vicente no se prodigaba en palabras, y sin demasiada floritura iba al grano. Sin que se diera cuenta nos fuimos acercando para escuchar la voz de la joven y todo lo que se perdiera en el espacio.
__ ¡Me llamo Vicente! ¿Quieres bailar?
__ ¡Como quieras! –Le contestó la joven y dejó el baso de bebida en la mesa del salón.
                En estos años se intercalaba una música lenta entre ritmos movidos. De esta forma las parejas podían intimar sin prisa; pero Vicente no necesitaba apoyo para desarrollar su poderío.
__ ¡Me gustas mucho! ¿Quieres que nos veamos en otro sitio?
                Después de la melodía extremadamente romántica, Vicente y la joven escaparon del salón en dirección a la calle. Antes de marcharse y desde la puerta, me dijo con un movimiento de labios --¡Mañana te cuento!-- El mañana para Vicente es relativo. Pasaron nueve días antes de encontrarnos nuevamente a nuestro amigo. El siguiente fin de semana lo pasamos sin él, y era la primera vez que sucedía.
                La joven de la fiesta resultó ser algo mayor que nosotros, entre quince o veinte años. La chica pasaba de los cuarenta y tenía un hijo de doce años. Todo esto para nuestro amigo carecía de importancia, porque estaba viviendo los mejores momentos de su corta existencia. La misma noche de la fiesta ella lo llevó hasta su casa, y estuvieron haciendo el amor hasta que los puntos del pene de Vicente saltaron por los aíres de tanto frotar. ¡El semental de la camiseta negra estaba en la gloria! Me contó que fue consciente de las recomendaciones del médico cuando notaron la sangre.
__ ¡De tanto hacer el amor te ha llegado la regla! –Le dijo Vicente.
__ ¿No puede ser, hace una semana que la he pasado? –Se cuestionaba ella mirándose las entrepiernas.
__ ¡Mierda! ¡Mi pito! ¡Tengo el pito pelado como un plátano! ¿Dónde hay un médico?
                Y a medio vestir Vicente y su amiga salieron en dirección al hospital de guardia; por el camino él le contó su tragedia. Esto fue nada más que el comienzo de unas interminables sesiones de lujuria. De una vez y por todas Vicente dejó de ser caballero cubierto y entró en los brazos de la fornicación. Su pene se inflamó, desgarró, cambió de coloración, pero nunca le falló; continuó erecto a todas horas dándose y dándole placer a la mujer que lo desvirgó literalmente.
                Cuando lo volvimos a ver, era otro, ostentaba un porte imponente y una seguridad que antes no poseía. Nuestro querido Vicente llegó con sus historias carnales que lo mantenían alucinando. Cuando nos contó su primera noche al salir de la fiesta, todos deseamos estar por algunos minutos en la piel de nuestro amigo Vicente, aunque el pito perdiera los puntos y algo más.      

Continuará.................................................... 

“LA MEJOR HORA PARA PROPORCIONARNOS UNA AUTO-SATISFACCIÓN “


                               


(CAPÍTULO I)

                ¡La mejor hora puede ser esta, depende de ti, o de vosotros! Es la hora en que no estamos, cuando permanecemos ajenos al mundo atávico que nos estropea los sentidos. En este momento debemos invitar a nuestro cuerpo a un viaje, dejándolo en calma total y por el momento en reposo. Posiblemente en el primer intento no se logre, pero con la práctica se va modelando la auto-satisfacción. Lo importante de esta experiencia, es que el tema es amplio, podemos llegar a la auto-satisfacción en cualquier materia que ensayemos hasta ponerla en práctica. ¡Ojo! Refiriéndome a la sexualidad, lo importante de esta auto-satisfacción es que no lleguemos nunca a un orgasmo, por ningún motivo o razón; si por algún motivo esto sucede, no sería una auto-satisfacción, solamente una liberación de voluntad. Cuando el hombre eyacula, o la mujer experimenta espasmos vaginales, aunque sea por medio de la masturbación, no es una auto-satisfacción, es únicamente energía que se escapa sin control, dejando nuestro sexo al olvido. Este momento debe ser trascendental.
   El control llega con la práctica, y en las primeras tentativas hay que estar muy alerta para no tomar por el camino errado. Lo primero es encontrar la hora adecuada para nuestras intenciones; siempre, y es sumamente importante, debemos estar con el estómago limpio, vacío de todo alimento y sustancia tóxica que pueda dañar la auto-satisfacción. En ayunas es una hora recomendable, después de pasar por el baño y evacuar todos los líquidos y sólidos que ha retenido el cuerpo de la noche anterior. Seguidamente un baño con agua tibia, que se adapte a la temperatura ambiente. 
Las mujeres no utilizar la ducha de mano en la vagina, puede cambiar el PH de la misma. Solamente pasar muy suavemente, con la mano contraria, los dedos por los labios externos y comprobar la tonalidad de la misma, no deben llegar a estar sonrojados, más bien pálidos. Si poseen mucho bello púbico, nunca rasurarse, puede provocar pérdida de sensibilidad. Con todo cuidado se toma un peine y se va apartando cada mechón de bello púbico, hasta formar dos escuadras bien alineadas, una a la izquierda y la otra a la derecha. A continuación, se toma el dedo índice de cada mano y se presiona lentamente cada labio por la zona externa hasta que la vulva haga acto de presencia. La vulva debe estar relajada, pero radiante. Grabaran en su mente cada rincón de su anatomía, su volumen y grosor. Con un espejo, comprobaran su color.  
Los hombres deben terminar el baño, cuando vean que el escroto se ha reducido y los testículos comiencen a hacer más pequeños que de costumbre. Nunca permitan que el pene intente engordar, es un mal síntoma y posiblemente arrastraría malas consecuencias. No dejen que las venas conquisten la piel. Lo mejor es tomar una cuerda elástica con cada mano y depositar sobre ella el falo, y con un movimiento pelviano lanzarlo al viento una y otra vez con la misma intensidad. En ambos casos la ducha debe ser solamente con agua.
Ahora estamos listos para dejar el cuerpo desnudo y mojado sobre una cama cálida y blanda. Y aquí llega el comienzo del aprendizaje de la auto-satisfacción. ¡Pero esto será en otra lección.




(Capítulo II)

                La habitación debe de estar limpia. Sobre la cama sábanas recién lavadas, si son nuevas mucho mejor, pero de todas formas pasadas por agua. No utilicen productos que interfieran en el proceso. Aunque se piense lo contrario, la habitación debe estar ventilada y con luz natural, para tener una visión  real y completa de nuestro cuerpo. Recuerden, nada de música, tenemos que comenzar por escuchar a nuestra piel, que con el tiempo nos guiará a nuestro sexo. Todo elemento sonoro externo por el momento está descartado (más adelante se podrán añadir elementos para enriquecer la auto-satisfacción). Para llegar a una verdadera auto-satisfacción se necesita una evolución del cuerpo y de la mente. Como dije en el capítulo anterior, llegar a una masturbación es sencillo, pero sentirse realizados por medio de la auto-satisfacción es algo más complicado. La auto- satisfacción no termina, cada momento es una prueba que supera el anterior, llegando hasta donde estamos dispuestos a disfrutar, no hay límite. La masturbación relaja, la auto-satisfacción conforta.
Este ejemplo de la habitación y la cama es para principiantes. Para tener la base de una posterior y más variada auto-satisfacción, todo lo externo es aplicable, dependiendo del entrenamiento que tengamos. Poco a poco y muy lentamente iremos incluyendo elementos que enriquezcan el proceso, pero por ahora no. Si comenzamos por el final, el placer será un simple espejismo. Todo es evolutivo y para llegar a la gloria hay que comenzar desde muy abajo. Conociendo nuestro cuerpo lograremos el control para alcanzar otra dimensión. Si queremos crecer, tenemos que alimentar las raíces. 
Esta noche, dejen el cuerpo desnudo, abierto al universo, despejen la mente de todo lo terrenal y comiencen el viaje. En la mañana seguramente serán más felices, es el comienzo.




(CAPÍTULO III)
                Posiblemente para el hombre una de las mejores horas para la auto-satisfacción esté entre las últimas horas de la madrugada y el amanecer, que puede o no coincidir con el horario de la mujer. Cada uno somos un mundo, y la generalidad no siempre tiene la verdad absoluta, y en pocas ocasiones es objetiva.
Si la noche anterior han dormido completamente desnudos y en alerta. Cuando digo en alerta es sexual y mentalmente. En la mañana (o cuando puedan) deben escribir la experiencia de la placentera noche vivida. Si al leer esto que les trasmito ponen peros, o no están abiertos al conocimiento, seguramente no funcionará. El pesimista tiene el don de permanecer, de nunca decidirse a partir, por ende, nunca llegará al final. El pesimista, es el eterno estudiante que no se arriesga. 
Cada experiencia debe de ser consciente. El hombre sentir el pene tenso desde la cabeza a los pies, estando la vejiga vacía en todo momento, y escuchar el esperma que circula por los testículos hacia el exterior de su miembro. Recuerden, sin llegar a eyacular. No es sexo tántrico, es dejar escapar, cuando se tenga dominio, de algunas gotas de fluido, y repetirlo cuantas veces estemos dispuestos a experimentar. En este nivel, el pene debe ponerse erecto solamente con la ayuda de la mente, y lograr el estimulo desde el interior. Para el hombre sería muy fácil apoyarse en el recuerdo, y dejar pasar por la mente secuencias de fotos, o escenas intensas de sexo vivido o imaginado, pero no. Es primeramente una experiencia personal, no compartida, nacida desde nuestros temores y complejos.
La mujer posiblemente esté más entrenada en esta práctica. Es fuerte, y se enfrenta desde muy joven a sus temores en soledad. La auto-satisfacción en la mujer, ha estado presente desde siempre en su mundo estrecho, impuesto por una sociedad gobernada por hombres desde el comienzo de la humanidad. Han hecho de sus temores, el arma para ser más fuertes. Cuando la mujer, realiza una masturbación, es más completa que la de un hombre, porque su entrega no es de placer, es de liberación. Es el orgasmo del fin de las ataduras.
Más adelante veremos las condiciones orgánicas y genéticas de cada uno.



(Capítulo IV)

                En el capítulo anterior mencioné los factores genéticos y orgánicos a los que nos enfrentamos a la hora de esta práctica. El factor genético es sumamente importante. Cuando conocemos a fondo nuestras posibilidades, podremos sacar un mejor partido a nuestro cuerpo. Quiero recordarles, que esta auto-satisfacción no se limita simplemente a los órganos sexuales femeninos o masculinos. ¡No! Es una práctica, que pone en alerta todo nuestro organismo, físico y mental. Cada parte del cuerpo juega un factor sumamente importante, y para completar, a nuestro cuerpo, se le suma, la genética que heredamos a la hora de nacer.
                 La genética, nuestra genética, es un don que se nos ha otorgado a la hora de nacer. La mayoría de las veces se reniega de nuestra genética, y es un error. Posiblemente muchos no estamos conforme con el tamaño y grosor de nuestro pene, con el color y los pliegues de nuestra vulva, con la forma desenfadada de nuestros testículos, o con el poco o mucho volumen nuestros pechos. Sin llegar a mencionar, todo lo que se cae por la fuerza de gravedad. ¡No son consecuentes con su cuerpo! ¡Deben sentir más amor por su persona! ¡Nadie tiene la verdad absoluta sobre los cánones de perfección y belleza! ¡Y deben recordar, que la persona que tenemos a nuestro lado, o queremos conquistar, no lo considera así, apartarla definitivamente de nuestra presencia! ¡No se merece ni un pequeño espacio de nuestra piel, o un simple giro de cabeza!
                 Hay que aprender a sacar partido a nuestras condiciones físicas. Todos estamos aptos para una auto-satisfacción. ¡Todos! Y dejar los lamentos y auto-compasión para otra vida, si es que fuera necesario. ¡En esta existencia hay que ser fuertes! Las limitaciones debemos convertirlas en virtud, y sacar partido a cada espacio, por muy pequeño que sea, de nuestra piel. Cuando nos entregamos con autenticidad, creamos una energía positiva a nuestro alrededor, que todo se hace placentero; y el que no entra en nuestro juego, por prejuicios, o por considerarnos, falto de belleza, es un mediocre que está perdido en el espacio vacío de su cabeza.
                 Cada pecho, en toda su variedad es, sublime. El volumen, la estructura de sus líneas son apasionantes. La amplitud de su aureola en complicidad con el pezón forman un binomio extraordinario. Toda la genética respecto a la forma, color, tamaño, desprendimiento del músculo, es completamente bello, sin excluir ningún ejemplo. La cantidad de elementos en nuestro cuerpo, también está registrada en nuestro cerebro como una verdad absoluta, pero no es verdad. Piensen por un momento la visita de una dama con tres o más pechos, o de un caballero con dos penes, o tres testículo. ¡Es una experiencia alucinante! Algunas culturas, consumen alimentos o carnes, que para otras, sería una abominación, y viceversa. Esto da la medida, que la verdad no es absoluta, y que todo es sumamente extraordinario y bello. ¡Todo! Dependiendo del ojo de quien lo mire, el milagro será realidad.




(Capítulo V)

                El factor orgánico es el otro cincuenta por ciento dentro del juego apasionado de la auto-satisfacción. Les había mencionado sobre las formas, tamaños, grosores, o aspecto en general de los órganos sexuales tanto de la mujer como del hombre. Todos los tabúes que tenemos sobre este aspecto, debemos dejarlos a un lado y comenzar de cero. Lo importante dentro de esta práctica es sacar el mayor partido a cada una de las zonas de nuestro cuerpo, y para lograrlo, hay que conocerse más y mejor. Hacer de una limitación, una virtud. Cuando pensamos que no damos la talla, o que no estamos a la altura de una circunstancia es falso, debemos verlo como una meta que debemos de lograr.

En el escaparate de la humanidad, cada uno de nosotros contamos con posibilidades variadas (en cuanto al sexo y al placer) que nos identifican para bien o para mal, y esto es nuestro don. En la auto- satisfacción no hay fronteras. Un pene pequeño, retorcido o flácido, es tan sublime, o más, que uno que se toma por normal. Una vagina poco profunda, estrecha y seca, es tan deliciosa como cualquier otra. Un cuerpo sin líneas, de estructura mayor, y de piel curtida en mil batallas, goza de belleza y pasión si su dueño o dueña lo desean. Cada ser humano porta infinitos secretos por descubrir, y cada edad trae consigo un embrujo y su verdad. Hay que vivir cada momento como si fuera el último de nuestras vidas, y en todos ellos entregarnos sin medida ni condición.

Se de un hombre que dejó de practicar el sexo porque su erección no era completa. Con los meses la disfunción fue mayor y probó con las pastillas milagrosas, hasta dejar su órgano al olvido. ¡Esto es lo menos indicado! ¡Lo peor que se puede hacer! Este hombre no llevaba una vida sana físicamente. El poco ejercicio de su cuerpo y los excesos de todo tipo en su dieta, lo convirtieron en un paralítico sexual. Se abandonó en cuerpo y mente, y su órgano sexual cada vez fue más pequeño, hasta ser algo menos que nada. El pene dejó de ser multifuncional, para convertirse únicamente en el grifo que da paso al líquido residual de nuestro cuerpo. ¡Qué impotencia para un órgano dispuesto a mantenerse vivo!

En la parte orgánica que le toca, este hombre mató a su pene através de su cuerpo, pero la peor renuncia fue la de su psiquis. No tenía un pensamiento fuerte y entrenado para influir en todo su organismo. Era de mentalidad débil, y como la mayoría de una generación, condicionada por los prejuicios y las creencias religiosas-doctrinales. ¡El pecado mayor es dejar morir sin ningún sentido nuestra sexualidad! ¡Aquí sí hay pecado! Cuando el problema de disfunción es mayor, y no está en nuestras manos la solución, hay que entrenar aún más la mente y llenarnos de espiritualidad. Debemos hacer del obstáculo una vía para alcanzar la auto-satisfacción. ¡Recuerden! ¡La auto-satisfacción es algo más que una ínfima masturbación, es el paraíso de nuestros deseos. ¡Si queremos, todo podemos sentir placer, sólo hay que trabajar!





(Capítulo VI)

                Hay un ejercicio que debemos realizar para continuar el entrenamiento hacia una auto-satisfacción placentera y plena. “La imagen opuesta”, es el nombre de este ejercicio que les propongo. Consiste en poner el cuerpo de pie, frente a un espejo de tamaño igual o mayor a nuestras dimensiones. El cuerpo lo debemos ver en su totalidad, nunca cortado, ni distorsionado por ningún elemento ajeno a nuestra voluntad. Para realizar este ejercicio, antes debemos disponer el cuerpo y la mente, siguiendo los pasos que se recomiendan en el capítulo I, II, III, la preparación en toda su totalidad. ¡Recuerden que mientras más entrenados estemos, mayor será la evolución!
                Antes de enfrentarnos al espejo, y después de hacer la preparación comentada, el paso siguiente sería vestir el cuerpo sin mirarnos al espejo. ¡Las vestimentas tienen que ser nuevas! Cuando digo nuevas, me refiero a que nunca antes la han puesto sobre sus cuerpos. ¡El descubrimiento del elemento nuevo! Es fundamental escapar de las prendas llamadas “sexys”, que no son más que reclamos comerciales para conducir las mentes a su terreno. La vestimenta debe ser holgada, sencilla, y transpirable, de tejido voluble, que descanse en nuestro cuerpo y lo modele en cada movimiento. No deben llevar tintes de ningún tipo estos textiles, es preferible que sean de color natural, el blanco puro y luminoso.
                Lo fundamental es escapar del diseño común en la vestimenta del hombre y la mujer, que nos condiciona un tipo de comportamiento establecido. Dependiendo del vestuario que llevemos, así nos comportamos ante una u otra situación. La mayoría de los hombres y las mujeres de este planeta, toman la personalidad a través de sus ropajes, y se dejan llevar simplemente por ellas. Las ropas influyen de tal forma, que muchas veces parte de la violencia en la vida cotidiana, es determinada por la seguridad que nos proporciona determinada prenda. ¡Si en la política, sus representantes vistieran como simples mortales, sin tantos protocolos y acartonamientos, seguramente sus oídos serían más receptivos y estarían más cercanos a la población! ¡Si los banqueros hicieran lo mismo, posiblemente el dinero, fluyera con algo más de trasparencia y equidad! ¡El vestir influye en la personalidad para bien o para mal, simplemente hay que saber elegir!
                Una especie de bata, túnica, quimono, como el quieran llamar, donde el cuerpo se sienta sin ataduras, sería la prenda ideal para descubrirnos ante el espejo, y poder actuar con libertad con la mayor naturalidad del mundo. Esta túnica blanca, debe llegar a la altura de los tobillos, y las mangas, hasta las muñecas, con un escote más abajo del nacimiento del pecho, lo mismo para el hombre como para la mujer. Solamente quedaría desnuda, al descubierto, la cabeza, las manos, y los pies. ¡Recuerden! ¡No se debe de llevar ningún tipo de ropa interior! Sobre el mapa de la piel no debe haber presión alguna. ¡Todo fuera del cuerpo, cadenas, pendientes, colgantes, piercing, relojes, y demás, nada que no sea la piel y la túnica! ¡Nada de maquillajes! ¡El cabello debe de estar suelto y cepillado! Entonces, con el cuerpo preparado de antemano (capítulo I, II, III), comenzaremos la meditación, para poner la mente en  armonía con el cuerpo y el espacio que nos rodea. ¡Seguidamente nos enfrentaremos al espejo!
                En el capítulo siguiente comenzaremos por la meditación para seguir hacia el camino de “la imagen opuesta”.





(Capítulo VII)

LA MEDITACIÓN.

                Con el cuerpo listo de ante mano entraremos en la meditación. La posición que adoptemos para meditar debe ser la más favorable y armoniosa para la persona que lo realice. Acostado boca arriba sobre el suelo, de pie, o en la posición de flor de loto (esta última es algo más complicada si no se ha realizado antes) cualquiera de ellas, sería un buen comienzo. Pongamos el ejemplo de la posición tendidos sobre el suelo. Las piernas rectas, y los brazos extendidos en ángulo de 45º con la cadera. Las palmas de las manos colocadas hacia arriba dejando que los dedos encuentren una posición natural. La cabeza debe descansar placidamente junto con el cuello sin ningún tipo de presión. Cuando todo el cuerpo esté tendido sobre el suelo, cerraremos los ojos y terminaremos de encontrar el mejor acomodo.    
                Empezaremos con la respiración. Tomaremos lentamente el aire por la nariz contando hasta 4, y lo retendremos en 7, para después expulsarlo en 4 por la boca. En la primera inhalación, posiblemente el tórax se extienda hasta levantar los hombros, no sería correcto. Debemos controlar la respiración sin hacer  ningún movimiento brusco. El aire debe entrar a los pulmones pausadamente y de la misma forma salir. Esta respiración se repetirá las veces necesarias hasta que el simple hecho de respirar sea imperceptible, pero consciente. Llegaremos a la concentración por medio de la respiración. Normalmente no tenemos en cuenta la respiración, es una acción inconsciente que realizamos durante todos los días de ésta nuestra existencia. Con este ejercicio lograremos una compenetración física y espiritual con nuestra maquinaria corporal. Cuando lo controlemos, pasaremos a un conteo mayor, 12-7-12, y así, hasta alcanzar una mayor capacidad pulmonar. Los primeros ejercicios respiratorios pueden producir algún mareo, pero es normal, porque los pulmones están tomando una mayor cantidad de concentración de oxígeno a la que no estaban acostumbrados. Los pulmones son como nuestro cerebro, que no explotamos de ninguno de los dos en su totalidad, las amplias posibilidades que nos brindan.
                Siempre el número (el conteo) al tomar y expulsar el aire debe ser el mismo; pero en todo caso lo mejor será concentrarse por ahora en uno solo (12-7-12 no está mal).
                Hay que visualizar el aire entrando lentamente por la nariz, y sentirlo en su recorrido, hasta llegar a los pulmones y expandirlos sin ningún esfuerzo. Una vez allí, retenerlo, sin sentir que en la garganta se forma un nudo (la glotis debe estar relajada). Al soltar el aire por la boca, en cada conteo, liberaremos junto con él, todo lo negativo que el cuerpo y la mente absorbió durante el día. De esta forma, inconscientemente, entraremos en un estado de concentración ideal para continuar el ejercicio. Posiblemente la primera vez se sentirán algo defraudados, pero es como todo, con la continuidad y persistencia se puede llegar a la perfección, y de aquí, al virtuosismo, que es lo que queremos lograr para llegar a una placentera auto-satisfacción. Hasta que no controlemos la respiración, no pasaremos al siguiente objetivo. Las cosas hay que hacerlas bien desde el comienzo, porque sino, seremos una copia más.
                Después de esta respiración “consciente”, el siguiente paso será el cuerpo, que lo trataremos en el próximo capítulo.




(Capítulo VIII)


                Hemos respirado de forma consciente. Ahora podemos decir que con el entrenamiento continuo podemos llegar a controlar la respiración. Cuando llevamos el cuerpo al máximo, por ejemplo, corremos veinte o treinta minutos a buen paso, la respiración nos quiere dominar, y si no estamos entrenados nos faltará el aire y seguramente nos detendremos. Nosotros debemos tener el control de nuestro cuerpo en todo momento, y no lo contrario. Estos ejercicios nos llevaran primeramente a conocer nuestro cuerpo para después dominarlo, siempre y cuando lo llevemos por buen camino.
                 En este momento estamos tendidos en el suelo, en la posición antes mencionada. La respiración está bajo control, y nos centraremos en el cuerpo para llevarlo totalmente a la relajación. Los comienzos no son siempre placenteros o satisfactorios, y posiblemente necesitaremos mayor entrega y concentración para lograr nuestro propósito.
                 Poco a poco sentiremos como vamos entrando en un líquido agradable y templado. ¡Respiramos! ¡Despacio respiramos! ¡Una y otra vez! ¡Lentamente y sin prisa! ¡Muy despacio, vamos a otro ritmo, a otra revolución! ¡Los párpados nos pesan cada vez más! ¡Es imposible luchar contra ellos, y al final desistimos! ¡Caen por su peso cerrándose del todo! Ahora estamos más a gusto, nos sentimos protegidos de todo lo que nos rodea. ¡Somos muy ligeros, etéreos! Flotamos, nuestro cuerpo es ligero como una pluma de ave. ¡Estamos entrando en un lugar muy agradable!¡La temperatura justa que deseábamos!
                  Sin prisa, nos centraremos en cada parte de nuestro cuerpo. La cabeza reposará cómodamente, sin ninguna presión a favor del suelo. Todo el rostro dejará de estar tenso. Los pliegues de la frente, el entre cejo, los párpados, las comisuras de la boca, la lengua, los ojos, y las orejas; desaparecerá en ellos la mínima rigidez ¡Todo caerá por su peso! Cada músculo de la cara se liberará de las preocupaciones acumuladas por años. ¡Es agradable este momento! ¡Muy agradable!¡Todo el cuerpo flota! ¡Viaja en un líquido muy cálido! Seguiremos hasta el cuello, la garganta, la laringe, los hombros, los brazos y antebrazos, las manos con cada uno de los dedos, las venas y arterias; lo más ínfimo se perderá en este fluido entrañable. Todas las articulaciones y músculos reposaran plácidamente.
                 Seguiremos hasta la pelvis. Los glúteos relajados, hasta sentir que el ano se expande, junto con la vagina y el pene de forma voluntaria. Cada parte del cuerpo la visualizaremos sin prisa para eliminar toda rigidez y experimentar  otra dimensión. Puede ser que la relajación deje escapar exterior fluido o gases corporales; no importa. Es buen síntoma porque significa que no hay tensiones.
                 De esta forma continuaremos por las piernas, las rodillas, gemelos, pies, dedos,  y cada una de las articulaciones de nuestra anatomía. Poco a poco daremos un paso mayor, hasta visualizar cada uno de los órganos internos de nuestro cuerpo. Lo veremos todo. ¡No es fácil, pero se puede lograr! Con trabajo, constancia, y mucha concentración se puede hacer milagros. En esta existencia no hay nada imposible si se desea con todo el cuerpo, los sentidos, y el alma. ¡No lo duden que así es!
                 En esta posición, o en otra (les mencioné la flor de loto) comenzaremos la meditación. La meditación va ligada a la respiración, la concentración, y relajación. La preparación del cuerpo es un proceso de continuos sucesos que se van sumando hasta lograr el objetivo deseado. La sabiduría se logra con el constante aprendizaje.  La constancia nos puede llevar a una perfección ideal. Si no probamos, nunca sabremos nuestras limitaciones, complejos, ataduras sociales y morales. Hemos sido educados en base a reglas establecidas por el propio hombre para mantener su hegemonía sobre los demás. ¡La sociedad del control! Todo lo que está fuera de estos patrones éticos y morales es incorrecto. ¡Es una vergüenza saber que aún en nuestros días en muchos países, y en demasiadas mentes, el sexo sea considerado sucio y perverso! ¡Pero lo más triste, que muchos han muerto y morirán, sin probar los placeres genuinos y sin límites de la carne!






(CAPÍTULO IX)


                LA MEDITACIÓN: La meditación se llega con el complemento de las demás acciones antes mencionadas. La mejor formas es la utilización de una especie de mantras, pero partiendo de la experiencia de cada uno. Debemos identificarnos con su esencia. Las palabras colocadas de cierta forma llegan a formar un cántico bien elaborado para esta práctica. Se pueden utilizar consonantes mezcladas con vocales, y vocales a su vez con consonantes y viceversa, hasta lograr que las palabras bailen al salir de la boca; una musicalidad en toda regla. Pueden experimentar poco a poco en su vida privada (es un ejercicio positivo para lograr un mantra personal)  Les dejo algunos ejemplos de mantras para que prueben.

---- Sama sama sama, sam. Sama sam, sama sam.
---- Iela iela iela, él. Iela él, iela él.
---- Tono tono tono, tam. Tono tam tono, tam.
---- Mana mana mana, mam. Mana mam, mana mam.

No es una broma. Es muy en serio. Estos son mantras sagrados para encontrar la concentración y la paz interior. Pueden comenzar por estos mantras hasta descubrir los propios, los que rigen nuestra personalidad. Busquen la musicalidad de las palabras, sin tratar de encontrar un sentido a las mismas, que no es lo importante. La repetición consciente los llevará a una concentración total, y esta a su vez a la relajación. Si alguna vez desean expresar sus experiencias de la forma que deseen, seré todo oído; pero solamente, si les nace de su interior, no lo olviden.


       “La imagen opuesta”

Después de lo comentado en los capítulos anteriores, es la hora de enfrentarnos al espejo. Es posible que durante todo este proceso nuestro cuerpo esté excitado, pero si hemos llegado hasta aquí sin producirnos una masturbación (de la forma cotidiana que hemos comentado en capítulos anteriores), es porque comenzamos a tener el control sobre nuestra mente y nuestro cuerpo. Esto es bueno, porque tener el “control” hace que llevemos la voz cantante ante todo; absolutamente todo. Con el control nuestros sentimientos están protegidos, y no se airean al viento ante cualquier impostor o impostora, que lo único que buscan es el placer de hacer daño al vulnerable. Desnudarnos de cuerpo es una nimiedad, no perdemos nada, pero desnudar los sentimientos, nos exponemos a perder la paz y el futuro.
                 El sentido de este ejercicio es descubrir a la imagen que encontramos en el espejo, que es muy diferente a la nuestra. No debemos en ningún momento mirarnos en el espejo, no, porque no somos nosotros. Buscamos la imagen opuesta, la que nunca antes habíamos descubierto y que habita en nuestro interior y en nuestras líneas corporales. Comenzaremos a amarnos a nosotros mismos, a desearnos, gustarnos, y complacernos, es la mejor vía para amar a los demás. Es la hora de proporcionarnos una auto-satisfacción.


Continuará...........................



jueves, 26 de julio de 2012

¡LA EXCITACIÓN!




PARTE 11.

                Estas casualidades que con anterioridad había imaginado, se fueron concretando con el paso de los años. Muchas veces pensaba en una situación, o deseaba tanto un encuentro que se me hacía realidad tarde o temprano. Desde que el instinto dejó de ser incierto empecé a ver a Tatiana más allá de los juegos.
                Siempre estuvimos juntos en cada verano. Nuestra relación fue por temporada. Nos separábamos antes que llegara el invierno, y pasada la primavera nos volvíamos a reencontrar. Cada reunión era sublime, porque los dos habíamos cambiado. Todas estas decisiones eran tomadas por nuestros padres. Más tarde, sin hablar del tema, los dos deseábamos vernos en cualquier momento y volver a estar juntos. El verano se nos hacía corto.
                Recuerdo que la primera vez que me dí cuenta que mi prima se estaba haciendo mujer fue en el río. Dejó de bañarse desnuda. Fue un año de descubrimientos. Por debajo de la camiseta mojada los diminutos pechos de Tatiana se dejaban notar con cierto pudor. Yo también tomé medidas, y tapé mis vergüenzas que comenzaban a desarrollarse. ¡El último día de este verano comprendimos que éramos otros!
                En el siguiente año Tatiana se había transformado. Llegaba de la ciudad con un desparpajo natural que ruborizaba mi piel de chico pueblerino. No es que su cuerpo fuera diferente, es que la misma Tatiana era otra. Su rostro, las caderas, los labios redondeados y gruesos, la cintura en contraposición con el torso, su talla, su peso; y sobretodo la mirada profunda, con un negro intenso que dejaba huella al pasar. Tatiana no era la prima de los juegos inocentes. Lo mismo dijo ella de mí.

                Continuará....................................... 

martes, 24 de julio de 2012

¡VICENTE Y LA ADOLESCENCIA!



CUATRO.

                En mi época a los hombres que mantenían la piel del prepucio intacta se les llamaba "caballero cubierto", porque no se dejaba al desnudo la cabeza del pene. Al nacer, los padres eliminaban el frenillo de sus hijos varones con una intervención menor, si era verdaderamente necesaria. Muchas veces con el masaje diario antes del baño, la cabecita del pene veía la luz. En los casos más difíciles, o por descuido de los mismos padres, al llegar a la mayoría de edad la piel no alcanzaba la elasticidad necesaria y comenzaban los problemas higiénicos y sexuales. Nuestro amigo Vicente era un caballero oculto hasta que nos enteramos por su propia boca.
                Un fin de semana llegó con la noticia que se había operado. Ocho puntos le dieron hasta eliminar el frenillo. ¡Según él, su pito los necesitaba por su tamaño prolongado! Así su pene quedó de baja por dos largas semanas. ¿Todo este tiempo fornicó con la cabeza cubierta o nos engañó cuando se refería a sus relaciones? No es que nosotros fuéramos vírgenes, es que hasta ahora, las esporádicas relaciones que mantuvimos, no llegaron a ser plenas en toda su extensión. En la mayoría de las ocasiones, que no eran muchas, eyaculábamos entre las piernas de las chicas sin llegar a una penetración; o simplemente apoyados a uno de los labios externos de su vagina pensando que conquistábamos el paraíso. Del grupo todos habíamos sido operados en la niñez. Poseíamos unos penes elásticos y perfectos, en espera de una relación prolongada que no terminara después de algunos minutos desastrosos. 
                Esto fue solamente el comienzo, pronto descubrimos que las relaciones sexuales pueden llegar a ser dilatadas durante toda la noche, y mucho más si los involucrados en el acto se lo proponen. Entonces supimos que Vicente pudo tener relaciones intimas, pero no de la forma intensa y animal que nos contaba. ¡Ahora Vicente podía afirmar que estaba dispuesto a enfrentarse a la batalla con todas las armas disponibles! El caballero se había descubierto.
                La noche del sábado a la que me refiero, comenzó con una fiesta formidable en casa de un primo de uno de los amigos del grupo. Vicente llegó como siempre, con su camiseta negra ceñida al cuerpo, y esparciendo sus hormonas masculinas por todo el salón, donde las féminas esperaban para ser sacadas a bailar. Ninguno de los presentes llegábamos a la edad de veinte años. Vicente si no recuerdo mal, había cumplido los dieciséis o diecisiete años. Nosotros uno más o uno menos. Todos pretendíamos ser mayores de veinte años en las noches inesperadas de cada fin de semana. Al menos, siempre regresábamos a casa con un beso que guardábamos por tiempo indefinido en nuestros labios.
                Este sábado que les comento, en una de la esquinas del salón, una llamativa chica se aburría con un vaso en la mano. La joven parecía ajena a la habitación. Posiblemente su pensamiento se encontraba algo más que distante. Nuestro amigo Vicente, fue el primero en percatarse de la presencia de la chica de pelo largo hasta la cintura. Una cabellera lacia. En estas fiestas la luz se descartaba para que las parejas intimaran hasta desbordar su imaginación. Al principio no se distinguía absolutamente nada, pero poco a poco la visión se adaptaba y nos transformábamos en una especie de topos videntes. Sin llegar a ver los detalles, las líneas corporales de las jóvenes, se metían en nuestros ojos y nos distorsionaba el pensamiento. ¡Qué curvas más sinuosas penetraron en mi retina!
                Vicente no perdió tiempo, y nos dijo que la conquistaría hasta llevarla a la cama, o a un parque.
__ ¡Un momento! ¡Estás recién operado! –Le dije como un amigo le hablaría a otro consiente de su dificultad.
__ ¡Es verdad! –Afirmaron los demás-- ¡Estás operado y no puedes tener relación íntima.
__ ¡Es igual, en algún momento tendré que utilizarlo! –Habló Vicente.
__ ¡Debes esperar los días que te dijo el médico! –Con mi sabiduría le comenté.
__ ¡Sí, es verdad! –Me apoyaron los demás-- ¡Nada de chiquichiqui....!
__ ¡Veré lo que se hace cuando llegue el momento! –Fueron las palabras de Vicente.
__ ¡Los puntos! ¡Eso, los puntos se pueden soltar! –Se lo afirmé con seguridad.
__ ¡Sí, los puntos! –Respondió el coro-- ¡Puedes perder el pito en el intento!
__ ¡Qué tontadas dicen! ¡Aún no he hablado con la chica y miren todas bobadas que se les ocurren! ¿No será que quieren que les deje el camino libre para...........? ¡Eso es! ¡Pues no! ¡Voy hablar con ella!
                Y sin decir nada más, se marchó Vicente hacía la esquina del salón. Llegó por detrás y se presentó.
__ ¡Hola! ¡Soy Vicente!

Continuará....................................................