lunes, 15 de octubre de 2012

¡LA EXCITACIÓN!





PARTE 24.
                 Flavia descansaba su espalda sobre la arena. Su cuerpo desnudo me provocaba en cada intento libidinoso manteniendo mis impulsos lúcidos. Ella se contorsionaba desde su cadera hasta la altura de sus hombros con el mismo empuje que una profesional de las artes acrobáticas. Con sus corpóreas insinuaciones rosaba mi piel delicadamente pero con insistencia desde mi abdomen hasta mi cara. Flavia bailaba para mí, con sus órganos genitales al descubierto intentando encontrar un simple motivo para el confrontamiento. ¡Yo estaba dispuesto a entregar mi  mundo, mi pasión, mis ojos, y si fuera preciso la vida, por cabalgar sobre su piel hasta conquistar el interior de su alma que no acababa de comprender!
                 Mis dedos viajaban por el interior de la vulva de Tatiana lubricando mis manos con el jugo de su portento. Mi pene encontró otros dedos benefactores que lo guiaron hasta la entrada de la expandida vagina de mi adorada Flavia. ¡Él llegó y se quedó en el vértice porque Flavia lo retenía con toda intención masturbándolo contra su clítoris! Sobre mi espalda Tatiana. Ella apoyaba sus tetas, su vientre, sus caderas, los muslos, y su boca. La amplia boca de mi querida Tatiana absorbía mis orejas con intención de modificar su disposición y sin predilección por ninguna de las dos. Sacaba su lengua cálida y la extendía de un lado a otro de mi lóbulo impregnándolo de su lubricante saliva. ¡Qué delicia de lengua dentro de mi oído que se niega a escuchar un no por repuesta! ¡Qué placer de tentáculo me propone fornicar toda una vida!
__ ¿Te gusta? –Dos palabras llegadas de la boca de Tatiana me hizo reaccionar.
__ ¡Me gusta mucho! –Frente a mí a tenía a Flavia, mi respuesta fue para ella mirándole a la cara.
__ ¡Si te gusta espera y verás! –Contestó Flavia tomando con mayor seguridad mi falo. Lo sostuvo nuevamente desde el nacimiento y con movimientos secos continuó masturbándolo con ímpetu.
__ ¿Sientes mi lengua? –Las palabras de Tatiana repercutían en mis tímpanos con la misma consistencia de sus pechos sobre mi espalda.
__ ¡Mira está muy cerca de la entrada! –Me dijo Flavia llevando mi pene hasta su vagina.
__ ¡Ahora sentirás una nueva sensación! –Se lo dije a Tatiana mientras le introducía el tercer dedo de mi mano izquierda dentro de su encharcada vagina.
__ ¡Pásame tu lengua por mis pezones! –Fue  la débil voz de Flavia que con el golpeteo de mi pene sobre su clítoris, comenzaba a perder el sentido.
__ ¿Si es lo que deseas? –La contestación vino por parte de Tatiana.
                 Tatiana olvidó mis orejas y apoyando sus pies sobre mis muslos dirigió su boca hasta los pechos de Flavia que desde hacía algunos minutos viajaba por parajes desconocidos. Mis manos se perdieron entre las nalgas de Tatiana. La boca de Flavia se apoderó de mis labios insistentemente. Mi pene no encontraba el camino correcto hacía el oscuro laberinto. Una desconocida mano escudriño por mi culo en busca de un espacio no confiscado. Mi pene rosaba por carnes perdidas entre la maleza del bosque. Los cuerpos ciegos y perdidos entre la confusión y el desconcierto, se dejaron llevar sin trabas y conscientes de encontrar muy pronto el camino a lo inédito.

Continuará.............................
Fotos: ARA y Mandy.