PARTE
24.
Flavia descansaba su espalda
sobre la arena. Su cuerpo desnudo me provocaba en cada intento libidinoso manteniendo
mis impulsos lúcidos. Ella se contorsionaba desde su cadera hasta la altura de
sus hombros con el mismo empuje que una profesional de las artes acrobáticas.
Con sus corpóreas insinuaciones rosaba mi piel delicadamente pero con
insistencia desde mi abdomen hasta mi cara. Flavia bailaba para mí, con sus órganos
genitales al descubierto intentando encontrar un simple motivo para el
confrontamiento. ¡Yo estaba dispuesto a entregar mi mundo, mi pasión, mis ojos, y si fuera preciso
la vida, por cabalgar sobre su piel hasta conquistar el interior de su alma que
no acababa de comprender!
Mis dedos viajaban por el
interior de la vulva de Tatiana lubricando mis manos con el jugo de su
portento. Mi pene encontró otros dedos benefactores que lo guiaron hasta la
entrada de la expandida vagina de mi adorada Flavia. ¡Él llegó y se quedó en el
vértice porque Flavia lo retenía con toda intención masturbándolo contra su
clítoris! Sobre mi espalda Tatiana. Ella apoyaba sus tetas, su vientre, sus caderas,
los muslos, y su boca. La amplia boca de mi querida Tatiana absorbía mis orejas
con intención de modificar su disposición y sin predilección por ninguna de las
dos. Sacaba su lengua cálida y la extendía de un lado a otro de mi lóbulo impregnándolo de su lubricante saliva. ¡Qué delicia de lengua dentro de mi oído que se niega a escuchar un no por repuesta! ¡Qué placer de tentáculo me propone fornicar toda una vida!
__
¿Te gusta? –Dos palabras llegadas de la boca de Tatiana me hizo reaccionar.
__
¡Me gusta mucho! –Frente a mí a tenía a Flavia, mi respuesta fue para ella
mirándole a la cara.
__
¡Si te gusta espera y verás! –Contestó Flavia tomando con mayor seguridad mi
falo. Lo sostuvo nuevamente desde el nacimiento y con movimientos secos
continuó masturbándolo con ímpetu.
__
¿Sientes mi lengua? –Las palabras de Tatiana repercutían en mis tímpanos con la
misma consistencia de sus pechos sobre mi espalda.
__
¡Mira está muy cerca de la entrada! –Me dijo Flavia llevando mi pene hasta su
vagina.
__
¡Ahora sentirás una nueva sensación! –Se lo dije a Tatiana mientras le
introducía el tercer dedo de mi mano izquierda dentro de su encharcada vagina.
__
¡Pásame tu lengua por mis pezones! –Fue la
débil voz de Flavia que con el golpeteo de mi pene sobre su clítoris, comenzaba
a perder el sentido.
__ ¿Si es lo que deseas? –La contestación vino por parte de Tatiana.
Tatiana olvidó mis orejas y
apoyando sus pies sobre mis muslos dirigió su boca hasta los pechos de Flavia
que desde hacía algunos minutos viajaba por parajes desconocidos. Mis manos se
perdieron entre las nalgas de Tatiana. La boca de Flavia se apoderó de mis
labios insistentemente. Mi pene no encontraba el camino correcto hacía el oscuro
laberinto. Una desconocida mano escudriño por mi culo en busca de un espacio no
confiscado. Mi pene rosaba por carnes perdidas entre la maleza del bosque. Los
cuerpos ciegos y perdidos entre la confusión y el desconcierto, se dejaron
llevar sin trabas y conscientes de encontrar muy pronto el camino a lo inédito.
Continuará.............................
Fotos:
ARA y Mandy.