PARTE 4
La prima que llegó para quedarse todo el verano se llamaba Tatiana, y su
amiga Flavia, fuimos las tres patas perfectas para una mesa de patio que se
cobijaba bajo la sombra de una madre selva. Llegaron en tren desde la ciudad y
mi abuelo las fue a recoger a la estación. Desde hacía dos verano que no veía a
mi prima Tatiana y para mis adentro, la curiosidad me estaba matando por saber
cómo era en la actualidad. ¡De ella siempre tuve un recuerdo posiblemente místico!
¡La forma en que me contemplaba ocultaba algún mensaje que no llegué a
descifrar; pero ahora estaba dispuesto a rebuscar más allá de su mirada para
conocer la verdad!
El abuelo me preguntó si
deseaba acompañarlo a la estación. ¡Le dije que no, que prefería esperar en la
casa! Mi intención radicaba en restarle importancia a la llegada de la prima y
su amiga. ¡Algo me decía, que debía permanecer en calma, como si nada hubiera
pasado! Fue lo que hice, me acosté en la hamaca del patio y comencé a balancearme despacio como si llevara una eternidad allí. Cerré los ojos y esperé por el
viento para que me llevara en un sueño transitorio hasta que llegara
mi prima.
Fui entrando en un letargo
profundo y me perdí en la oscuridad más placentera que podía experimentar. La
hamaca cada vez se balanceaba menos y olvidé el motivo por el que estaba en el
patio. ¡El aire fresco que penetraba por la enredadera se deslizó por mi cuerpo
con descortesía, y se paseó de un lado al otro sin contemplación; entraba por
cada orificio de la red y volvía a salir a toda prisa sin llegar a detenerse! ¡Se repitió a su antojo por un tiempo dilatado! ¡Creo que me dormí con la fresca
corriente que tomaba mi pelo y lo arremolinaba a su voluntad!
¡El silencio se impuso sobre el
viento y la quietud se apoderó del jardín! ¡Dormía con una completa entrega! ¡Por
un momento sentí una corriente de aíre caliente que recorría mi cara! Nuevamente
agrupaba mi pelo a un lado, y con un soplo lo lanzaba en dirección contraria. ¡Continuó
de forma insistente una y otra vez! Un viento testarudo que molestaba con su
soplo febril se posesionó sobre mi boca, y pensé por un instante que entraría
hasta mi garganta. ¡Abrí los ojos y los volví a cerrar! --¡¡Es ella!!-- ¡Sobre mí, con sus labios a escasos centímetros
de mi boca estaba mi prima Tatiana, intentando hurtar mis más íntimas fantasías!
--¿Cómo estás primito?—Me preguntó,
y dejó caer con toda intención su cuerpo sobre mí. Sus pechos se apoyaron encima
de los míos y comprendí que en dos años había cambiado, pero mucho. --¿No te
acuerdas de tu prima preferida?—Fue una pregunta con toda la intención. ¿Cómo
no la voy a recordar? ¡No puedo decir que este momento lo soñé, pero mirándola
bien, desde este minuto soñaría con ella todas las noches! --¿Los ratones te
han comido la lengua primo?-- ¡Me gusta su voz, ahora es algo más segura y su
tono es más pausado! ¡Deja las palabras en el aíre y las prolonga hasta que no
dan más de sí! ¡.............!
¡Para comparar a la Tatiana de
hace dos años con esta, dejé que los párpados cayeran por su peso y me puse a recordarla!
¡Ha dejado de ser una niña! ¡Es diferente pero me gusta más que la anterior!
¡Antes no sentía vergüenza y ahora
siento pavor! --¿Te volviste a dormir primo?-- No escuché bien las palabras,
las sentía muy lejanas porque me quedé en los recuerdos. ¡En el pasado la besé
largamente, y siento sus labios ahora en los míos! ¡Son dulces y húmedos!
¡Dentro de mi boca entró su lengua diligente que busca refugio en la mía! ¡Es
una sensación diferente pero sorprendente! ¡Me estoy besando con mi prima!
Ella tomó la iniciativa. Abro
los ojos para descubrirla a la luz del día y no olvidar este intervalo. ¡..........!
¡¡La lengua que está dentro de mi boca es otra!! Mi prima está sobre mí, pero
no me está besando. --¡Primo, esta es mi amiga Flavia, ya tienes el gusto de
conocerla!—Dijo Tatiana. Flavia sonrío, y se mojó los labios a la vez que me alargó su mano.
Continuará..........................