viernes, 9 de noviembre de 2012

¡CELIBATO!


                                                

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                 ¡He podido aguantar un par de semanas más! ¡Voy por el buen camino! ¡Puede que lo logre! ¡Aunque por mi cabeza han comenzado a pasar imágenes nada célibes! ¡Esto es un mal síntoma! Quiere decir que mi parte cognoscitiva intenta escapar de este régimen. Las imágenes se instauran en nuestra cabeza y las cosas pueden cambiar en algún sentido. Es laborioso mantener en abstinencia al cuerpo, pero la psiquis si no estamos entrenados nos puede jugar una mala pasada.
                 ¿Cuándo podemos afirmar que no hemos sido fieles a nuestros principios? En el primer momento que percibimos una duda. ¡Esto es el primer aviso! A continuación llegaran nuevas iconografías aisladas que se sumaran a las siguientes y así sucesivamente hasta formar una historia común o ficticia. Desde este instante podemos decir que hemos dejado de ser célibes al menos en pensamiento. Pero todo tiene una solución. Estas fotografías o íconos que visualizamos durante el día pueden ser utilizados como elemento fortalecedor del espíritu. ¡Siento morbo, me gusta, comienzo a sentir un ardor! Las miramos,  comparamos, las retenemos en la memoria, y las guardamos para futuros balances.
                 Si al dormir regresan en forma de sueño no es un mal augurio, significa que dentro del archivo mental estas imágenes se ordenan para encontrar un sentido lógico a nuestra nueva situación. En la noche hacemos un recuento de todo lo que hemos adquirido durante el día. La información, si la utilizamos de manera positiva es un elemento de conocimiento y no de atenuación. Lo importante es estar siempre consciente para dominar la situación y tener a mano siempre lo asimilado y así continuar con nuestro propósito.
                 El intentar huir de lo obvio nos llevara indudablemente a la perdición. La mejor defensa es un buen ataque. Si sentimos deseos apremiantes de fragmentar nuestros propósitos hay que tomar por nuestra parte una disposición. Les había comentado sobre la decisión de mantener o continuar con el celibato, esto es personal y cada uno decide lo que desea hacer, que no siempre es lo más indicado para cada uno, pero esto es otro tema que comentaremos en siguientes capítulos. Quiero decirles que siempre, en todo momento, debemos estar activados con nuestras emociones para actuar sobre ellas antes que la situación sea un problema. Seremos nosotros los que tendremos siempre el control. Dominar la situación para cualquier contexto es nuestra tabla de salvación. Esta simple maniobra nos preservará de consecuencias futuras. El dominio o mando se puede lograr si lo deseamos y nos adelantamos a los acontecimientos. Es un hecho concreto que prevenir es la indudable solución para detener males futuros.         

Continuará............................
DISEÑO GRÁFICO: MANDY BLUEE.