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¡He podido
aguantar un par de semanas más! ¡Voy por el buen camino! ¡Puede que lo logre! ¡Aunque
por mi cabeza han comenzado a pasar imágenes nada célibes! ¡Esto es un mal
síntoma! Quiere decir que mi parte cognoscitiva intenta escapar de este régimen.
Las imágenes se instauran en nuestra cabeza y las cosas pueden cambiar en algún
sentido. Es laborioso mantener en abstinencia al cuerpo, pero la psiquis si no
estamos entrenados nos puede jugar una mala pasada.
¿Cuándo podemos
afirmar que no hemos sido fieles a nuestros principios? En el primer momento
que percibimos una duda. ¡Esto es el primer aviso! A continuación llegaran
nuevas iconografías aisladas que se sumaran a las siguientes y así
sucesivamente hasta formar una historia común o ficticia. Desde este instante
podemos decir que hemos dejado de ser célibes al menos en pensamiento. Pero
todo tiene una solución. Estas fotografías o íconos que visualizamos durante el
día pueden ser utilizados como elemento fortalecedor del espíritu. ¡Siento
morbo, me gusta, comienzo a sentir un ardor! Las miramos, comparamos, las retenemos en la memoria, y las
guardamos para futuros balances.
Si al dormir
regresan en forma de sueño no es un mal augurio, significa que dentro del
archivo mental estas imágenes se ordenan para encontrar un sentido lógico a
nuestra nueva situación. En la noche hacemos un recuento de todo lo que hemos
adquirido durante el día. La información, si la utilizamos de manera positiva
es un elemento de conocimiento y no de atenuación. Lo importante es estar
siempre consciente para dominar la situación y tener a mano siempre lo asimilado
y así continuar con nuestro propósito.
El intentar huir
de lo obvio nos llevara indudablemente a la perdición. La mejor defensa es un
buen ataque. Si sentimos deseos apremiantes de fragmentar nuestros propósitos
hay que tomar por nuestra parte una disposición. Les había comentado sobre la decisión
de mantener o continuar con el celibato, esto es personal y cada uno decide lo
que desea hacer, que no siempre es lo más indicado para cada uno, pero esto es
otro tema que comentaremos en siguientes capítulos. Quiero decirles que
siempre, en todo momento, debemos estar activados con nuestras emociones para
actuar sobre ellas antes que la situación sea un problema. Seremos nosotros los
que tendremos siempre el control. Dominar la situación para cualquier contexto
es nuestra tabla de salvación. Esta simple maniobra nos preservará de
consecuencias futuras. El dominio o mando se puede lograr si lo deseamos y nos
adelantamos a los acontecimientos. Es un hecho concreto que prevenir es la
indudable solución para detener males futuros.
Continuará............................
DISEÑO GRÁFICO: MANDY BLUEE.
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