jueves, 23 de enero de 2014

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?



                                                 (Capítulo VIII)

EL OLFATO.

Ejemplo del capítulo III:

                           << Sitios incómodos corporalmente >>

1-- En una ventana que dé al exterior: Los cuerpos visibles de cintura hacia arriba. Lo más importante, el control y desarrollo de los gestos faciales. El trabajo mental es fundamental para llegar al sitio incómodo con alguna ventaja. Un por ciento alto del juego sexual consiste en tener la imaginación algo más entrenada de lo normal.
Pondremos como ejemplo una ventana que de al exterior (la calle, el mar, la montaña, un patio vecinal, etc.) como sitio incómodo, en cada uno de ellos tendremos una amplia y variada gama de olores y sensaciones. El simple hecho de saber que estamos practicando el acto sexual en complicidad con lo que nos rodea y mucho más allá, hasta rosar el infinito, hace que los sentidos se expandan sin límites, convirtiéndonos en seres creativos. La energía nuestra hay que compartirla con el universo, porque de él, la hemos recibido.
                Si hemos hecho todo lo que se indica en los capítulos anteriores, comenzaremos por La ventana. Saben que en este ejemplo nos centraremos fundamentalmente en el olfato.
                Partiremos con una pareja que se halla en el interior de una habitación con vistas al mar. Si el encuentro es programado simplemente para utilizar el sitio incómodo, el juego puede llegar desde antes, extendiéndolo a otro “sitio” que posiblemente no guardaban en mente. Esto ampliaría las posibilidades en la relación, y la imaginación se pondría a prueba. Si el encuentro surge producto de una estancia prolongada, o es nuestra vivienda habitual (esto es en el caso de parejas que conviven), sería un buen pretexto para renovar el mobiliario de las pasiones, y escapar de las relaciones  monótonas y esperadas por ambos.

        Ejemplo de una pareja que se cita en un sitio incómodo:

                ¿De qué forma nos dirigimos a nuestra pareja si es una sorpresa? (este es el ejemplo en que los dos son consciente del encuentro, pero solamente uno, tiene en mente “la ventana al exterior”)
__ ¡¡Hoy vamos a follar, chingar, yacer, templar, liarnos, hacer el amor, empatarnos, aparearnos, acoplarnos, enredarnos, etc., etc., etc.........en la VENTANA!!
                ¡¡NO!! ¡Toda la comunicación debe llegar a través del olfato! Hay que lograr que las hormonas choquen entre ellas y sus olores se disparen hasta escapar por los poros; por supuesto, debe haber una predisposición olfativa y corporal de ambas partes.
                La persona que tiene en mente la ventana, lo primero que hará es, abrirla de par en par, y así el aroma del mar penetrará en la habitación. Es el mejor pretexto para sugerir un acercamiento a dicha ventana. Una vez allí, comenzamos a respirar despacio y profundamente, sintiendo que en cada una de las inhalaciones, poseemos el universo. Con esta táctica comenzará una deliciosa y sensorial excitación. Todo nuestro ser tomará una dimensión mayor. La persona que no sabe de la “ventana al exterior” conectará al instante, dejará de ser objeto pasivo, para ser objeto receptivo; y entre los dos, se formará un puente único de fluidos olfativos.

Continuará.................................


¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?



                                                     (Capítulo VII)

 EL OLFATO (su práctica)

                 El sitio incómodo puede estar dispuesto de ante mano por las partes implicadas, es decir cada uno es conocedor del aroma que destila el lugar (lo mismo en sitios internos como en externos), y al mismo tiempo aportando el propio. De esta forma llevaremos un recuerdo aromático que utilizaremos para comenzar la excitación desde antes. Se puede llegar a este espacio por separado o a la vez, este detalle no es importante, cada uno lleva consigo sus armas secretas.
                 Cuando el encuentro es por vez primera hay que ir con pies ligeros. Todo terreno que se explora sin ningún conocimiento anterior puede ser en todos los sentidos apasionado, pero muchas veces llega cargado de sorpresas para las cuales no estábamos preparados. Las relaciones íntimas se van madurando con la entrega continua, hasta llegar a formar una maquinaria bien engrasada que funciona a la perfección; pero un encuentro sorpresa, tiene sus encantos si tenemos buen olfato. Lo uno o lo otro, lo importante es entregarnos sin límites. Recuerden que me estoy refiriendo en todo momento a un “sitio incómodo”, y a la utilización de todos los “sentidos”. Fornicar por fornicar es un instinto animal que no necesita preparación, solamente simples impulsos.
                 Antes que los cuerpos queden liberados de las vestimentas, hay que desnudarlos con el olfato. Como el sitio incómodo nos marca la primera pauta, el sentido del olfato debe trabajar en armonía con este lugar. Hay que decir que este encuentro debe ser de mutuo acuerdo, y si no lo fuese, una de las partes debe tener alguna noción de los gustos olfativos de su amada o amado. De todas formas si es la primera vez, no se debe dejar los cabos sueltos a la improvisación. La liberación absoluta, solamente trae consigo el caos.
                 Antes de continuar, los ejemplos, referencias y experiencias están abiertos a las posibilidades de cada persona, cada uno de nosotros somos un mundo, y nada está establecido, las reglas están para ser saltadas o cambiadas. La experiencia íntima se vive desde nuestro cuerpo, y el género y cantidad de participantes en cada encuentro es una decisión de cada uno de los implicados y de nadie más. Las ataduras de cualquier índole las dejamos estrictamente para la política y las doctrinas. No han pensado que el idioma, las razas, los principios morales, las creencias establecidas, saltan en pedazos y no son tomadas en cuenta cuando el deseo y la pasión hacen de las suyas. Nos comunicamos por la piel, cuando nos llega el sexo mezclado con el viento cálido y agradable, cuando los ojos quieren ver mucho más que la carne, y cuando escuchamos la palabra libertad; porque sabemos, que nuestro cuerpo, es el único sitio dónde el poder no puede penetrar.
                 *Hablaremos del ejemplo número 1 del capítulo III (sitios incómodos corporales), respecto al olfato.


Continuará.................................

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?



                                                         (Capítulo VI)


El olfato.
                 Si por los oídos escuchamos a la piel, gracias al olfato somos capaces de entramos por cada curvatura, por cada rincón abrupto, por cada zona húmeda, o cada nuevo despertar si nos sorprende el amanecer. El olfato es transcendental, y en la mayoría de los casos es utilizado primitivamente, estrictamente para aceptar o rechazar en el primer contacto que se tiene. El olfato es algo más que apreciar los aromas naturales o artificiales a los que se recurren para engatusar a la persona amada. Hay que embriagarse con la piel en una sola inhalación, la nuestra y la de los demás. El recuerdo de un aroma, nos marca para toda la vida y llega a ser premonitorio.
                 Lo especial de este sentido, es que lo podemos educar en cada relación para que sea más eficiente, y sacarle el mayor partido posible. El tema de los olores es muy amplio y variado. No todos los olfatos poseen la sensibilidad necesaria para distinguir y delimitar un aroma de otro. Aquí juega un factor sumamente importante el patrón establecido por la sociedad de cuales son agradables y cuáles no, de cuales debemos rechazar y cuales aceptar. Lo peor es no abrir las fosas nasales para sentir cada espacio del cuerpo del contrario. No importa la hora del día. Los amantes que deciden entregarse el uno al otro en un sitio incómodo después de atravesar media ciudad, y exponer el cuerpo a cada uno de los elementos externos e internos, llegan al encuentro con una historia en la piel que debe ser examinada por nuestra nariz. Este historial son los olores del día, que no siempre son los mismos, pero que hay que saber absorber.
                  Esta práctica se puede realizar si la entrega es total. Tener relaciones sexuales las tienen todos los seres vivos, pero hacer el amor en un sitio incómodo y con todos los sentidos al máximo es otro tema. Es otro tema por muchas razones, y la más importante, hacerlo con una persona especial, sin trabas ni limitaciones, con la entrega del cuerpo y el alma, sin pedir nada, solamente una entrega honesta, con los tabúes al rincón del olvido. Si ambos se funden en este concepto los esquemas establecidos saltarían a los cuatro vientos, y no solamente sentiríamos el aroma del contrario, también, el espacio que nos rodea con cada uno de los elementos que lo componen. La piel es un buen conductor de fragancias y esencias. La piel sobre la madera es especial, sobre una madera que espera con los poros abiertos olores y sudores para entremezclaros con su sabia potente y su textura exquisita o áspera. Hacemos el amor con todo, el entorno, la persona amada, los sentidos, y si queremos con el aíre y la lluvia. A nuestro propio cuerpo también le hacemos el  amor, naturalmente, si él está dispuesto a dejarse.
                 En el próximo capítulo pondré un ejemplo práctico del olfato y sus andaduras. Recuerden que, abrir la mente nos hace especial.

Continuará......................................