miércoles, 24 de octubre de 2012

¡ LA EXCITACIÓN!




  
       
 PARTE 26.              

                 La noche comenzaba a caer sobre el bosque. Sin apenas darnos cuenta el río quedó detrás y entre los árboles la luz se hizo menos intensa. Por acción de los impulsos carnales cada vez más nos fuimos internando en lo desconocido. Entre las caricias desenfrenadas, los abrazos comprometidos, las miradas cómplices, y los continuos intentos de poseernos sin medida, los tres quedamos tendidos sobre el suelo en espera de encontrarnos con el cielo. ¡Íntegramente los árboles cubrían la totalidad del espacio! ¡El cielo no habitaba en nuestro ambiente, en su lugar un entramado de ramas y hojas se ocupaban de impedir la visión a una distancia mayor! La floresta se adueñó de nuestra privacidad.
                 Permanecimos desnudos. Boca arriba. Contemplando el magnífico espectáculo que nos brindaba la habitada arboleda. Yacían sin ningún complejo los árboles agrupados unos con otros sin cuestionar su género. A mi izquierda permanecía con la respiración entrecortada un Sauce Llorón que se movía provocando a un joven Abedul, este se desnudaba ante sus ojos sin ninguna vergüenza. De la misma manera permanecía Flavia con sus encantos al viento esparciendo sus esporas por todo el manto terrenal para que Tatiana y yo tomáramos en una sola bocanada la vida.
                 Del otro lado, a mi derecha el Arce del Amor no dejaba en paz a un Eucalipto de Gunn. Ellos no estaban conformes el uno con el otro y lanzaron una mirada a un Castaño en flor que permanecía inmutable ante la bacanal de la espesura vegetal. Tatiana por alguna razón de peso sostenía sus pechos ante el balanceo de un Árbol de Judas que no dejaba de cuestionarla. La mano de Flavia rozó mi muslo y mi brazo fue en busca del monte de venus de mi querida Tatiana. ¡El Árbol de judas se sintió presionado por una frondosa Mimosa! Ella deseaba que se entregara sin presión y sin medida, pero tenía sus dudas. Entre todos un hermoso Pino Piñonero provocaba con su andar majestuoso a los presentes. ¡Una energía dominó el entorno y al espeso bosque! ¡Tatiana, Flavia, y el que les habla, sin ponernos de acuerdo, pensamos que aún era temprano para regresar a la realidad! ¡Decidimos apoyar los pies en el suelo y echar raíces!             
                    
Continuará.............................
Fotos: ARA y Mandy.