PARTE 26.
La noche comenzaba a caer
sobre el bosque. Sin apenas darnos cuenta el río quedó detrás y entre los
árboles la luz se hizo menos intensa. Por acción de los impulsos carnales cada
vez más nos fuimos internando en lo desconocido. Entre las caricias
desenfrenadas, los abrazos comprometidos, las miradas cómplices, y los
continuos intentos de poseernos sin medida, los tres quedamos tendidos sobre el
suelo en espera de encontrarnos con el cielo. ¡Íntegramente los árboles cubrían
la totalidad del espacio! ¡El cielo no habitaba en nuestro ambiente, en su
lugar un entramado de ramas y hojas se ocupaban de impedir la visión a una
distancia mayor! La floresta se adueñó de nuestra privacidad.
Permanecimos desnudos. Boca arriba.
Contemplando el magnífico espectáculo que nos brindaba la habitada arboleda. Yacían
sin ningún complejo los árboles agrupados unos con otros sin cuestionar su género.
A mi izquierda permanecía con la respiración entrecortada un Sauce Llorón que
se movía provocando a un joven Abedul, este se desnudaba ante sus ojos sin
ninguna vergüenza. De la misma manera permanecía Flavia con sus encantos al
viento esparciendo sus esporas por todo el manto terrenal para que Tatiana y yo tomáramos en una sola bocanada la vida.
Del otro lado, a mi derecha el
Arce del Amor no dejaba en paz a un Eucalipto de Gunn. Ellos no estaban conformes
el uno con el otro y lanzaron una mirada a un Castaño en flor que permanecía inmutable
ante la bacanal de la espesura vegetal. Tatiana por alguna razón de peso sostenía
sus pechos ante el balanceo de un Árbol de Judas que no dejaba de cuestionarla.
La mano de Flavia rozó mi muslo y mi brazo fue en busca del monte de venus de
mi querida Tatiana. ¡El Árbol de judas se sintió presionado por una frondosa Mimosa!
Ella deseaba que se entregara sin presión y sin medida, pero tenía sus dudas.
Entre todos un hermoso Pino Piñonero provocaba con su andar majestuoso a los
presentes. ¡Una energía dominó el entorno y al espeso bosque! ¡Tatiana, Flavia, y el que les habla, sin ponernos de acuerdo, pensamos que aún era temprano para regresar a la
realidad! ¡Decidimos apoyar los pies en el suelo y echar raíces!
Continuará.............................
Fotos:
ARA y Mandy.