(CAPÍTULO XVI)
EL PLACER DE LOS
OBJETOS
Después de estos XV capítulos
debemos tener despejado el camino a nuestros objetivos en el plano íntimo.
Hemos utilizado el espejo para enfrentarnos a los miedos e inhibiciones que
guardamos inútilmente, y por esta vía alcanzamos un grado superior en nuestra
estima. Cada experiencia debe ser vivida con los matices personales, y cada
práctica, un triunfo útil que en algún momento volveremos a utilizar.
Ahora les propongo un nuevo
reto. Abrir las puertas y salir a la calle. ¿Saben cuanto conocimiento se
libera constantemente y no es aprovechado por la humanidad? ¡Infinitas
posibilidades que no son utilizadas se pierden continuamente! En el mundo
exterior encontraremos la clave del triunfo y los errores cometidos por
generaciones enteras. A estos elementos les llamaremos “objetos volubles” y
solamente los tenemos que incorporar a nuestra forma de sentir la sexualidad.
Los “objetos volubles” se
encuentran en cualquier espacio interactivo. Una ciudad, localidad, pueblo,
barrio o calle. Encontraremos en ellos la complicidad necesaria para
auto-satisfacer nuestros impulsos sensoriales. Debemos estar alertas y estar en
el momento preciso para hacernos notar. El o los objetos volubles, pueden ser
simples entidades que merodean las calles sin ser conscientes de su potencial.
Hablamos de personas planas, normales, y de cierto modo efímeras. Hombres y
mujeres que están pero no se ven. A ellos enfocaremos nuestra auto-satisfacción.
En el próximo capítulo iremos a
ejemplos concretos que dejaran en evidencia las múltiples posibilidades
mundanas que dejamos escapar por nuestras ataduras sociales. Nos enfrentaremos
a los “objetos volubles” para interactuar directa o indirectamente con ellos. ¡Lo
que no es real, nosotros lo haremos posible!
Continuará..........................
Fotos: ARA y Mandy.
