PARTE
28.
Los conceptos quedaron
expuestos en mi mente y dispersos por mis emociones. Regresamos a casa de los
abuelos cuando la noche caía sobre los hombros. Ese día que les cuento no pasó
nada más en el río. Flavia, Tatiana, y yo, quedamos tumbados en el suelo
interminables segundos hasta que nos tomamos de las manos. Mis preguntas tontas
sobre el sexo y la vida dieron paso al silencio total. En el centro del pequeño
bosquecillo tres seres tendidos sobre la tierra se dejaron llevar por los
acontecimientos recientes que modificaron el espíritu y el cuerpo.
Esa noche cuando nos
encontramos en la mesa con los abuelos para cenar las palabras se ocultaron
detrás de las mejillas. Sentimos el pudor reflejado en la cara y la elocuencia
que brotó en el río dejó paso a la templanza. No sé la impresión que tuvieron
las chicas cuando me vieron, pero yo descubrí que frente a mis ojos dos
encantos de mujeres relucían con luz propia. ¿Será el amor que nubla los
sentidos y no deja ver más allá de lo palpable? ¡Flavia y Tatiana con ropas
esta vez no parecían las mismas! Tuve una sensación algo extraña cuando frente
a mí las dos se me revelaron como un lienzo del renacimiento que atesora
variados secretos no confesos.
La belleza de Flavia con sus
modales etéreos se interpuso entre los variados platos que la abuela había
puesto sobre el mantel. Tanto ella como el convite invitaba a ser devorado sin
contemplación. Sus claros ojos se reflejaban sobre la transparencia del
humeante caldo de pollo y el aroma disperso en el aire dio paso a una profunda
inhalación que me dejó sin aliento y desorientado. Un atisbo al escote de la
bella Flavia hubiera dislocado mis intenciones. No estaba dispuesto a perderme
entre las viandas y los manjares de la mesa si Flavia no me hubiera mirado.
El jugo de los alimentos que
se concentraba en cada sacudida de sus mandíbulas me hizo imaginar obscenidades
nada confesables. Esta joven fue el mayor descubrimiento en el verano de mi
vida. Su actitud anuló mis partes más sensibles y las no visibles las dejó
fuera de combate cuando no me acompañaba. Esta chica de líneas armónicas desde el
primer momento me provocó y mi sistema de defensa fue invadido por una convulsión
hecha mujer. ¡Una mujer ha entrado en mi vida y no sé cómo salir de ella! Juega
con mi inocencia y me disloca el comportamiento sin esperar resultados pasivos.
Esta belleza se confabuló con mi prima Tatiana y mi espacio nunca más fue el de
antes. ¡En este verano vi la luz y comprendí que el amor es tan delgado que se
puede partir en miles de pedazos si no se alimenta!
¡Tatiana y Flavia llegaron con
el abuelo en un verano sublime! Estaba en la hamaca cuando intentaba fantasear
con lo absurdo. Mi sueño se materializó en el patio de los abuelos y comprendí
que si lo deseamos con mucha insistencia, las ilusiones pueden ser reales. Tuve
el presentimiento de que las cosas podrían ser diferentes, pero nunca me
imaginé las gratas consecuencias que me concedería las próximas semanas. Ahora
estoy frente a una y la otra, con mi plato de sopa junto a mí pecho y no sé que
hacer con su contenido. Me pierdo entre las dos y en mi cuchara la cara de Flavia
me hace un guiño. Levanto la mirada y Tatiana me espera con una sonrisa. ¡Comienzo
a sentir calor! Por debajo de la mesa un mundo oculto está dispuesto a
expresarse. ¡Creo sentirlo! Entre mis piernas se desliza un píe camino al abismo
de mis impulsos. ¡Lo sé porque en esta ocasión llevo un pantalón corto!
Continuará.............................
Fotos:
ARA y Mandy.