(CAPÍTULO X)
El espejo frente a nosotros. En la habitación y de pie, él o ella. Del otro
lado, dentro del espejo, la imagen que hasta ahora no hemos encontrado.
Posiblemente lo que vemos en el espejo no sea la esencia real de nosotros
mismos pero con la continua observación diaria la hemos aceptado por válida.
¡El espejo nos muestra lo que deseamos ver y nuestro reflejo se hace por fuerza
realidad! Esto sucede porque estamos entrenados para crearnos perfiles
preconcebidos en lo que vemos de antemano. Quiero decir, que antes de mirarnos
en el espejo tenemos proyectada y seleccionada la idea en el cerebro.
Es necesario empezar de cero. Tenemos que descubrirnos. Somos niños curiosos
ante una imagen que nos imita en todo y que nos parece entrañablemente
familiar. La idea es jugar. Seguir las líneas del movimiento de nuestro cuerpo
en su máxima expresión. Nosotros proponemos una pauta y la imagen en el espejo
la repite. Dibujamos, creamos figuras, examinamos cada parte de nuestro cuerpo
como si fuera observado por primera vez. Podemos concentrarnos en la piel, en
los órganos sexuales, en cada articulación, en los orificios esparcidos por
todo el cuerpo, y en las expresiones faciales. ¿Quién es el ser que tenemos
ante nosotros y se mofa de nosotros? ¡Es lo que tenemos que descubrir con la
minuciosa observación!
Este descubrimiento tiene que ser sin miramientos y auto-complacencia. Si
descubrimos errores, defectos, irregularidades, y partes nada armoniosas, mucho
mejor, estamos por buen camino. ¡Es la mejor vía para descubrir al ser que
llevamos dentro y conquistarlo! ¡Es el principio para encontrar la verdadera
belleza!
(CAPÍTULO XI)
(CAPÍTULO XI)
¡Estamos frente al espejo! Con las ropas
que antes mencionamos. ¡Si no es necesario no se desnuden! Pero el no
desnudarse significa que la imagen opuesta no ha sido muy exigente y se
conforma con un falso reflejo. ¿No deben delimitar nada? De un lado estamos nosotros,
del otro, en el espejo, lo que somos o intentamos ser. ¡El conocimiento llega
por una observación profunda de cada detalle y la aceptación de lo desconocido!
¡Nos miramos a los ojos! Vemos posiblemente arrugas, ceño fruncido, admiración
o extrañeza. Un rostro que antes no habíamos observado. ¿Es posible que yo
tenga esta expresión? ¡Pensándolo mejor, no me reconozco! ¡Esto sucede cuando
comenzamos a ver! ¡Mirar, lo hacemos todos los días! Es muy complicado convivir
con un extraño durante largos años. ¡El conocimiento molesta y duele, pero
mucho!
Les decía que siempre se observa lo externo. Es en lo primero que nos fijamos
ante el espejo. ¡Demos un paso más! Todos estos pliegues en la cara. ¿Por qué tengo
estos gestos y esta actitud? Veo un rostro que no es el mío. ¿Pude cambiar
tanto en tan poco tiempo? ¿Ese recuerdo que tengo de la infancia dónde está?
¡Si todos los días salgo a la calle con esta cara desencajada y amargada, es
posible que las cosas no me salgan bien! ¡El entre cejo está arrugado! ¡Por
mucho masaje, se frunce de la manera más humillante! ¡Mi boca! No tiene una
línea armoniosa. ¡Está contraída!
Esto es una superficial observación de los surcos del rostro. Marcas que hemos
alimentado por vivir encerrados en una imagen falsa. Puede ser que todos estos
gestos y acciones no sean auténticos; sino, que fueron tomados de otros
comportamientos cercanos. De familiares, amigos, patrones seguidos por
revistas, o imágenes difundidas. ¡Lo peligroso de todo esto es que siempre se
imita lo negativo! ¡Falsificaciones dañinas y mal orientadas!
Ahora estamos a tiempo de encontrar la verdad en nuestro interior. De sacar lo
positivo y lo mejorable. De ver más allá de los demás, y de comenzar a caminar
por primera vez. Para todo hay tiempo, y no dejar que las preocupaciones, los
agobios, y frustraciones dominen nuestra vida. Ante todo tenemos que sentir que
somos libres, y que cada día que comienza es una nueva oportunidad, que si no
la aprovechamos, no se volverá a repetir. Una hora que perdemos no regresa, no
solamente por el espacio tiempo, también, porque cada minuto es único. ¡Nada es
repetible! Tenemos que aprender a sacar los secretos ocultos, y de mirar el
instante como lo que es. ¡Un corto espacio de tiempo que jamás se repetirá en
nuestras vidas!
(CAPÍTULO XII)
Imitaciones
Interpretadas:
Uno de los objetivo de encontrar la imagen
opuesta frente al espejo no es otro que el descubrimiento de los diferentes
personajes ocultos en una sola forma. Es la posibilidad de un desdoblamiento
simple y puro. ¡Llegar al reconocimiento! ¡La sorpresa! ¡Lo que no esperamos!
¡Los matices insignificantes! ¡Los diferentes yo! Esto sería a través de lo que
proyectamos ante el espejo.
Por todo esto la preparación anterior es fundamental. ¡Nos hemos quitado las
ropas haciendo muchas pruebas antes! ¡Sin limitaciones y auto censuras! Si
pensamos que no lo estamos haciendo bien, probemos nuevamente hasta encontrar
el camino correcto. No piensen que estamos ante un espejo haciendo un
Striptease, una locura sin sentido, una tomadura de pelo, hedonismo, o
cualquier pensamiento que se cruce por la cabeza. ¡Si así fuera, utilícenlo!
¡Es el momento de aprovechar la oportunidad, y explotar la improvisación para
alimentar la imaginación! Las vías para llegar a un resultado pueden ser
cuestionadas, dependen de las personas como seres independientes. ¡Lo
importante realmente es el resultado, y si al final nos valió para nuestro
propósito! La metodología es complicada y variada, y cada maestro, como se
afirma, lleva su libro bajo el brazo. Por todo esto les digo que vosotros sois
los únicos que pueden negar al maestro con sus conocimientos y experiencia
continuada. ¡Eso no lo olviden nunca!
¡Vamos a las “imitaciones interpretadas”! Antes nos miramos con lujo de
detalle. Por delante, por detrás, de un lado, del otro, de espalda, inclinados
hacia ambos lados. Con la cabeza entre las piernas y de espaldas nos miramos
nuestro ano, cada pliegue, cada rincón, las sombras y los reflejos, el rose de
los años, y sus deformaciones por su uso y desuso. ¡Soltamos y relajamos el
esfínter para disfrutar de las variaciones expresivas de nuestro orificio tabú!
Posiblemente sea una posición complicada y comprometedora, pero es lo que
estamos buscando para llegar a la sinceridad con nosotros mismos. ¡¡Importante,
sumamente importante no engallarnos poniendo trabas para no continuar!! ¡El
conocimiento trae sufrimiento y dolores de cabeza, pero cuando se cruza la
meta, es un placer incomparado! ¡Si no somos capaces de enfrentarnos en la
intimidad a instantes comprometedores, qué nos puede quedar para la vida
pública! ¡En la sociedad seríamos un cero, un reflejo que va y viene pero que
no llega nunca a materializarse! ¡El fantasma que vemos ante el espejo cuando
nos miramos por casualidad!
Interpretar nuestra versión y muchas más, nos refuerza la existencia. ¡Nada
está hecho en vano! ¡Hay que encontrar la posible verdad! El ano es un ejemplo más,
pero utilizado para llevar el ejercicio al máximo de sus posibilidades. ¡Y si
es necesario recurriremos a otras vías, posibilidades, o variaciones para
encontrar la imagen opuesta! ¡Sigan ensayando con su ano, sin términos de ideas
y de espacio!¡Los límites están únicamente en las mentes!
(CAPÍTULO XIII)
Imitaciones interpretadas:
La primera pregunta que nos tenemos que hacer cuando nos ponemos ante el espejo
es, si nos encontramos verdaderamente a gusto en la vida. Preguntar por la
felicidad es muy abstracto, debemos ir a una cosa concreta, que podamos
observar y palpar. ¡Si vemos lo que no deseamos en el espejo, nada ha
funcionado y debemos empezar! Todos los ejemplos están encaminados para lograr
una satisfacción plena de nuestra existencia. La vía, el método, o la forma en
que llegamos ha un resultado es lo menos importante. Mis experiencias están
fundamentadas en lo visual (el cuerpo) para inducir la actividad (el
intelecto), un complemento imposible de llevar por separado.
¡Un ejemplo! Estoy desnudo frente al espejo. Veo mi imagen y dejo que el cuerpo
se manifieste sin imposiciones. Libremente, sin premeditar nada comienzo un
movimiento, y lo continúo siguiendo la lógica del cuerpo. ¡Esto sería la lógica
del movimiento, dejar que la mano, el antebrazo, el brazo, ondulen hasta llegar
al hombro! Esto es un ejemplo, se puede seguir esta línea por todas las
articulaciones de nuestra anatomía sin censura. ¡Simple trabajo corporal! Un
pie comienza a dibujar un círculo en el espacio, se le suma la pierna con la
rodilla hasta llegar a la pelvis. ¡La línea del movimiento es infinita y su
creatividad portentosa! ¡No debemos ponernos fronteras, las fronteras si están
se derriban! ¡El camino comienza únicamente cuando los pies están en
marcha, antes imposible! ¡No se queden en lo más fácil, busquen lo complicado,
lo rebuscado, el imposible; porque al final, encontraremos la recompensa
auténtica en lo oculto!
Después de disfrutar y reconocer un cuerpo al que no estábamos familiarizados
visualmente, debemos seguir un poco más en el ejercicio. Hasta aquí, esto nos
tiene que producir un placer al menos insólito o infrecuente. ¡Ahora
intentaremos hacer una imitación basada en estos movimientos, pero con un
sentido pragmático! Siempre hago hincapié en los órganos sexuales, o en las
partes más púdicas de nuestra morfología porque es la escala que mide los
complejos e inhibiciones que nos impide dar el siguiente paso. ¡Si tratáramos
al clítoris, el pene, la vagina, el ano, los pezones, y lo que he dejado por
nombrar de la misma forma que nuestros ojos, la boca, el pelo, la espalda, los
dientes, los pies, etc., la sexualidad sería una prolongación más de las
acciones diarias, y nuestra presencia estaría iluminada para nuestra
prosperidad.
(CAPÍTULO XIV)
La imagen que nos muestra el espejo debe ser
consecuente con nuestros ideales y en ningún momento engañarnos con una ilusión
óptica. ¡Veremos en el espejo lo que únicamente deseamos apreciar! Anhelamos
ver a un hombre dotado con todas las cualidades y medidas necesarias para
sentirnos bien, pues posiblemente lo veremos, pero no es la esencia de lo que
andamos buscando; estamos inmersos en una condición algo más particular. Ante
el espejo una hermosa mujer se pavonea con los pechos armoniosos y tersos que
hacen perder el sentido, puede ser, pero deseamos algo sumamente significativo.
¡El espejo es el reflejo de nuestros deseos no alcanzados!
Un ejemplo concreto. Si estamos entre los dieciocho y los veinte años y nuestro
objetivo es la interpretación de un hombre con experiencia y maduro ante
decisiones variadas, comenzaremos por sentir en el cuerpo la caída de los años.
En la escena, el teatro, la mayoría de los actores que interpretan a un
anciano, se quedan en el factor externo simplemente, asiendo del personaje un
cliché de un ser torpe y achacoso por los años. Para interpretar a un anciano
hay que partir de nuestra situación actual para llegar a él! ¿Cómo seríamos nosotros con cincuenta o sesenta años más?
¡Si actualmente caminamos de esta forma, nos movemos de la otra, o hablamos con
gestos amplios, seguramente lo continuaremos haciendo con matices mayores, sin
tener que llegar a una imitación burda de un ser no real! ¡No podemos comenzar
por crear a un anciano partiendo de su estado físico, primeramente hay que
pensar, cómo nosotros lo haríamos con cincuenta o sesenta años más! Es llevar
nuestra postura al comienzo de las experiencias vividas.
¡El
observar nuestro comportamiento desde ahora, nos llevará a un futuro mejor!
(CAPÍTULO XV)
(CAPÍTULO XV)
Se supone que a estas alturas cada uno de los ejercicios
expuestos ha sido experimentado de una forma amplia e imaginativa, llegando
hasta el límite impuesto por nosotros mismos. Partimos de unas pautas, las
examinamos, y si deseamos las modificamos a nuestra necesitad y placer; y al
final, descubrimos que dentro de nosotros mismos hay muchos entes dispuestos a
manifestarse.
La imagen opuesta, la meditación, el espejo, las imitaciones interpretadas, el
análisis detallado de cada elemento corporal, el disfrute pleno de nuestro
espacio más íntimo y privado, las reflexiones, y el entrenamiento psíquico, nos
conducirán a una auto-satisfacción nunca antes experimentada. ¡La vida y su
entorno la debemos asumir de la manera más relajada posible, para que nuestra
existencia perdure por un tiempo dilatado; pero el disfrute y complacencia de
nuestra sexualidad, debe ser tomada con una perspectiva compleja para que el
instante sea sublime! ¡Comenzamos auto-satisfaciéndonos por convicción y para
demostrar fuera de nuestra intimidad, que somos seguros y que la imaginación y
la improvisación son parte del día a día!
Con el tiempo el espejo fue mi sabedor, y lo provoqué incluyendo cuerpos
desnudos que encontraba en encuentros fortuitos y concebidos. ¡Siempre protegí
mi intimidad cuando la creí necesaria, y mi hora privada siguió siendo
únicamente mía! ¡Tengo una intimidad compartida! ¡Para nada es motivo de
preocupación! ¡Somos partícipes de algunos secretos, y llegado el momento,
mostramos lo aprendido a los demás, y todos degustaremos el manjar suculento
del sexo!
Por encima de todas las prácticas, entrenamientos, o experiencias, nunca soy el
mismo, porque en mi cabeza siempre las ideas están transitando. ¡Les invito
sinceramente a que la imaginación permanezca por siempre en ustedes, y en cada
encuentro mantenido, si estamos solos o en compañía, dejarla libre, pero sin
permitir que deserte!
Continuará..............
Continuará..............
Fotos: ARA y MANDY.
No hay comentarios:
Publicar un comentario