"EL HOMBRE DE LAS TRES R"
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Cinco escenificaciones. Cinco
posibilidades para que los espectadores se decidan por una. Esto solamente en la
primera parte, porque como me anunció el camarero, vendrían cinco más en el
segundo acto. En total diez representaciones teatrales para decidirnos por una.
El selecto grupo de espectadores tendrá una amplia y variada gama de
oportunidades para fomentar sus ocultas y prohibitivas fantasías. Por mi parte
no me queda otra; entré por mis pies en este local y ellos serán los que me
saquen del mismo, pero esta vez cuando mi cabeza lo decida. La curiosidad mató
al gato, y por encima de todo deseo continuar. Estoy en una situación especial,
provocadora, sutil, delicada, pero cautivadora; al menos para mí que vivo de
las apariencias de los demás. Soy Raymond Rodney Rose y por casualidad del
destino estoy en el sitio indicado para elevar mis delirios a un nivel
artístico. Permaneceré en esta apartada mesa y con toda seguridad al final de
la noche sacaré provecho de la misma.
En parte la columna que tengo
ante mí es benefactora. Estoy en un ángulo estratégico que no me compromete con
los que vitorean en el centro ni con los que están a los lados del salón. Yo no
pertenezco a ningún grupo definido, aunque soy consciente que cada uno de los subgrupo se complementa irreflexivamente. Veo la escena del urinario y la del
quirófano como un exponente de esta ininteligible sociedad que intenta pasar
por lúcida, pero que se sumerge en las profundidades de lo inexplicable y
encuentra por algún motivo placer en ello. Nada es perfecto, nada es éticamente
correcto, todo está dominado por las contradicciones que llevamos en nuestro
interior. Esto lo aprendí con mis tíos desde pequeño. En la isla se produjo en
mí un cambio que fomentó lo que llamo “visión inconsciente” que manipulo en el
día a día. En mis escritos dejaré documentado por si en algo es ventajoso, las
razones que me llevaron a esta conclusión y a mis extensos experimentos a lo
largo de esta vida.
¡Es hora de hacer silencio!
¡No debo perder el más mínimo detalle de lo que sucederá ante mis ojos! Veo el escenario
que está exquisitamente distribuido en partes iguales, para que cada
representación tenga el protagonismo necesario y que la acción fluya de manera
orgánica. El grupo de la carnicería se puso en alerta al percibir la intensa
luz sobre un enorme trozo de carne que se balancea de un lado a otro del
escenario colgando de un gancho. No puedo describir la emoción o el sentimiento
con que estos aduladores se entregan al contemplar el balanceo de la misma. La
escena es realista desde cualquier punto de vista. La pieza goteaba sangre y
los carniceros la despiezan con maestría.
Continuará.................
Diseño gráfico: Mandy Bluee.
Continuará.................
Diseño gráfico: Mandy Bluee.
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