lunes, 25 de febrero de 2013

CAPÍTULO 15


                                                    

                                      "EL HOMBRE DE LAS TRES R"
                                                         -- 15 --      
                 Cinco escenificaciones. Cinco posibilidades para que los espectadores se decidan por una. Esto solamente en la primera parte, porque como me anunció el camarero, vendrían cinco más en el segundo acto. En total diez representaciones teatrales para decidirnos por una. El selecto grupo de espectadores tendrá una amplia y variada gama de oportunidades para fomentar sus ocultas y prohibitivas fantasías. Por mi parte no me queda otra; entré por mis pies en este local y ellos serán los que me saquen del mismo, pero esta vez cuando mi cabeza lo decida. La curiosidad mató al gato, y por encima de todo deseo continuar. Estoy en una situación especial, provocadora, sutil, delicada, pero cautivadora; al menos para mí que vivo de las apariencias de los demás. Soy Raymond Rodney Rose y por casualidad del destino estoy en el sitio indicado para elevar mis delirios a un nivel artístico. Permaneceré en esta apartada mesa y con toda seguridad al final de la noche sacaré provecho de la misma. 
                 En parte la columna que tengo ante mí es benefactora. Estoy en un ángulo estratégico que no me compromete con los que vitorean en el centro ni con los que están a los lados del salón. Yo no pertenezco a ningún grupo definido, aunque soy consciente que cada uno de los subgrupo se complementa irreflexivamente. Veo la escena del urinario y la del quirófano como un exponente de esta ininteligible sociedad que intenta pasar por lúcida, pero que se sumerge en las profundidades de lo inexplicable y encuentra por algún motivo placer en ello. Nada es perfecto, nada es éticamente correcto, todo está dominado por las contradicciones que llevamos en nuestro interior. Esto lo aprendí con mis tíos desde pequeño. En la isla se produjo en mí un cambio que fomentó lo que llamo “visión inconsciente” que manipulo en el día a día. En mis escritos dejaré documentado por si en algo es ventajoso, las razones que me llevaron a esta conclusión y a mis extensos experimentos a lo largo de esta vida.
                  ¡Es hora de hacer silencio! ¡No debo perder el más mínimo detalle de lo que sucederá ante mis ojos! Veo el escenario que está exquisitamente distribuido en partes iguales, para que cada representación tenga el protagonismo necesario y que la acción fluya de manera orgánica. El grupo de la carnicería se puso en alerta al percibir la intensa luz sobre un enorme trozo de carne que se balancea de un lado a otro del escenario colgando de un gancho. No puedo describir la emoción o el sentimiento con que estos aduladores se entregan al contemplar el balanceo de la misma. La escena es realista desde cualquier punto de vista. La pieza goteaba sangre y los carniceros la despiezan con maestría. 

Continuará.................
Diseño gráfico: Mandy Bluee.     

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