PARTE
17
Como un madero a la deriva encallé
del otro lado del río. Pensé que lo mejor sería entrar en el juego de mi prima
y su amiga pero llevando yo la iniciativa. Fui con cuidado hasta la orilla y me
oculté entre la maleza y el mangle. La corriente me llevaba a su antojo y con habilidad
me aferré a una de las ramas que emergía del agua. ¡Ahora estaba en una
posición ventajosa! Tatiana llegó hasta Flavia y se le lanzó a horcajadas sobre
su espalda. ¡Desde este momento comenzó una danza entre sus cuerpos y la inconstante
agua que invadió el espacio!
La luz se reflejaba insistentemente
sobre la superficie del río y su destello continuaba difuminándose con cada movimiento
de los músculos desnudos de las amigas. Tatiana se aferró con decisión a los
dos pechos resbaladizos de Flavia y Flavia a su vez la sostuvo por el culo.
Cada mano de Flavia ocupó cada cachete de las nalgas de Tatiana. --¡Si las dos
disfrutan sabiendo que estoy mirándolas será por algo!—Estos pensamientos se
apoderaron de mis sentidos y nuevamente me sentía perdido ante una situación
que me superaba.
¡Recuperé la potencia de mi
falo! ¡En pocos segundos se tensó ante la escena que contemplaban mis ojos! Las
caricias y los juegos sensuales entre dos mujeres me producían una excitación
especial. Era la primera vez que observaba este acontecimiento en la realidad,
pero en mi imaginación demasiados fotogramas fueron creados a mi gusto y antojo.
¡No era la primera ocasión que mis fantasías me condujeron al placer compartido
entre dos jóvenes vehementes; aunque el escenario del río es completamente innovador y nuevo!
Ellas sabían que mi ser y mis
intenciones se ocultaban detrás de unos mangles, pero no les importó, porque
sus propósitos eran violentar mi ingenuidad para que saltara sobre ellas y
les hiciera el amor hasta el agotamiento. ¡Estos fueron mis pensamientos, pero
con el paso de los años supe que no estaba equivocado! Mi poca experiencia se
convirtió en un elemento de excitación para mi prima y su amiga que no dejaban de
mostrar sus mejores armas de mujer.
¡Únicamente existían dos
posibilidades ante esta situación! Ir directamente hacia ellas y lanzarme con
ardor sobre sus cuerpos calientes, o esperar desde mi refugio por los posibles
acontecimientos mientras me masturbaba con la boca abierta. Estos agotadores
pensamientos siempre me jugaron una mala pasada. ¡Tanto divagar dilataba el
tiempo para tomar una decisión oportuna! Sin darme cuenta Flavia llegó hasta mí buceando,
y con maestría encalló con su boca sobre mi inflexible pene. Tatiana se acercó por la
superficie y transgredió mis labios hasta morderlos por separados.
Continuará.............................
Fotos:
ARA y Mandy.
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