PARTE
18.
¡Me estaban succionando en dos
planos diferentes! Flavia se apoderó de mi pene y comenzó a chuparlo con alma de
ventosa lo más seguido que pudo. ¡En toda regla me estaba practicando una
felación sub-acuática! El oxígeno jugaba un papel importante en este tipo de actuación
y no debía perder tiempo. Sentí una cosquilla en la punta del prepucio que
amenazaba con continuar a los testículos. La presión del agua y de la boca de
Flavia colmó mis terminaciones nerviosas hasta dejarlas dilatadas. La corriente
del río puso de su parte y en cada sacudida mi falo entraba con mayor fuerza en
la boca de Flavia.
En la superficie Tatiana
dominaba mis labios con suma voracidad. Utilizando sus manos abrió mi boca en
busca de mi lengua para presentarle la suya. La tomó firmemente y la enroscó
entre sus dientes, sus carnes y sus olores. Su saliva recorrió mi cara y su
boca dejó huellas en cada espacio de piel. Después de todo esto había llegado
el momento de resistir ante tan crudo ataque.
Si Flavia tomó por sorpresa mi
falo no sería yo el que se lo prohibiera. Comencé a percutir la pelvis con toda
intención porque las apetencias me saturaban, y deseaba que nos llevara la
corriente río abajo para penetrarla más allá de su boca. ¡Quería que mi leche
corriera dentro de su cuerpo y que viajara por su interior hasta encontrar la
salida menos pensada! ¡En cada instante Flavia me sorprendía!
No se la razón, pero tomé a cada una por el brazo y las llevé
hasta la orilla del río. Los tres rodamos por la arena y los cuerpos se entrelazaron unos con otros. Tatiana salió corriendo entre los árboles secos en
dirección al bosque. Flavia quiso seguirla pero la detuve por la espalda y le
apunte con mi verga justo entre las dos nalgas.
__
¡Si te mueves eres mujer muerta!
__
¿Y si es lo que quiero? –Con todo el desparpajo me contesto poniéndose en
cuatro patas sobre la fina arena.
Continuará.............................
Fotos:
ARA y Mandy.
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