viernes, 21 de marzo de 2014

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?

                                     
 

                                            "EL OLFATO" 

(Capítulo XVII)

                ¡Llenó los pulmones intentando robar todo el oxígeno que rodeaba a su amante, y de un solo golpe respiro su boca y su sudor!
                 La boca del chico jugaba a deslizarse por el rostro de la joven sin miedo al peligro. Con los labios húmedos, producto de todos los fluidos corporales, se dedicó a esquiar desde la frente, hasta la punta de la barbilla de la hermosa doncella. En zigzag la lamía, la besaba, y la chupaba. ¡La estaba disfrutando sin límite de tiempo y sin escatimar recursos! ¡Su vida y sus horas ahora tenían dueño!
                No sabe cómo, pero de tanta entrega se sintió un especialista. --¿Cuál es el secreto para tanto disfrute?-- No lo sabía, pero en realidad no le importaba demasiado. --¡Esto de por sí es especial!-- Se dijo. --¡Porque buscar una explicación, esfuma la magia! ¡Ahora estoy en su barbilla y me voy a lanzar en picada hasta que la piel termine!-- Dicho y hecho, lo cumplió. Extrajo de la boca la lengua, y la depositó sobre el cuello de la chica.
                 ¡Se lanzó!
                Ella no se quedó impasible, se aferró al torso del joven, y con toda intención, le clavó las uñas en la espalda. --¡Así no te escaparás, eres mío!-- Y una amplia sonrisa se vio desde la ventana.
                 Lo había atrapado con sus brazos, pero pensaba que a lo mejor no era suficiente, necesitaba estar segura de que no escaparía. Claro que lo había pensado desde mucho antes. --¡No se escapará si lo rodeo con mis piernas!--
                 Y lo hizo.
                 Sus pies se enlazaron en la espalda, y su vagina cumplió la función de ventosa en el torso del amado.
                 ¡Ahora los dos viajaban sin rumbo, y lo más importante, no deseaban llegar!


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