DIECISIETE.
Dolores encontró en la ancestral
depresión de Vicente la fuente de la eterna percepción. ¡Un sinuoso y profundo
ombligo se mostraba ante sus ojos, impasible pero voluptuoso en toda su expresión!
Vicente yacía con su abdomen desnudo para que su fogosa amante disfrutara del objeto
del deseo. También fue la primera vez que nuestro amigo sintió que su ombligo
cumplía alguna función. Este olvidado ombligo se mantuvo hasta ahora ocupando
un espacio sin ningún sentido. Muchas veces Vicente nos comentó del porqué de
este orificio. Después del nacimiento, con la excepción del lavado diario se ha mantiene simplemente vegetando.
Las reflexiones de Vicente llegaron
a su fin cuando sintió una viscosidad comprometedora muy cerca de su ombligo. Dolores
dio con el punto intocable que libera los demonios internos del entregado amante.
La lengua de Dolores se deslizó por el borde sin llegar a su interior, y esta
sencilla acción desató una tormenta en la razón de nuestro amigo. ¡Un torbellino
de elementos se agrupó en su vientre paralizando todas sus extremidades! Por la
planta de los pies comenzó la descarga eléctrica que muy despacio fue escalando
hasta alcanzar los contraídos testículos que amenazaban con desaparecer de su
cuerpo.
Ella desde el primer instante
comprendió que estaba ante una revelación única y para no malograr su
descubrimiento tomó a Vicente por los brazos y lo arrastró con todas sus
fuerzas hasta la habitación. Él se dejó llevar hasta alcanzar el extenso colchón
de Dolores. Cayó sobre el mismo con la intención de permanecer impávido, hasta
que una nueva sensación lo perturbara. Dolores terminó por desnudarlo
completamente, todo, excluyendo la piel, quedó fuera del cuerpo de nuestro
amigo. Ella hizo lo mismo. El reloj, los pendientes, su colgante, la braga a
medio quitar, y el rubor, rodaron por los aires hasta dar con la pared más próxima.
Ahora nuestra amiga tenía a su presa con
todos los atributos en contacto con el humilde espacio. Era el instante de
penetrar en profundidad en la hondonada virginidad de Vicente. Al igual que nuestro
amigo, ella se encontraba desorientada. Esta experiencia era nueva. No podía fracasar
en su intento. Estaba dispuesta a intentarlo todo por el bien de su relación. En
este primer encuentro Dolores encontró en Vicente lo que andaba buscando desde
siempre. Se podía equivocar, pero en este preciso momento su corazón y su mente
guardaban una impresión positiva de todo lo que había sucedido hasta ahora. Muchas
relaciones pasaron por su vida colmándola de problemas y lamentos. ¡Esta relación trajo la calma a su alma!
Tomó a Vicente por los pies
hasta que su culo llegó al borde de la cama. Les separó los muslos y en ese
espacio se colocó con toda intención. Dolores hincó las rodillas al suelo y
sus manos se apoyaron a cada lado de las caderas de nuestro amigo. Se inclinó
hasta que su boca estuvo cerca del ombligo. Vicente dejó la mirada clavada en
el techo y se dispuso a sentir. No estaba segura por dónde comenzar, pero esta indecisión
provocó una excitación por todo el abdomen del extrañado amante. Los escasos bellos
de su vientre se erectaron como nunca, y su falo comenzó a golpetear en los
pechos de Dolores que tiritaban de solamente imaginar la lengua de nuestra
amiga dentro del celestial ombligo de Vicente.
Continuará....................................................
DISEÑO GRÁFICO: ARA Y MANDY.
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