CATORCE.
Esta felación no fue la
causante de que los puntos que llevaba Vicente en su pene saltaran al vacío.
¡Mucho le esperaba a nuestro amigo en su primer encuentro con la amada Dolores!
¡En esta cita Vicente se convirtió en un hombre de los pies a la cabeza
aunque él no lo quiera admitir! Sería de ciegos intentar no ver los años de recorrido
que poseía la esplendida dama de altos vuelos. Pero para ser sincero, Vicente
encontró en Dolores lo que se llama la media naranja, y ella en él al amante inexperto
perfecto para que la consolara en sus noches de soledad. Cada uno necesitaba del otro para poder romper con la monotonía de
los días.
Vicente mantuvo su
promesa con nosotros, y cada semana a pesar de la ardiente Dolores que hacía lo imposible
porque no escapara de su cama, nuestro amigo se reunía con la pandilla para proseguir
con su historia. ¡Después de escuchar el principio, el final se nos hacía mucho
más dulce, y lo esperábamos como adictos oyentes necesitados de una dosis mayor! ¡Hasta
este punto nos condujo nuestro amigo con sus narraciones repletas morbo!
Y así continuaron las
tribulaciones de un jovenzuelo en busca del suculento trofeo que guardaba la apetitosa amante. La escena del
baño terminó con Dolores relamiéndose el semen de Vicente que flotaba dentro de
su boca, y este, intentando ocultar su ingenuidad en los temas amatorios. Ella
era para él la primera relación por decirlo de alguna manera explícitamente completa.
Las películas seudo-porno que había presenciado, no llegaron a la parte de
la degustación de fluidos, y Vicente se
vio obligado a improvisar con cada acción de Dolores que ejecutaba en la noche
de marras; que por cierto fue la primera pero no la única. ¡A partir de aquí
las agradables sorpresas tocaron a la puerta de los sentidos de Vicente, y él
por placer, se vio en la necesidad de continuar el fogoso juego de su amada.
Dolores se levantó del wáter y
fue hasta la ducha, y bajo el agua templada del grifo colocó su rosada vagina
para que los efluvios humedecieran sus intimidades. A continuación tomó un
frasco de cristal azabache del borde de la bañera, y con excesivo cuidado derramó
un buen chorro sobre su mano. Con los días, nuestro amigo Vicente supo que Dolores no utilizaba los geles o jabones para
las aberturas corporales expuestas al exterior. Ella recurría a esencias
naturales de flores que compraba una vez al mes en las afueras de la ciudad. Se
las entregaba en mano una especie de agorera que desde hacía algún tiempo
visitaba Dolores para los males del corazón. La hechicera le recomendó esta pócima
entre otras, para luchar contra la soledad del alma y el cuerpo. Le dijo -- ¡En nuestro ser se instaura la
nostalgia porque cada vez más dependemos de las probabilidades!-- En su día Vicente no lo comprendió muy bien,
pero con el paso del tiempo las cosas cambiaron.
Dolores restregó las esencias
por el exterior e interior de su vagina, y esperó un tiempo prudencial para que
penetrara por los poros de su piel. Entre tanto, invitó a Vicente a que hiciera uso
del mismo, pero nuestro amigo que por aquellos años era un incrédulo, lo
rechazó.
__ ¡Puede ser que te arrepientas! –Le
confesó Dolores entre risas mientras mojaba su resplandeciente vagina en agua.
Continuará....................................................
DISEÑO GRÁFICO: ARA Y MANDY.
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