EL ENCUENTRO
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¡Cuando llegó, ella estaba desde
antes! Él marchó directamente hasta el grupo de amigos y los fue saludando uno
a uno. Ella no pertenecía a su círculo íntimo. La presencia del joven la impresionó de tal
forma que no apartó la mirada de su figura viril. ¡Es posible que la persona que está
en un local tenga el control de cada uno de los puntos del mismo, y el que
llega de la calle no está preparado para abarcar todo el espacio! ¡Fue lo que
pasó! Ella se levantó con la intención de que él se diera cuenta que existía. La
justificación, ir a los servicios, pero antes, ella con un golpe de cabeza lanzó
su melena roja por detrás de sus hombros y la cabellera golpeó la espalda de él.
¡Él la miró, y comprendió que
los detalles más importantes se le habían escapado al entrar en el recinto! ¡No
se dijeron nada, simplemente se miraron! Ella llevaba ventaja porque conocía de
la existencia de él nada más entrar, y porque este encuentro se propició por
sus artilugios femeninos. Ella terminó de acomodarse el pelo y con decisión
siguió el pasillo en dirección a los servicios. Por todo el camino iba pensando
en lo mismo --¿Me seguirá hasta el baño?-- Tenía razón, él fue detrás de ella a
una cierta distancia con el rostro indiferente, como si su verdadero propósito
fuera vaciar la vejiga. Cada uno estaba seguro que engañaba a la otra parte, y
en efecto así fue. ¡Los dos mentían!
A la puerta de los servicios
varias personas esperaban su turno para entrar. Él en la cola de los chicos,
ella en la de las chicas. ¡No se miraron, pero el uno estaba al lado del otro,
espalda con espalda! Él pensó en decirle algo, pero no se le ocurrió un tema
para entrar de lleno. ¡No quería fallar porque sabía que la primera impresión es
fundamental, lo sabía por experiencia propia! Le dio vueltas a las ideas, pero
nada, cualquier cosa que se le ocurría rozaba lo banal, y él deseaba ser trascendental
en este momento tan delicado --¡Es tan hermosa, que digo hermosa, es
deliciosamente apetecible en todos los sentidos! ¡Si la tuviera en mis brazos
dejaría mi vida inestable y me implantaría en su cuerpo de por vida! ¡Es verdad que hoy es
mi día de suerte! ¡No tenía pensado venir hasta aquí! ¡Creo que el destino se ha puesto en mi camino!— Se perdió en los sueños junto a ella, y la
imaginación se alejó, voló y voló.
Al despertar era el primero
para entrar a los servicios y ella no estaba. La buscó con la mirada, pero
nadie más esperaba frente a los baños --¿Qué hago ahora?—No le quedó más
remedio y entró a los servicios sin ninguna esperanza.
continuará....................................................
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