-- Uno --
¡Es muy sencillo! Lo primero,
saber que somos parte del universo, y como tal giramos con él. En esencia somos
seres socializados y expuestos a los cambios continuos de la naturaleza. La
confianza depende únicamente de nosotros mismos, y si no somos conscientes de
ello, poco se podrá hacer. ¡Para creer en los demás hay que empezar por creer
en uno mismo! ¡Creo en mí porque mi acción se confronta con la tuya y la de
muchos otros; haciendo entre todos una unión estrecha! Es un trenzado de
situaciones fiables que produce paz.
Tomemos un día cualquiera. Nos
levantamos de la cama, nos despejamos con una ducha, y nos alimentamos con un
buen desayuno. ¡Estamos haciendo algo positivo por nuestro cuerpo! Una rutina
que repetimos desde que tenemos uso de razón. ¿Por qué lo hacemos? ¡Por salud!
Si dejamos de comer sabemos las consecuencias. Si dejamos de asearnos y
mantener el cuerpo en forma terminaremos en una cama. La salud rige el
comportamiento. ¿Por qué somos capaces de cuidar el cuerpo con constancia, y la
mente la dejamos libre para que se busque la vida? Es la contradicción de una
sociedad que valora lo externo, la primera impresión. ¡El criterio a golpe de
visión!
Es imposible tener confianza basándonos en lo
externo. La confianza parte del interior y del conocimiento propio. La mayoría
de las personas utilizan libros de auto-ayuda, que en vez de solucionar, agudizan
más el problema. Es cierto que muchos se sienten perdidos y necesitan una guía.
¡Muy bien, pero cuidado con lo que cae en sus manos! ¡El peligro no está en lo
que leen, sino en la interpretación que hacen de la lectura! Una mala
interpretación arrastra consecuencias fatales. ¡No hay nada más complicado, que
sacar de la mente un concepto erróneo! ¡Se instala en la psiquis y nos acompaña
por siempre!
Continuará................................
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